Pese a la crisis económica y a las restricciones de movilidad
Compatriotas en el extranjero no dejan de enviar remesas
La llegada de remesas desde exterior comenzó a recuperarse luego de los peores meses de confinamiento. Los aportes de los trabajadores bolivianos que están en otros países son importantes para la economía nacional



Como era de esperar, la crisis económica global también tuvo repercusiones sobre los envíos de dinero que realizan trabajadores migrantes hacia sus países de origen. Bolivia no fue la excepción, y en 2020 el nivel de las remesas percibidas cayó considerablemente, hasta alcanzar niveles similares a los de 2015.
Sin embargo, si bien la caída de las remesas del pasado año en relación al 2019 fue muy profunda –en especial entre los meses de marzo y julio–, ya en el mes de septiembre estos envíos volvieron a ser superiores a los registrados el mismo mes de un año antes. Y aunque ese incremento no fue suficiente para compensar la caída del primer semestre, permitió amortiguar la disminución de excedentes que el país recibe por este motivo.
Es así que vale la pena reconocer el esfuerzo que están realizando miles de compatriotas en otros países del mundo, que luego del momento más duro de la pandemia, siguen haciendo envíos de recursos que ayudan a aminorar el efecto de la crisis económica en el país.
La recuperación de las remesas
Como se sabe, Bolivia es receptora neta de remesas; lo que significa que los trabajadores bolivianos que están fuera del país mandan más dinero desde el exterior que lo que mandan desde Bolivia trabajadores extranjeros hacia sus países de origen.
Entre 2017 y 2019, el país recibió un promedio mensual por concepto de remesas de 113 millones de dólares. Es decir, más de 1.350 millones de dólares anuales.
Sin embargo, en los meses más fuertes de la cuarentena, estos envíos disminuyeron fuertemente. Según datos del Banco Central de Bolivia, en marzo del pasado año el país ya registró una caída del 29 por ciento respecto a las remesas recibidas en marzo de 2019. Para el mes de abril la caída llegó a su punto más álgido, un 71% menos respecto al mismo mes de un año antes.
Sin embargo, en los siguientes meses la situación se fue revirtiendo. A tal punto que el mes de septiembre las mismas llegaron a ser incluso un 5% más elevadas que en septiembre de 2019, margen que se mantuvo en los siguientes meses.
Cambios en la composición de las remesas
La pandemia ha tenido repercusiones diferenciadas a lo largo y ancho del planeta, lo que al mismo tiempo ha afectado de manera distinta a los trabajadores migrantes. Esto se puede confirmar si se compara la composición de las remesas por lugar de origen.
Si bien en el mes de diciembre de 2020, Bolivia recibió 136 millones de dólares por concepto de remesas –7 millones más que en diciembre de 2019–, en términos relativos estos envíos se incrementaron desde países como España, Estados Unidos y Chile.
En cambio, la participación relativa de los envíos de remesas desde Argentina y Brasil se redujo. Si en diciembre de 2019 el 6,9% de las remesas que Bolivia recibía provino de Argentina, para diciembre de 2020 estas representaban el 4,8% del total de las remesas. En el caso de Brasil, la caída fue similar, de tres puntos porcentuales entre los mismos meses.
Ya sea por las estrictas medidas de confinamiento en Argentina, por la desastrosa gestión de la pandemia en Brasil o porque ambos son destinos de migración boliviana en condiciones más precarias, lo cierto es que los compatriotas en esos países están teniendo más dificultades para enviar recursos al país.