ONU condena nuevo ataque mortal en Afganistán
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenóel jueves el ataque suicida del pasado martes contra la Dirección de Migrantes y Refugiados en Jalalabad, Afganistán, en el que murieron unos 15 civiles. Por medio de un comunicado, el titular de la ONU recalcó que cualquier...
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenóel jueves el ataque suicida del pasado martes contra la Dirección de Migrantes y Refugiados en Jalalabad, Afganistán, en el que murieron unos 15 civiles.
Por medio de un comunicado, el titular de la ONU recalcó que cualquier acción de este tipo dirigida deliberadamente contra civiles es injustificable y constituye una clara violación de la ley internacional.
Guterres extendió sus más profundas condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
Además, reiteró el respaldo de la ONU al pueblo y al Gobierno de Afganistán en su lucha por la paz y la reconciliación del país.
Entre las 15 víctimas mortales del atentado del 31 de julio figura un funcionario de la Organización Internacional para las Migraciones.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ordenó al ejército y a la policía intensificar la seguridad en la provincia de Nangarhar, después de ocurrir ese otro ataque mortal en Jalalabad.
También los funcionarios de salud de esa provincia, situada a 150 kilómetros al este de la capital afgana, expresaron su preocupación por el aumento de muertes de civiles en esa demarcación durante los últimos meses.
Un grupo de hombres armados lanzó una incursión armada en enero que duró más de siete horas contra la sede de la organización no gubernamental Savethe Children, en Jalalabad, que dejó al menos tres muertos y 20 heridos.
Afganistán vive una guerra de larga data, acentuada desde la invasión de Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en 2001.
Por medio de un comunicado, el titular de la ONU recalcó que cualquier acción de este tipo dirigida deliberadamente contra civiles es injustificable y constituye una clara violación de la ley internacional.
Guterres extendió sus más profundas condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
Además, reiteró el respaldo de la ONU al pueblo y al Gobierno de Afganistán en su lucha por la paz y la reconciliación del país.
Entre las 15 víctimas mortales del atentado del 31 de julio figura un funcionario de la Organización Internacional para las Migraciones.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ordenó al ejército y a la policía intensificar la seguridad en la provincia de Nangarhar, después de ocurrir ese otro ataque mortal en Jalalabad.
También los funcionarios de salud de esa provincia, situada a 150 kilómetros al este de la capital afgana, expresaron su preocupación por el aumento de muertes de civiles en esa demarcación durante los últimos meses.
Un grupo de hombres armados lanzó una incursión armada en enero que duró más de siete horas contra la sede de la organización no gubernamental Savethe Children, en Jalalabad, que dejó al menos tres muertos y 20 heridos.
Afganistán vive una guerra de larga data, acentuada desde la invasión de Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en 2001.