Menos del 20% del presupuesto será para la exploración
Según el programa de inversiones 2015, difundido por YPFB, se tiene proyectado invertir un monto de 2.400 millones de dólares en toda la cadena hidrocarburífera del país.



De este monto, casi el 40 por ciento (957,2 millones de dólares) será para incrementar la explotación/producción, mientras sólo el 19,7 por ciento (472,8 millones) será destinado a exploración.El resto del presupuesto anunciado por YPFB será invertido en otros proyectos como en refinación, industrialización, transporte, redes de gas, entre otros.Según el nuevo ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, YPFB invertirá más de 5.000 millones de dólares en exploración entre 2015 y 2020, para aumentar en 7 Trillones de Pies Cúbicos (TCF) las reservas de gas del país.Pero éste año, si bien el monto asignado para exploración es superior en 34 por ciento (160.8 millones de dólares adicionales) a lo presupuestado el 2014, analistas aun lo consideran insuficiente, especialmente considerando que el último informe oficial de reservas certificó apenas 10 TCF.De hecho, el nivel de reservas tampoco son suficientes para garantizar un nuevo contrato de exportación de gas a Brasil en un contrato a 25 años en similares condiciones a las actuales, peor aun considerando que en los próximos años se debe garantizar también la materia prima para los proyectos industrializadores en Bulo Bulo (urea y amoniaco), Tarija (propileno-polipropileno) y Santa Cruz (etileno-polietileno).La situación pone de relieve el dilema entre seguir exportando gas como materia prima o industrializarlo, especialmente si se toma en cuenta el planteamiento de Sánchez, de avanzar en la industrialización y exportación de productos con valor agregado a fin de convertir a Bolivia en el Centro Energético de la región.Sea para exportar, industrializar o ambos, la exploración es una tarea que no puede quedar relegada. Pero analistas como Bernardo Prado han advertido en reiteradas ocasiones que los montos que YPFB suele destinar a exploración son irrisoriamente bajos, especialmente considerando que los resultados de los trabajos de exploración suelen aparecer después de varios años de intensa actividad, por lo que recomiendan invertir montos mayores y a la brevedad posible.El monto presupuestado para exploración también es considerado por los expertos como irrisoriamente bajo (472,8 millones de dólares) cuando se toma en cuenta que los ingresos por exportación de gas natural alcanzaron los 6.089 millones de dólares en la gestión 2014, según información del propio Viceministro de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Álvaro Arnez.
Aún no hay nada sobre una reserva estratégica
En este año se tiene planificado el mantenimiento de la producción en niveles similares que la gestión 2014 de acuerdo a los compromisos asumidos en los Programas de Trabajo y Presupuesto.Como es sabido, según datos oficiales Bolivia tiene actualmente una producción de 64,75 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas natural, pero sólo utiliza 58,47 MMmcd tanto en exportación (en 2014 Bolivia exportó un promedio de 32,6 MMmcd a Brasil y a la Argentina de 16 MMmcd) como en el mercado interno (aproximadamente 10 MMmcd).Estas cifras dan un excedente promedio de 6,28 MMmcd, a lo que se sumó la producción de la planta Itaú, inaugurada hace un año, y que permitió aumentar la producción del campo San Alberto de 12 MMmcd a 17,7 MMmcd, cuya producción, junto con la de Sábalo, alimentan la demanda de Brasil.Con ello, la capacidad de producción de gas se elevó en 2014 a 67 MMmcd, y según el expresidente de YPFB, Carlos Villegas, el objetivo es de “tener una capacidad de procesamiento de 97.9 MMmcd” en los próximos años.En 2016 se tiene previsto el incremento en la producción de hidrocarburos con el ingreso del campo Aquio – Incahuasi en su primera fase con 6,5 MMmcd y en una segunda fase con otros 6,5 MMmcd adicionales, haciendo un total del campo de 13 MMmcd.Estos anuncios contrastan con la crónica falta de planificación de una reserva estratégica de gas que le permita a Bolivia asegurar la provisión del mercado interno como los proyectos de industrialización, que se prevé sean la próxima billetera del país. Distintos expertos insisten en que se debe priorizar una reserva estratégica de por lo menos 20 años.Adicionalmente, considerando que hoy en día gran parte de la economía de las ciudades y de la población en general, especialmente en las grandes ciudades, está en base al gas (transporte, industrias, hogares, etc.), los expertos consideran que vaciar nuestras reservas aceleradamente es sumamente riesgoso y plantean reducir las exportaciones.