Perú: Vizcarra rechaza las insinuaciones de golpismo
El presidente peruano, Martín Vizcarra, desmintió este viernes, en forma tácita y breve, las insinuaciones de golpismo que le lanzó el ex gobernante neoliberal Alan García, en el contexto de las reacciones a la prisión de su aliada, Keiko Fujimori. ‘Que quede bien claro: somos...



El presidente peruano, Martín Vizcarra, desmintió este viernes, en forma tácita y breve, las insinuaciones de golpismo que le lanzó el ex gobernante neoliberal Alan García, en el contexto de las reacciones a la prisión de su aliada, Keiko Fujimori.
‘Que quede bien claro: somos absolutamente respetuosos de la Constitución y la división de poderes. Debemos trabajar juntos en la lucha frontal contra la corrupción. En democracia, sin amenazas, ni blindajes’, escribió Vizcarra en Twitter.
Respondió así a insinuaciones difundidas por García desde España, donde radica, en las que se suma a la afirmación del polémico fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, de que el fiscal acusador de Fujimori, José Peláez, actúa por interés político en coordinación con el Gobierno.
“El Fiscal de la Nación denuncia que el fiscal Pérez tiene interés político coordinado con el gobierno. Se ha politizado la justicia. ¿Es un Golpe de Estado? El Presidente y su Primer Ministro, después de encarcelar a Keiko Fujimori, exigen al Congreso expulsar al Fiscal de la Nación. Han politizado la justicia. ¿Es un Golpe?”, escribía García en Twitter.
La demanda del presidente Vizcarra y su primer ministro, César Villanueva, de que renuncie Chávarry, es un reclamo que comparte la mayoría ciudadana.
La referencia de Vizcarra a los blindajes parece referida a la protección que el partido de Fujimori, Fuerza Popular (FP), brinda a Chávarry, cuyo proceso y destitución impide usando su bancada congresal mayoritaria con el fin de neutralizar al fiscal Pérez, que lo cuestiona.
El presidente declaró el lunes último, tras un pedido de diálogo de FP, que tiene proyectado dialogar con todos y que es partidario de la concertación, pero prioriza sobre esta la lucha contra la corrupción.
Las insinuaciones de García sobre un supuesto golpe fueron precedidas y secundadas por una campaña en Internet que acusa a Vizcarra de querer dar un golpe y clausurar el Congreso de la República, y llama a las fuerzas armadas a impedirlo.
El premier Villanueva, a su vez, dijo que FP debe tomar una decisión respecto a Chávarry, por ser el tema esencial para la corrupción, para después hablar sobre el diálogo, lo que García pretende interpretar como posible golpismo.
El parlamentario oficialista Juan Sheput comentó que la posición de García, cerrando filas con Chávarry y Fujimori, se debe a su preocupación porque el lunes próximo el parlamento debatirá el informa de una comisión anticorrupción sobre posibles sobornos de empresas brasileñas en Perú.
Pago de coimas
La compañía Odebrecht ha confirmado el pago de coimas bajo el último Gobierno de García (2006-2011) a funcionarios peruanos y no ha mencionado a Alan García, pero parlamentarios y analistas señalan que debe ser investigado por decisiones que tomó para sacar adelante un proyecto a la postre asignado a Odebrecht.
Los críticos de García dudan de que, teniendo una intensa relación con esa empresa, no supiera que pagaba sobornos a funcionarios de segundo nivel que recibieron diversas sumas, aunque en las cuentas de Odebrecht hay diez millones de dólares pagados cuyo receptor está pendiente de identificar.
Para Sheput, García ‘se está curando en salud, porque sabe que vienen los testimonios de testigos protegidos que van a comprometerlo a él y a buena parte de su Gobierno’.
El ex presidente del Congreso Daniel Abugattás apuntó que García ‘se muere de miedo’ porque el fiscal Pérez y el juez Richard Concepción -que ha enviado a prisión preventiva por 36 meses a Fujimori- demuestran que García perdió el control que el aprismo y el fujimorismo tenían sobre el sistema de justicia.
Por su parte, el diario Uno señala que los ‘tuits’ de García forman parte de una estrategia de impunidad que busca crear condiciones para declararse perseguido y conseguir asilo en otro país, para eludir así a la acción de la justicia.
‘Que quede bien claro: somos absolutamente respetuosos de la Constitución y la división de poderes. Debemos trabajar juntos en la lucha frontal contra la corrupción. En democracia, sin amenazas, ni blindajes’, escribió Vizcarra en Twitter.
Respondió así a insinuaciones difundidas por García desde España, donde radica, en las que se suma a la afirmación del polémico fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, de que el fiscal acusador de Fujimori, José Peláez, actúa por interés político en coordinación con el Gobierno.
“El Fiscal de la Nación denuncia que el fiscal Pérez tiene interés político coordinado con el gobierno. Se ha politizado la justicia. ¿Es un Golpe de Estado? El Presidente y su Primer Ministro, después de encarcelar a Keiko Fujimori, exigen al Congreso expulsar al Fiscal de la Nación. Han politizado la justicia. ¿Es un Golpe?”, escribía García en Twitter.
La demanda del presidente Vizcarra y su primer ministro, César Villanueva, de que renuncie Chávarry, es un reclamo que comparte la mayoría ciudadana.
La referencia de Vizcarra a los blindajes parece referida a la protección que el partido de Fujimori, Fuerza Popular (FP), brinda a Chávarry, cuyo proceso y destitución impide usando su bancada congresal mayoritaria con el fin de neutralizar al fiscal Pérez, que lo cuestiona.
El presidente declaró el lunes último, tras un pedido de diálogo de FP, que tiene proyectado dialogar con todos y que es partidario de la concertación, pero prioriza sobre esta la lucha contra la corrupción.
Las insinuaciones de García sobre un supuesto golpe fueron precedidas y secundadas por una campaña en Internet que acusa a Vizcarra de querer dar un golpe y clausurar el Congreso de la República, y llama a las fuerzas armadas a impedirlo.
El premier Villanueva, a su vez, dijo que FP debe tomar una decisión respecto a Chávarry, por ser el tema esencial para la corrupción, para después hablar sobre el diálogo, lo que García pretende interpretar como posible golpismo.
El parlamentario oficialista Juan Sheput comentó que la posición de García, cerrando filas con Chávarry y Fujimori, se debe a su preocupación porque el lunes próximo el parlamento debatirá el informa de una comisión anticorrupción sobre posibles sobornos de empresas brasileñas en Perú.
Pago de coimas
La compañía Odebrecht ha confirmado el pago de coimas bajo el último Gobierno de García (2006-2011) a funcionarios peruanos y no ha mencionado a Alan García, pero parlamentarios y analistas señalan que debe ser investigado por decisiones que tomó para sacar adelante un proyecto a la postre asignado a Odebrecht.
Los críticos de García dudan de que, teniendo una intensa relación con esa empresa, no supiera que pagaba sobornos a funcionarios de segundo nivel que recibieron diversas sumas, aunque en las cuentas de Odebrecht hay diez millones de dólares pagados cuyo receptor está pendiente de identificar.
Para Sheput, García ‘se está curando en salud, porque sabe que vienen los testimonios de testigos protegidos que van a comprometerlo a él y a buena parte de su Gobierno’.
El ex presidente del Congreso Daniel Abugattás apuntó que García ‘se muere de miedo’ porque el fiscal Pérez y el juez Richard Concepción -que ha enviado a prisión preventiva por 36 meses a Fujimori- demuestran que García perdió el control que el aprismo y el fujimorismo tenían sobre el sistema de justicia.
Por su parte, el diario Uno señala que los ‘tuits’ de García forman parte de una estrategia de impunidad que busca crear condiciones para declararse perseguido y conseguir asilo en otro país, para eludir así a la acción de la justicia.