PT de Brasil: Con Lula hasta últimas consecuencias
El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil reiteró que llevará ‘’hasta las últimas consecuencias’’ la candidatura presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, preso político hace 123 días. La ratificación fue expresada por la presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffmann, al dar...
El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil reiteró que llevará ‘’hasta las últimas consecuencias’’ la candidatura presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, preso político hace 123 días.
La ratificación fue expresada por la presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffmann, al dar a conocer que Lula había invitado a la candidata del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Manuela D’Ávila, a sumarse a su fórmula como aspirante a la vicepresidencia de la República.
El convite hecho por Lula trae ‘una mujer, joven, con fuerza y vigor’, destacó anoche Hoffmann y recordó que ‘Manu cumplió un papel muy importante en la construcción de esa unidad para dar sustentación a Lula y a una alianza del campo progresista y popular’.
Esa coalición de fuerzas de izquierda incluye, además del PT y el PCdoB, a los partidos Republicano de la Orden Social (PROS) y de la Causa Obrera (PCO).
Las conversaciones entre los partidos definieron asimismo que, como táctica electoral y para asegurar la manifestación de Lula, la representación del candidato presidencial la asumirá el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.
Haddad y Manuela van a salir inmediatamente a recorrer Brasil con una agenda firme, fuerte; defendiendo un programa de gobierno progresista y popular, que el PCdoB, el PT y el PROS construyeron para este proceso y que contará también con el apoyo del PCO, anunció Hoffmann.
Por su parte, la líder nacional del PCdoB, Luciana Santos, subrayó que una vez más los dos partidos de izquierda están haciendo historia y ahora en momentos cuando el país está ante un escenario complejo desde que el proyecto nacional fue interrumpido por el impeachment fraudulento de la presidenta Dilma Rousseff.
A juicio de la dirigente comunista, lo ideal sería construir una alianza más amplia, con la participación del candidato del Partido Democrático Laborista (PDT) Ciro Gomes. ‘Mas, estamos haciendo el diseño del frente que fue posible construir’, afirmó.
Santos remarcó asimismo que las elecciones de octubre próximo ganan ‘una dimensión extraordinaria’ ante la urgente necesidad de derrotar la agenda anti-pueblo y anti-nacional impuesta por el gobierno que emergió del golpe de Estado (parlamentario-judicial) perpetrado contra Dilma.
Según el complejo acuerdo alcanzado entre los partidos, explicó el diario digital Brasil 247, la fórmula principal la integrarán Lula y Manuela, en caso que el exgobernante no sea privado de sus derechos políticos en una nueva etapa del golpe de 2016.
Si Lula fuera declarado inelegible por el Tribunal Superior Electoral, entonces Haddad concurriría como candidato presidencial, acompañado por Manuela como vice.
En opinión del editor del blog Tijolaco, Fernando Brito, la fórmula propuesta por el PT-PCdoB se abre hacia un campo que en esta elección está virtualmente abandonado: la juventud.
Haddad y Manuela, en la edad y en la imagen, le hablan a este sector inmenso de la sociedad con un rosto que la derecha no tiene y quiebran además la estética del ‘político convencional’’, valoró.
La ratificación fue expresada por la presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffmann, al dar a conocer que Lula había invitado a la candidata del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Manuela D’Ávila, a sumarse a su fórmula como aspirante a la vicepresidencia de la República.
El convite hecho por Lula trae ‘una mujer, joven, con fuerza y vigor’, destacó anoche Hoffmann y recordó que ‘Manu cumplió un papel muy importante en la construcción de esa unidad para dar sustentación a Lula y a una alianza del campo progresista y popular’.
Esa coalición de fuerzas de izquierda incluye, además del PT y el PCdoB, a los partidos Republicano de la Orden Social (PROS) y de la Causa Obrera (PCO).
Las conversaciones entre los partidos definieron asimismo que, como táctica electoral y para asegurar la manifestación de Lula, la representación del candidato presidencial la asumirá el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.
Haddad y Manuela van a salir inmediatamente a recorrer Brasil con una agenda firme, fuerte; defendiendo un programa de gobierno progresista y popular, que el PCdoB, el PT y el PROS construyeron para este proceso y que contará también con el apoyo del PCO, anunció Hoffmann.
Por su parte, la líder nacional del PCdoB, Luciana Santos, subrayó que una vez más los dos partidos de izquierda están haciendo historia y ahora en momentos cuando el país está ante un escenario complejo desde que el proyecto nacional fue interrumpido por el impeachment fraudulento de la presidenta Dilma Rousseff.
A juicio de la dirigente comunista, lo ideal sería construir una alianza más amplia, con la participación del candidato del Partido Democrático Laborista (PDT) Ciro Gomes. ‘Mas, estamos haciendo el diseño del frente que fue posible construir’, afirmó.
Santos remarcó asimismo que las elecciones de octubre próximo ganan ‘una dimensión extraordinaria’ ante la urgente necesidad de derrotar la agenda anti-pueblo y anti-nacional impuesta por el gobierno que emergió del golpe de Estado (parlamentario-judicial) perpetrado contra Dilma.
Según el complejo acuerdo alcanzado entre los partidos, explicó el diario digital Brasil 247, la fórmula principal la integrarán Lula y Manuela, en caso que el exgobernante no sea privado de sus derechos políticos en una nueva etapa del golpe de 2016.
Si Lula fuera declarado inelegible por el Tribunal Superior Electoral, entonces Haddad concurriría como candidato presidencial, acompañado por Manuela como vice.
En opinión del editor del blog Tijolaco, Fernando Brito, la fórmula propuesta por el PT-PCdoB se abre hacia un campo que en esta elección está virtualmente abandonado: la juventud.
Haddad y Manuela, en la edad y en la imagen, le hablan a este sector inmenso de la sociedad con un rosto que la derecha no tiene y quiebran además la estética del ‘político convencional’’, valoró.