Para luchar contra la crisis económica
Suspensión del fútbol en Tarija obliga a los futbolistas a enfocarse en otras actividades
El fútbol en Tarija volverá a los campos de juego en enero del 2021. Por su parte algunos entrenadores dictan clases virtuales a los niños de las escuelas de fútbol



La suspensión de las principales categorías del fútbol tarijeño provoca que varios futbolistas se queden sin trabajo hasta el próximo año. Por lo tanto los jugadores se encuentran obligados a enfocarse en algún trabajo que ya realizaban antes de la irrupción de la pandemia o en el mejor de los casos a emprender un nuevo oficio para generar ingresos económicos.
El consejo central de la Asociación Tarijeña de Fútbol (ATF) vio por conveniente suspender el torneo de la Primera “A” y “B”, que son las categorías más importantes del balompié local. La misma determinación se aplicó al resto de las divisiones menores.
Es así que el fútbol recién volverá a los campos de juego en enero del 2021. Ante esta situación, son varios los sectores afectados al quedarse sin trabajo por la suspensión de las actividades deportivas a causa del coronavirus, que se encuentra en su pico más alto de contagios en todo el país.
Los entrenadores, jugadores son algunos de los sectores que no podrán ejercer sus trabajos habituales. Es por eso que se ven obligados a enfocarse en otras labores que posiblemente ya lo venían ejerciendo antes de la incursión del Covid-19.

Este es el caso de Luis Vargas, que ya disponía de un puesto de comida, pero durante este tiempo le dedica el doble de tiempo y esfuerzo a este negocio familiar, que actualmente es la principal fuente de ingresos, aseguró el mediocampista de Real Tomayapo.
Así como el caso de Luis Vargas con su “Gigi Burguers”, también puede ser la historia de otros jugadores que actualmente se encuentran enfocados en otras actividades que les permita generar ingresos para lidiar con la crisis económica que atraviesa el país.

Otro caso es el del delantero de Real Tomayapo Cristian Silos, quien realiza trabajos de agricultura en las tierras de Salinas, Entre Ríos.
Esta es una faceta que no le resulta nada novedoso para el último goleador de la Copa Simón Bolívar, toda vez que desde niño se dedicaba a estas actividades junto a su familia en Villa Montes.