Capitalismo y agroindustria prevalecen en la Cumbre
Mientras el gobierno y la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) calificaron a la Cumbre Agropecuaria como “extraordinaria” y “positiva”, los sectores del Pacto de Unidad (PU), que concentra a las principales organizaciones sociales, campesinas e indígenas, no podían ocultar sus caras...



Y es que estas organizaciones, sumadas a decenas de agrupaciones de pequeños productores, habían llegado al encuentro con un documento firmado por todos ellos, en el cual dejaban claro su posicionamiento.Parte del documento señalaba que “Los precursores de la ‘revolución verde’ pretenden mantenernos en una situación de colonizados y dependientes permanentes de los intereses del lucro y poder, de las multinacionales de semillas, agroquímicos y transgénicos, ya que en los últimos años en Bolivia se incrementó en un 500% la importación de los mismos, provocando la erosión de la Agricultura Andina Amazónica”.Ante la revelación del propio presidente de la CAO, Julio Roda, de que los transgénicos “ya vienen siendo consumidos por el pueblo boliviano”, en el mismo texto del PU se exigían “la reversión inmediata de esta tecnología y el desarrollo y difusión de alternativas agroecológicas para contrarrestar los pasivos ambientales de los monocultivos”.En la clausura del evento, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que “los acuerdos de esta Cumbre son mandatos para el Gobierno”. Pero respecto a los transgénicos no hubo un mandato. Quedaron dos posiciones antagónicas que seguirán siendo discutidas y resueltas más adelante.La primera postura apunta a una coexistencia entre producción transgénica y orgánica.La segunda opción es mantener la prohibición de los transgénicos, en consistencia con las normas actuales, y aplicar sanciones contra quienes emplean maíz transgénico por estar contra la normativa.En caso de que no se pudiera dirimir esta cuestión, hay consenso en ir a un referéndum para que la población boliviana en su conjunto tenga la palabra final.Sin embargo, Cancio Rojas, arquiri apu mallku del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) “Orgánico”, afirmó que “el Gobierno y los agroindustriales tienen todas las armas a su favor. Eso ya lo han evaluado: tienen a su disposición el Tribunal Electoral, los medios de comunicación. Pueden hacer campañas para tergiversar, elaborar las preguntas a su antojo”.Rojas enfatizó que “ya está comprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que los agrotóxicos vinculados a los transgénicos provocan cáncer. Pero hay un contubernio entre los empresarios y Monsanto para enfermar a la gente y seguir llenando los bolsillos de las empresas farmacológicas”, y denunció que “el Gobierno es cómplice de esta situación. Lo único que quiere es que haya ingresos económicos, como en la minería y los hidrocarburos, para manejar a la gente”.Por su parte, Roda considera que si se legalizan los transgénicos, hasta 2025 se logrará un crecimiento del 132% en la superficie cultivada, pasando de 3,7 millones de hectáreas en esta gestión a 8,6 millones de ha en 2025. Mientras que en producción estima alcanzar un incremento de 141%, pasando de 16,08 millones de toneladas a 38,79 millones en los próximos diez años.Estas cifras están en consonancia con los objetivos del Gobierno de ampliar en un 130 por ciento más de producción, aunque el gobierno es más ambicioso pues quiere lograrlo en apenas cinco años.Dudan de la aplicabilidad de algunos acuerdosEn cuanto a los consensos logrados en la Cumbre, donde destacan la ampliación de frontera agrícola y del volumen de producción, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), considera que las pretensiones del gobierno y agroindustriales son poco realistas.“Entre 2003 y 2013 el país tuvo el mayor incremento de la superficie cultivada con un total de 1,2 millones de hectáreas”, que en el mejor de los casos ha significado una tasa de crecimiento anual de ampliación de la frontera agrícola de 4.4%, cifra considerablemente inferior al objetivo propuesto por el gobierno”, destaca el Cedla, y afirma que para lograr el objetivo la tasa debiera ser de 14.1% anual.Lo mismo acontece en relación a la producción: “en los últimos diez años, el incremento alcanzó a 5.500.000 toneladas métricas, aproximadamente, 500.000 de toneladas por año, cifra también inferior al volumen adicional próximo a tres millones de toneladas anuales requeridas para triplicar la producción hasta 2025”.“Para lograr una producción de 45 millones de toneladas, el año 2025, se requeriría incrementar la tasa de crecimiento de la producción agrícola al 9,8% anual, cuando la tendencia en estos últimos 22 años revela una tasa de 4,2% anual”, detalla el Cedla.Respecto a incrementar la producción a través de los transgénicos, el Cedla considera que este planteamiento de la CAO carece de una base material que los sustente: “información de la Anapo refiere que el cultivo de soya subió sus rendimientos de 1,8 toneladas métricas por hectárea el 2005 (año en que únicamente el 21% de superficie cultivada estaba sembrada con soya transgénica) a 2,3 el año 2013 (año con 100% de soya transgénica en la siembra)”, significando un incremento de apenas 0,5 toneladas métricas por hectárea durante ese periodo. ¿Qué cultivos aumentarían en los próximos 10 años? Según las predicciones del Cedla, no serán precisamente alimentos los cultivados gracias al acuerdo Gobierno-CAO.Según cifras oficiales, los cultivos de soya, girasol y sorgo en grano (predominantemente de exportación) son los que, durante los últimos años, han posibilitado los mayores incrementos en superficie cultivada: el 82% y 66% de tales incrementos en los periodos 1992-2002 y 2003-2013, respectivamente, fueron para estos cultivos. Dadas estas tendencias, influidas de manera determinante por el comportamiento de precios en el mercado mundial, el Cedla considera que la expansión futura de superficies cultivadas se centrará en la soya, principalmente.En cuanto a producción, los datos oficiales también muestran que son tres los cultivos que lideran el incremento: la caña de azúcar, la soya y el sorgo en grano, cuyos volúmenes de producción representaron el 72% del incremento de producción en el periodo 1992-2002, y el 80% en el periodo 2003-2013.Al respecto, según el Cedla, “el significativo predominio de la producción de caña de azúcar durante este último periodo ha sido impulsado por una mayor demanda del mercado alcoholero, esta tendencia viabilizará los próximos incrementos en los volúmenes de producción”.“Si tomamos en cuenta el escenario de crisis, que atraviesa la economía mundial y, las estimaciones del Banco Mundial respecto a las fluctuaciones de precios de los principales commodities entre los años 2014 y 2025, es posible deducir que los precios de soya y azúcar no gozarán incrementos. Por tanto, una ampliación de superficies cultivadas para estos cultivos no tendría, como se supone, un escenario de precios en alza”, enfatiza.