EEUU vuelve a introducir sanciones contra Irán
Estados Unidos restableció el lunes las sanciones contra los sectores petrolero, bancario y de transporte de Irán y amenazó con tomar más medidas para detener sus políticas “ilegales”, acciones que la República Islámica calificó de guerra económica y prometió desafiar. Las...



Estados Unidos restableció el lunes las sanciones contra los sectores petrolero, bancario y de transporte de Irán y amenazó con tomar más medidas para detener sus políticas “ilegales”, acciones que la República Islámica calificó de guerra económica y prometió desafiar.
Las medidas son parte de los extendidos esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para frenar los programas nucleares y de misiles de Teherán y disminuir la influencia del país en Oriente Medio, en particular su apoyo a los poderes en Siria, Yemen y el Líbano.
Las sanciones apuntan a la principal fuente de ingresos de Irán, sus exportaciones de petróleo, así como a su sector financiero, esencialmente dejando a 50 bancos iraníes y sus filiales fuera del alcance de los extranjeros con su consecuente pérdida de acceso al sistema bancario de Estados Unidos.
El regreso de las sanciones fue desencadenado por la decisión del mandatario norteamericano del 8 de mayo de abandonar el acuerdo nuclear de 2015, negociado con otras cinco potencias durante el Gobierno del presidente demócrata Barack Obama. Ese pacto había eliminado muchas sanciones estadounidenses y otras sanciones económicas a cambio del compromiso de Irán de reducir su programa nuclear.
El presidente de Estados Unidos denunció el acuerdo por límites de tiempo de algunas de las actividades nucleares de Irán, así como por no haber abordado otras que no le agradan a Estados Unidos.
Al abandonar el pacto y volver a imponer las sanciones que había levantado, además de agregar nuevas, Estados Unidos está apostando a que la presión económica obligue a Irán a cambiar su comportamiento y lograr un nuevo acuerdo mucho más restrictivo.
Las medidas son parte de los extendidos esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para frenar los programas nucleares y de misiles de Teherán y disminuir la influencia del país en Oriente Medio, en particular su apoyo a los poderes en Siria, Yemen y el Líbano.
Las sanciones apuntan a la principal fuente de ingresos de Irán, sus exportaciones de petróleo, así como a su sector financiero, esencialmente dejando a 50 bancos iraníes y sus filiales fuera del alcance de los extranjeros con su consecuente pérdida de acceso al sistema bancario de Estados Unidos.
El regreso de las sanciones fue desencadenado por la decisión del mandatario norteamericano del 8 de mayo de abandonar el acuerdo nuclear de 2015, negociado con otras cinco potencias durante el Gobierno del presidente demócrata Barack Obama. Ese pacto había eliminado muchas sanciones estadounidenses y otras sanciones económicas a cambio del compromiso de Irán de reducir su programa nuclear.
El presidente de Estados Unidos denunció el acuerdo por límites de tiempo de algunas de las actividades nucleares de Irán, así como por no haber abordado otras que no le agradan a Estados Unidos.
Al abandonar el pacto y volver a imponer las sanciones que había levantado, además de agregar nuevas, Estados Unidos está apostando a que la presión económica obligue a Irán a cambiar su comportamiento y lograr un nuevo acuerdo mucho más restrictivo.