Lamentan deterioro de la situación en Nicaragua
La mayoría de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) lamentó el miércoles el rápido deterioro de la situación en Nicaragua, que atraviesa una ola de protestas antigubernamentales que ha durado cinco meses y ha dejado más de 300 fallecidos, según organismos de...
La mayoría de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) lamentó el miércoles el rápido deterioro de la situación en Nicaragua, que atraviesa una ola de protestas antigubernamentales que ha durado cinco meses y ha dejado más de 300 fallecidos, según organismos de derechos humanos.
Un plan del presidente Daniel Ortega para reducir los beneficios a los pensionados desató las manifestaciones a mediados de abril. El Gobierno se retractó de la medida poco después, pero la “brutal represión” generó más turbulencias por el rechazo al gobierno izquierdista.
A principios de agosto, la OEA acordó la creación de un grupo de trabajo para buscar una solución pacífica a la crisis nicaragüense.
El miércoles, durante una sesión de su Consejo Permanente, 19 de los 35 países de la organización panamericana aprobó un proyecto para que el gobierno de Ortega cese la violencia y la violación a los derechos humanos, retome el diálogo y adelante las elecciones presidenciales. “Lamentablemente, la situación sigue deteriorándose a pesar de la creciente condena (...) y de los esfuerzos cínicos del gobierno de Nicaragua para disfrazar la verdad”, dijo el representante de Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo.
“Estados Unidos sigue apoyando la propuesta de elecciones justas y transparentes, elecciones tempranas son la única vía para la democracia y respeto de derechos humanos en Nicaragua”, agregó.
Otros países, como Canadá, Chile, Perú y Costa Rica, entre otros, se hicieron eco de los pedidos de Estados Unidos, mientras que Nicaragua, Venezuela y Bolivia rechazaron los exhortos argumentando que el país centroamericano es el único que puede decidir sobre sus asuntos internos.
Un plan del presidente Daniel Ortega para reducir los beneficios a los pensionados desató las manifestaciones a mediados de abril. El Gobierno se retractó de la medida poco después, pero la “brutal represión” generó más turbulencias por el rechazo al gobierno izquierdista.
A principios de agosto, la OEA acordó la creación de un grupo de trabajo para buscar una solución pacífica a la crisis nicaragüense.
El miércoles, durante una sesión de su Consejo Permanente, 19 de los 35 países de la organización panamericana aprobó un proyecto para que el gobierno de Ortega cese la violencia y la violación a los derechos humanos, retome el diálogo y adelante las elecciones presidenciales. “Lamentablemente, la situación sigue deteriorándose a pesar de la creciente condena (...) y de los esfuerzos cínicos del gobierno de Nicaragua para disfrazar la verdad”, dijo el representante de Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo.
“Estados Unidos sigue apoyando la propuesta de elecciones justas y transparentes, elecciones tempranas son la única vía para la democracia y respeto de derechos humanos en Nicaragua”, agregó.
Otros países, como Canadá, Chile, Perú y Costa Rica, entre otros, se hicieron eco de los pedidos de Estados Unidos, mientras que Nicaragua, Venezuela y Bolivia rechazaron los exhortos argumentando que el país centroamericano es el único que puede decidir sobre sus asuntos internos.