Analistas temen retrocesos por gobiernos de Brasil y Uruguay
Varios analistas coinciden en señalar que los nuevos gobiernos de Brasil y Uruguay, están encaminándose hacia un retroceso que desorienta a su electorado y “hace el juego al imperialismo”, lo que, según el sociólogo estadounidense, James Petras, será muy dañino “para la imagen de...



Sobre Brasil, Petras advierte que “los avances que consiguieron las clases populares han retrocedido y el gobierno ha dado peso a Joaquim Levy –como ministro encargado de la Economía- un neoliberal fanático”, para llevar adelante recortes a los programas sociales, las pensiones, los salarios, los programas de apoyo a la pobreza, entre otros.El coordinador del Movimiento Sin Tierra de Brasil, Joao Pedro Stedile, también señaló que el gobierno de Dilma Rousseff empezó mal, ya que además del “neoliberal” Ministro de Economía, el gabinete cuenta con la destacada representante del agronegocio, Kátia Abreu, en la estratégica cartera del Ministerio de Agricultura.Los recientes escándalos de corrupción en Petrobras, donde se conoció de millonarios sobornos a diputados del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y a miembros del gobierno, también ensombrece el panorama para la izquierda en el vecino país, afirma Petras.“Los diputados del PT y sus socios en el gobierno ya son millonarios, han cobrado tantas coimas que tienen segunda y tercera casa, y segundo y tercer amante, y tres o cuatro autos de lujo. Son oligarcas en todo sentido y han perdido el respeto y la legitimidad entre la mayoría”, sentencia el sociólogo.Pero el daño mayor es “el deterioro total del partido, la imagen del PT como un partido de centro izquierda, porque no hay nada de progresista con los corruptos. Y la combinación de corrupción arriba y recortes abajo, va a desgastar al Partido de los Trabajadores, y creo que en las próximas elecciones van a sufrir golpes contundentes”, insiste el analista.En el caso de Uruguay, los virajes comenzaron a notarse cuando el flamante vicepresidente, Raúl Sendic, hijo del principal dirigente guerrillero, refiriéndose a la situación en Venezuela, dijo que “Ellos (el gobierno de Nicolás Maduro) están hablando de injerencias externas. Nosotros no tenemos elementos para poder acompañar esa afirmación”.Antes, el nuevo canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, que fue vicepresidente en el primer gobierno de Tabaré Vázquez, marcó una ruptura con la tendencia representada por el gobierno saliente de José Mujica, cuando en una especie de crítica a éste, dijo que en el Mercosur debería primar lo comercial antes que las “visiones presuntamente ideológicas”.Al respecto, conocidos analistas como el argentino Raúl Zibechi, consideran que “mientras Mujica tiene una clara orientación latinoamericana y regional, a favor del Mercosur y la Unasur, el gobierno de Vázquez parece inclinado a repetir el acercamiento a Estados Unidos que ensayó en su primer gobierno (2005-2010), frustrado por una potente movilización social”.El propio Mujica, en una de sus últimas entrevistas como presidente, en febrero pasado, ya había adelantado que el nuevo canciller no tendría “el perfil latinoamericanista y puede ser una de las contradicciones que tenemos dentro del frente”.En este sentido, Zibechi ve que el nuevo gobierno de Vázquez está marcado por “distancias crecientes con el Mercosur y mano tendida a los gobiernos que conforman la Alianza del Pacífico (Perú, Colombia, México y Chile)”, y que si consuma esta alianza “estaría dando un golpe mortal al Mercosur y a la integración regional”.
La izquierda uruguaya criticó a José Mujica
El acercamiento a EEUU, entre otras actitudes “reaccionarias” por parte del expresidente José Mujica, ha sido también blanco de duras críticas desde el ala izquierdista del gobernante Frente Amplio (FA).José Luis Perera, viejo militante del FA, indicó que “dos de los aspectos que podían significar un giro a la izquierda fueron expresamente desechados y frenados por el propio Mujica: la instalación de una constituyente y el frigorífico multimodal”.También criticó que Mujica no haya cumplido “con el retiro progresivo de las tropas de Haití”, así como el papel jugado por el expresidente “en el bochornoso proceso de la anulación de la ley de impunidad, yendo al Parlamento a convencer a los parlamentarios del FA que no votaran la anulación de la ley –contra lo decidido en todas las instancias orgánicas del FA”. Este accionar “fue lamentable y patético”, dijo.Perera destaca como algo positivo el rol jugado por Mujica “en la liberación de los presos de Guantánamo, el refugio a ciudadanos sirios, y la condonación de la deuda a Cuba (si es que se concreta)”, pero también identifica un papel dual respecto a la política exterior.“Si bien estuvo cerca de los latinoamericanos, también siguió su acercamiento con los EEUU y con los grandes magnates e inversores extranjeros. Extranjerizó más aún la tierra, nos llenó de transgénicos y pesticidas que están contaminando el agua y el aire y metió capitales privados como nunca aún a costa de contaminar nuestro suelo y fuentes acuíferas...pasteras, forestación, minería, etc”, lamentó Perera.Pese a estas críticas, Zibechi considera que el gobierno de Mujica todavía mantenía un perfil latinoamericano: “La alianza estratégica de Brasil con Argentina y Venezuela es uno de los motores de la soberanía de la región. La Alianza del Pacífico, por el contrario, remacha la dependencia”.Alejarse de EEUU “no significa alinearnos con dirigentes como Putin, Xi Jinping, Rousseff o Narendra Modi”, aclara Zibechi, pero advierte que “el más elemental antimperialismo, que dejó de ser seña de identidad de muchas izquierdas, implica oponernos a cualquier alineamiento con la política de Washington”.