Grandes bancos están lucrando con actividades fraudulentas
Óscar Ugarteche, investigador titular Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM SNI/CONACYT (México) y Coordinador del Observatorio Económico Latinoamericano (OBELA), y Larry Vargas de la Universidad Autónoma de Puebla y del OBELA, observan que los grandes bancos están obteniendo...
Óscar Ugarteche, investigador titular Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM SNI/CONACYT (México) y Coordinador del Observatorio Económico Latinoamericano (OBELA), y Larry Vargas de la Universidad Autónoma de Puebla y del OBELA, observan que los grandes bancos están obteniendo ganancias “a través de actividades fraudulentas que son multadas, pero no criminalizadas”.
Esto se debe a una serie de “insuficiencias regulatorias”, tanto del sistema financiero nacional en EEUU como en el sistema financiero internacional, que no han sido corregidas ni siquiera después de la crisis de 2008.
¿Qué es lo que motiva a los bancos a operar atropellando las débiles leyes y regulaciones existentes? Ugarteche y Vargas dicen que son principalmente la búsqueda de ganancias y la compensación por las pérdidas resultado de la crisis del 2008. “Esto ha hecho que los controles internos pasen por alto este tipo de actividades. Las multas representan un monto menor en comparación con las ganancias obtenidas en las operaciones fuera de la ley”.
Así, les resulta a los grandes bancos mucho más rentable violar las regulaciones y pagar las multas, que son solo una fracción de lo que obtiene mediante estas prácticas. “Estamos ante un aparato financiero con algunas instituciones que pueden y otras que no pueden quebrar y hacen lo que quieren”, agregan.
Ganancias suben,
acciones bajan
Si bien las operaciones ilícitas referidas por los investigadores representan para grandes bancos sumas “ganancias extraordinarias”, ello no se refleja en el precio de sus acciones. Según datos del OBELA, las acciones de estos bancos han estado sufriendo un declive constante desde la crisis del 2008. Es el caso del Deutsche Bank, el Credit Suisse, UBS, Barclays, JPMorgan Chase, Citigroup, Morgan Stanley y Bank of America, por mencionar algunos.
“Aparentemente”, explican Urgarteche y Vargas, estos y otros grandes bancos “actúan de manera mafiosa, en colaboración con sus pares, donde el negocio no es otorgar créditos, sino realizar actividades ilegales junto con otros bancos pares con miras de obtener beneficios económicos extraordinarios y luego pagar la multa”.
En el caso de la banca europea, el premio al más “mafioso” se lo lleva el Deutsche Bank que, con 25 multas, continúa acumulando infracciones. Sólo en 2016, el banco alemán pagó 7.200 millones de dólares. Y eso que su multa fue reducida a la mitad gracias a su exabogado Jay Clayton, que desde 2017 es el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), nombrado por Donald Trump.
Además, según una investigación reciente de la Reserva Federal de EEUU y auditorías realizadas por la firma Freshfields, dicho banco parece estar asociado con el fraude de impuestos Cum-Ex en Europa y con lavado de dinero junto con Danske Bank, delitos por los que aún no se ha aplicado su respectiva multa.
Impunidad
Pese a todo esto, ningún funcionario de Deutsche Bank ha sido castigado penalmente. En EEUU se limitan a multar y en Europa, ni siquiera a eso. “Ahora que su abogado en Wall Street ha sido nombrado presidente del SEC merecen menos multas”, puntualizan Ugarteche y Vargas.
Los expertos en el tema han apuntado que la crisis financiera de 2008 fue producto de la creación de valores tóxicos operados internacionalmente y respaldados en hipotecas basura, impagas en EEUU.
“Sin embargo, la impunidad ante este modo de operación muestra que no hay aparato jurídico para castigarlo penalmente, ni voluntad. La crisis del 2008 fue impulsada por decisiones de la dirección de los bancos y por el comportamiento y la supervisión que, con el mantra de ganar-ganar, ignoraron los problemas y abusaron de la confianza de los depositantes e inversionistas”, advierten los investigadores de OBELA.
Otros bancos multados
Además del paradigmático caso del Deutsche Bank, el banco suizo Credit Suisse recibió una multa de 5.280 millones de dólares por litigios vinculados también a la crisis de las hipotecas subprime.
El banco británico Barclays tiene un proceso judicial abierto por su papel en la crisis de préstamos inmobiliarios tóxicos, según anunció el Departamento de Justicia de EEUU.
Asimismo, cuatro grandes bancos estadounidenses, JPMorgan Chase, Citigroup, Morgan Stanley y Bank of America, ya en 2016 aceptaron pagar un total de 40.000 millones de dólares para evitar acciones legales en su contra relacionadas también con la crisis de las subprime.
Pese a estos antecedentes, estos bancos gozan de buenas calificaciones de riesgo por parte de las agencias anglosajonas. Incluso la agencia de calificación Moody’s consideró algo positivo el acuerdo extrajudicial logrado por el Deutsche Bank.
Gracias a estas buenas calificaciones, estos y otros bancos reciben mil millonarias “inversiones” de distintos países y empresas del mundo, incluso de Bolivia.
¿Una nueva normalidad?
Para los expertos Ugarteche y Vargas, una gran interrogante es si esta nueva forma de operar por parte de los grandes bancos, donde rompen las leyes y se lavan las manos pagando multas, es la nueva normalidad mundial.
“Si los bancos demasiado grandes para quebrar saben también que son demasiado grandes como para que les pase nada en los tiempos en que el Estado no puede intervenirlos, como debería, sin duda. Aparentemente están por encima del código penal. Mientras tanto el precio de sus acciones es una fracción de lo que fue en el 2008 sin visos de recuperación”, sentencian.