El fantasma de la energía nuclear; ¿es necesaria?
La intención de Bolivia de ser el corazón energético de Sudamérica da de qué hablar por todos los frentes. Actualmente el país demanda cerca de 1.200 megavatios (MW), y según el presidente Morales ya está casi en capacidad de generar 1.424 MW, excedente que se planea exportar a la...



se prevé que en 2020 la demanda alcance los 2.000 MW y que la oferta sea de 3.000 MW (gracias a varios proyectos de energía renovable), dejando un excedente de más de 800 MW para exportación, considerando que se requiere una reserva al menos 10% para el consumo interno.¿Va a ser necesario producir energía nuclear para cubrir y sobrepasar la demanda interna? Según el Ministro de Energía e Hidrocarburos, Juan José Sosa, en su intervención en la VI Feria Internacional del Gas y Energía (Figas), llevada a cabo en Tarija a finales de noviembre, el Gobierno está trabajando en proyectos de energías alternativas. Recordó que en Pando se entregaron los primeros 2 MW de electricidad a través de paneles solares y adelantó que se estima obtener otros 3 MW hasta enero de 2015 (logrando cubrir así 5 de los 9 MW que demanda la ciudad de Cobija), y que se tiene previsto más adelante instalar también en Oruro una central de energía solar fotovoltaica que generará 20 MW de electricidad. También se está ejecutando un proyecto de energía eólica en Qollpana (Cochabamba): por ahora es una planta piloto de dos turbinas que en total generan 3 MW y se prevé seleccionar hasta mediados del próximo año a una empresa para que amplíe esa planta con 21 MW adicionales. Tarija también espera aportar en un futuro con unos 100 MW de energía eólica generada en La Ventolera, si es que se logra concretar del todo este proyecto. La energía geotérmica (producida por el calor de la tierra) está por desarrollarse en Laguna Colorada (Potosí), donde en la primera fase se generará 50 MW y se prevé alcanzar a 100 MW, con una inversión de 200 millones de dólares. Pero los pesos pesados en la generación de energía renovable están en la hidroelectricidad a gran escala: para los próximos cinco años está previsto que entren en operación los proyectos hidroeléctricos de Misicuni (120 MW), San José (120 MW) y Miguillas (160 MW).Esto sin contar con el proyecto de Rositas, en Santa Cruz, que el Gobierno espera logre la espectacular cifra de 600 MW, aunque tal vez éste sea uno de los proyectos que más vaya a tardar. Si todo avanza como está previsto, Bolivia tendría energía de sobra sin necesidad de la energía nuclear.¿Podría ser factible la energía nuclear? Según un artículo de Luis Vásquez Medina, publicado en junio de 2006 por la revista Resumen Ejecutivo de Executive Intelligence Review (EIR), la Junta de Energía Atómica de Perú y la empresa estadounidense General Electric determinaron, a principios de 1960, la plena factibilidad de industrializar el altiplano boliviano y peruano con la instalación de una central nuclear de nada menos que 100 mil megavatios (MW) de capacidad a orillas del lago Titicaca. Aunque en el mismo documento se dice que la capacidad sería de 100 mil kilovatios (kW), que es en realidad sólo 100 MW. El gobierno boliviano estima una inversión de más de 2.000 millones de dólares hasta 2025 para construir la primera central nuclear del país. Sin embargo, voces de detractores consideran que una planta Nuclear en Bolivia con una capacidad de producción de 100 MW, estaría aproximadamente en el orden de 8.000 a 10.000 millones de dólares, haciendo que el costo resulte alrededor de 4.000 dólares por kW instalado, considerado muy caro hasta para exportar, y mencionan un caso en Brasil, donde, dicen, las obras de una planta nuclear con 1350 MW supuestamente terminarían costando cerca de 4.900 millones de dólares. Valdrá la pena mucha más claridad en las explicaciones de las autoridades nacionales sobre la factibilidad económica y financiera de este potencial emprendimiento.
¿Es realmente deseable la energía nuclear?
Ecologistas y detractores de la energía nuclear dicen que las centrales demandan un alto costo de construcción y mantenimiento, pero que uno de los principales inconvenientes de la energía nuclear es la generación de residuos altamente radiactivos y su dificultad para gestionarlos, al ser muy difíciles de eliminar, ya que tardan cientos o miles de años (según el tipo de actividad) en perder su radiactividad. Su almacenaje es una de las cuestiones que más enfrentamientos provoca por el peligro de fugas radiactivas y su alto costo. Por algo la propia Constitución Política del Estado de Bolivia, en su artículo 344 parágrafo I, dice textualmente que “Se prohíbe la fabricación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares en el territorio boliviano, así como la internación y depósito de residuos nucleares y desechos tóxicos”. Cabe recordar que, tras el accidente de Fukushima en 2011, Alemania decidió cerrar inmediatamente ocho plantas nucleares, las nueve restantes instaladas en el país deberán estar fuera de servicio para el año 2022 y deben ser reemplazadas por fuentes de energía renovables como la eólica, solar y biomasa.