El calor de la solidaridad

El Senamhi anunció que desde el 20 de mayo se comenzarán a sentir las temperaturas más frías, pero además de anunciar un bajón brusco informó que esta gestión las temperaturas serán las más bajas de los dos últimos años y que el mes de julio será el peor de todos. Desde hace un mes...

El Senamhi anunció que desde el 20 de mayo se comenzarán a sentir las temperaturas más frías, pero además de anunciar un bajón brusco informó que esta gestión las temperaturas serán las más bajas de los dos últimos años y que el mes de julio será el peor de todos.
Desde hace un mes algunas organizaciones en Tarija comenzaron campañas solidarias para ayudar a los que no tienen techo, pero también el frío despertó la solidaridad de unos cuantos ciudadanos que recorren la ciudad con comida caliente y frazadas.

El Gobierno Municipal habilitó tres albergues para brindar cobijo a las personas en situación de calle. Los hospedajes provisionales están ubicados en el barrio 12 de Octubre, puente Bicentenario y un tercero en la zona Pedro Antonio Flores.
El comandante de la Guardia Municipal Edson Rojas informó que realizan recorridos por diferentes calles de la ciudad para trasladar a las personas en situación de calle a los albergues.

Pero eso no es todo, a pesar del esfuerzo de las autoridades y de algunas organizaciones, allá en la esquina de nuestra cuadra hay alguien que tirita de frío, lo mismo en la puerta de nuestra iglesia o hasta en la calle que nos lleva a nuestra universidad o empleo.
Seamos sinceros. Nadie discute la satisfacción que genera el ayudar en cualquiera de todas sus formas, pero eso no quita que no requiera de esfuerzo y sacrificio. En muchos casos implica dejar de compartir tiempo con la familia, con amigos o dedicar fines de semana enteros a una acción solidaria.

La solidaridad es asumir la causa o intereses ajenos en momentos difíciles. Ser solidario implica preocuparse por el bienestar de los demás y tomar la elección de actuar y colaborar para conseguirlo.

Por desgracia, en los tiempos que estamos, vivimos miles de conflictos y muchos de ellos se originan por falta de solidaridad, lo que induce a la insensibilidad, egoísmo, indiferencia, apatía y un gran afán de destacarse pisoteando a los demás, con el convencimiento de que el mundo está hecho de ganadores y perdedores.

La solidaridad es un valor de mucha importancia para el género humano, pues gracias a ella la humanidad ha logrado sobrevivir y salir adelante luego de los más terribles desastres (guerras, pestes, incendios, terremotos, inundaciones, etc.).

A muchos de nosotros -aunque no lo queramos reconocer a veces- nos sobra ropa en nuestro armario. Se nos acumulan y acumulan prendas. Donar ropa es una de las opciones más viables para las personas que aunque no disponen de muchos recursos, pueden colaborar ofreciendo cosas que ya no necesitan o no usan.

En Tarija año tras año muere gente en las calles por hipotermia y hay algo que también debemos dejar en claro, y es que muchas personas en situación de calle no se animan a ir a los albergues a pesar de la presión de la Policía Municipal. No lo hacen por temor, pues si algo les ha quedado claro es el desprecio de mucha gente, factor que les ha infundido miedo. Y ahí están durmiendo entre cartones.

Mientras, nosotros estamos en nuestros confortables hogares, ojalá que cuando nos dirigimos a apagar la caldera, poner la estufa o subir el termostato de la calefacción, se nos escape un suspiro de piedad por esos pobres que pasan frío. Y ojalá que ese suspiro se convierta en una acción de ayuda, desde donde estemos y con las posibilidades que tengamos.

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