Rodrigo Paz y el fin precipitado a un paso fugaz
Al contrario de sus apreciaciones, desde el diario El País creemos que no hubo mala intención en la gestión de Paz Pereira, sino una desconexión con la Tarija real y una manifiesta incapacidad ejecutiva para cumplir los compromisos adquiridos
El ya ex alcalde de Cercado, Rodrigo Paz Pereira, decidió despedirse rápidamente de la gestión municipal. Con ello se cierra una gestión liviana que tenía sensación de provisionalidad desde hace demasiado tiempo, algo que no le ha hecho bien al Municipio.
Paz Pereira podía haber renunciado cuando se presentó como candidato a primer Senador de Comunidad Ciudadana en febrero, como dice la Constitución, pues la venia de mantenerse en el cargo parte de una interpretación del Tribunal Constitucional del Pacto de San José, muy similar a la que utilizó el MAS para presentar a Evo Morales en 2019, pero decidió conservar la condición de candidato y ejecutivo con la “suerte” de que la pandemia se cruzó en su camino.
Desde el momento en que se convirtió en candidato a Senador por Comunidad Ciudadana, el Gobierno Municipal se convirtió oficialmente en una institución en interinato, pero desde antes ya se había percibido esa sensación dadas las pocas cualidades de Paz Pereira para la gestión. El ex alcalde, ya puestos, podía haber esperado hasta que le dieran su carta credencial, pero no quiso alargar la despedida.
Paz Pereira quiso volar en solitario, y entre la alargada sombra de Jaime Paz Zamora y la no menos de su antecesor, Óscar Montes, acaba retornando al nido de La Paz
En su alegato final, al ex alcalde y futuro senador se le ha ocurrido hablar de renovación pese a empezar citando su linaje político de casi un siglo; enumerar una gran cantidad de proyectos que, aun heredados, no se han podido culminar, y acabar cargando contra los medios de comunicación, a los que nos achaca su impopularidad y nos juzga como interesados de parte, que al parecer no es la misma que la suya, pues la nuestra es la de servir a Tarija.
Paz Pereira llevaba tanto tiempo como parlamentario – dos gestiones como diputado y una como Presidente del Concejo Municipal de Cercado – viniendo de tanta estirpe que apenas tuvo oposición cuando su entonces amigo Óscar Montes lo acabó nombrando sucesor. No tuvo ni que hacer campaña. La Alcaldía le cayó a sus manos como por herencia. Como sin querer también acabó ingresando a la alianza de Comunidad Ciudadana en 2019; sin darse cuenta se quedó solo y aprovechó para colocarse senador en franja de seguridad, y de nuevo casi sin hacer campaña – no hubo ni cierre en Tarija -, adentro.
De Paz Pereira se recordará su mástil, su intento de puente y, seguramente, su compadrazgo con el río Guadalquivir. En la campaña de 2015 ya aseguraban haber resuelto el problema del agua en Tarija y alardeaban de los hospitales de no sabemos cuántos niveles que se habían construido. Prometió arreglar el transporte – y subió los pasajes -, trasladar el botadero – y sembró árboles alrededor – y descentralizar la gestión – y se mudó a Salamanca para estar más tranquilo. No hubo tercera circunvalación, ni avenida ecológica, ni planta de San Luis – sí, parece, de San Blas – ni ciudad inteligente – si camaritas-.
Paz Pereira quiso volar en solitario, y entre la alargada sombra de Jaime Paz Zamora y la no menos de su antecesor, Óscar Montes, acaba retornando al nido de La Paz tras una década que el tiempo se encargará de juzgar. Cuando llegó la hora de Rodrigo Paz, se entrampó.
En cualquier caso, y al contrario de sus apreciaciones, desde el diario El País creemos que no hubo mala intención en la gestión de Paz Pereira, sino una desconexión total con la Tarija real y una manifiesta incapacidad ejecutiva para llevar adelante los compromisos adquiridos.
Quizá desde La Paz, con el mayor tiempo disponible que le dará el ser oposición, el exalcalde pueda comprender y, tal vez, gestionar algunos proyectos para Tarija, que falta le hacían. Desde luego, le deseamos la mejor de las suertes en ese empeño.
