El cambio climático en la mira
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esto se debe por lo general a causas naturales, pero también a la acción del hombre. De esta manera se producen muy diversas escalas de tiempo, hay cambios de temperatura, precipitaciones, nubosidad, entre otros. Son...
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esto se debe por lo general a causas naturales, pero también a la acción del hombre. De esta manera se producen muy diversas escalas de tiempo, hay cambios de temperatura, precipitaciones, nubosidad, entre otros.
Son muchos los recuerdos que tienen los adultos mayores sobre la antigua Tarija y su insuperable clima, así cuentan sobre las extensas tardes a orillas del río Guadalquivir con un sol que arrullaba y no quemaba como ahora.
“He disfrutado bastante del río, recuerdo que en una playita de arena hacía pequeños castillos con la espalda descubierta al sol, nunca nos quemaba, hoy es diferente”, nos contó Freddy Gómez un taxista de 65 años.
Recordó también que antiguamente las estaciones eran muy marcadas, por lo que los habitantes de la chura tierra sabían muy bien cómo vestir sin pasar contratiempos. Hoy todo es diferente. La acción del hombre ha hecho huella en el mundo, en nuestro país y en nuestra tierra.
En 2015 el fenómeno del niño azotó al país e intensificó la sequía, sumado a esto la contaminación de los ríos, la contaminación minera y el crecimiento desordenado de las ciudades agravan el problema
Hace unos años la investigación del programa ND-GAIM Country Index, del proyecto Iniciativa de Adaptación Global de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos) revelaba que Bolivia es el segundo país más vulnerable de Sudamérica y el quinto menos preparado para mitigar los daños del cambio climático.
Este dato corrobora lo que hace un par de años advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU): que Bolivia era uno de los países más expuestos al fenómeno del calentamiento global.
De acuerdo a la ONU “la vulnerabilidad medioambiental de Bolivia se debe de manera fundamental a la existencia de ecosistemas variables, una creciente deforestación y una falta de información científica para afrontar el problema del cambio climático”.
En 2015 el fenómeno del niño azotó al país e intensificó la sequía, sumado a esto la contaminación de los ríos, la contaminación minera, el crecimiento desordenado de las ciudades, los chaqueos indiscriminados, constituyen un problema agravante que tiene su efecto en el clima.
A menudo escuchamos a diversas personas quejarse de lo desastres naturales y del clima cambiante, pero ¿qué hacemos para frenar todo esto? La respuesta es nada, pues peor aún el 99% de la población aporta a agrandar el problema y como siempre los problemas medioambientales poco importan a las diferentes instancias de gobierno y ahí estamos siempre quejándonos de lo que no hacemos.
Ya es hora concentrarse en este problema
Son muchos los recuerdos que tienen los adultos mayores sobre la antigua Tarija y su insuperable clima, así cuentan sobre las extensas tardes a orillas del río Guadalquivir con un sol que arrullaba y no quemaba como ahora.
“He disfrutado bastante del río, recuerdo que en una playita de arena hacía pequeños castillos con la espalda descubierta al sol, nunca nos quemaba, hoy es diferente”, nos contó Freddy Gómez un taxista de 65 años.
Recordó también que antiguamente las estaciones eran muy marcadas, por lo que los habitantes de la chura tierra sabían muy bien cómo vestir sin pasar contratiempos. Hoy todo es diferente. La acción del hombre ha hecho huella en el mundo, en nuestro país y en nuestra tierra.
En 2015 el fenómeno del niño azotó al país e intensificó la sequía, sumado a esto la contaminación de los ríos, la contaminación minera y el crecimiento desordenado de las ciudades agravan el problema
Hace unos años la investigación del programa ND-GAIM Country Index, del proyecto Iniciativa de Adaptación Global de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos) revelaba que Bolivia es el segundo país más vulnerable de Sudamérica y el quinto menos preparado para mitigar los daños del cambio climático.
Este dato corrobora lo que hace un par de años advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU): que Bolivia era uno de los países más expuestos al fenómeno del calentamiento global.
De acuerdo a la ONU “la vulnerabilidad medioambiental de Bolivia se debe de manera fundamental a la existencia de ecosistemas variables, una creciente deforestación y una falta de información científica para afrontar el problema del cambio climático”.
En 2015 el fenómeno del niño azotó al país e intensificó la sequía, sumado a esto la contaminación de los ríos, la contaminación minera, el crecimiento desordenado de las ciudades, los chaqueos indiscriminados, constituyen un problema agravante que tiene su efecto en el clima.
A menudo escuchamos a diversas personas quejarse de lo desastres naturales y del clima cambiante, pero ¿qué hacemos para frenar todo esto? La respuesta es nada, pues peor aún el 99% de la población aporta a agrandar el problema y como siempre los problemas medioambientales poco importan a las diferentes instancias de gobierno y ahí estamos siempre quejándonos de lo que no hacemos.
Ya es hora concentrarse en este problema
