El campo de juego del estadio miraflorino estuvo en mal estado



Como consecuencia de la intensa lluvia que cayó en la ciudad de La Paz, el campo de juego del estadio Hernando Siles quedó en pésimas condiciones y anegado, lo que obligó a la administración del escenario deportivo a que todos los funcionarios utilicen “lo que puedan” para sacar el agua del terreno.
El partido entre Bolivia y Chile se retrasó por 30 minutos, lo que molestó a propios y extraños, no menos cierto es que los personeros de la Conmebol no olvidarán anotar este detalle en el libro de inspección, además recibieron quejas de la delegación chilena que intentó trabajar en la cancha antes del cotejo.
La gente que trabaja en el Siles se vio obligada a recurrir a todo objeto que les sirva para despejar el campo deportivo, baldes, pocillos, pequeños bañadores, etc. permitió salvar la tarde, aunque el césped quedó dañado, pero no se podía hacer nada, el principal campo deportivo de La Paz estaba en pésimas condiciones.
Para peor de males las líneas que delimitan la cancha también estaban afectadas, la administración del estadio Siles se vio en apuros, pues para muchos fue la primera vez que se vio el terreno de juego anegado y en condiciones deplorables, muchas veces el drenaje había funcionado en perfectas condiciones, esta no fue la ocasión, no menos cierto es que la pasada semana las autoridades dijeron que el escenario estaría en condiciones, nada más falso.
Las condiciones del terreno de juego no permitieron que el partido se inicie a las 16:00 como estaba previsto, comenzó a las 16:30, el retraso del encuentro no gustó a los asistentes, pero también preocupó a los dirigentes de la Federación Boliviana de Fútbol.
Los comisarios que llegaron de la Conmebol, además de los árbitros realizaron la inspección del campo de juego para ver las condiciones de la cancha, minutos después fue la ternar arbitral que decidió trabajar antes del compromiso. Hace algunos días, el arquero Carlos Lampe, había reclamado por las condiciones del campo de juego, los funcionarios del Sedede salieron a justificarse.