El Dakar está casi resuelto para Al-Attiyah en coches
La séptima etapa del Dakar aumentó este lunes la emoción en las motos, donde el estadounidense Ricky Brabec (Honda) volvió a situarse líder en detrimento del chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), mientras que en coches quedó casi sentenciado a favor del catarí Nasser Al-Attiyah...
La séptima etapa del Dakar aumentó este lunes la emoción en las motos, donde el estadounidense Ricky Brabec (Honda) volvió a situarse líder en detrimento del chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), mientras que en coches quedó casi sentenciado a favor del catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota).
La ruta de 323 kilómetros que partía y terminaba en la localidad costera de San Juan de Marcona (Perú) fue una de las más complicadas de esta edición del rally, con casi cien kilómetros sobre dunas y otros doscientos sobre terrenos muy pedregosos.
En coches el rally quedó prácticamente decidido a favor de Al-Attiyah, que lleva al frente de la carrera con su Toyota desde la tercera etapa.
El francés Sébastien Loeb, que comenzaba el día como el principal perseguidor del árabe, le dejó casi servida en bandeja la carrera a al quedarse su coche detenido en un par de ocasiones por unos fallos eléctricos que le hicieron perder media hora.
El ganador de la etapa fue el también francés Stéphane Peterhansel, seguido de los españoles Joan Roma (Mini) y Carlos Sainz (Mini), que fueron segundo y tercero, respectivamente.
Peterhansel sumó su segundo triunfo de etapa en este Dakar y el número 76 en toda su trayectoria en el rally, lo que le sirvió para recuperar la segunda posición de la general y quedarse a media hora de Al-Attiyah.
El francés considera que esa distancia es demasiado grande como para recuperarla en tres días, a no ser que el árabe cometa algún fallo o tenga alguna avería que le haga perder mucho tiempo, algo que hasta ahora no le ha pasado en este año.
"Nunca se sabe, pero es difícil", reconoció Peterhansel, el piloto más laureado de la historia del Dakar con trece títulos (seis en moto y siete en coche).
Gracias a los problemas de Loeb, Nani Roma también pudo recuperar la tercera plaza de la general y se queda a 38 minutos de Al-Attiyah, consciente de que su coche no es tan rápido como los de delante, pero atento por si puede 'pescar en río revuelto'.
Sainz ejerció este lunes de escolta de Peterhansel para auxiliarle en caso de que el francés tuviese algún problema, y lo que destacó es que por primera vez en este Dakar ha tenido un día sin percances ni grandes problemas.
El madrileño tuvo que lidiar casi todos los días con los fallos del sistema de hinchado y deshinchado automáticos de las ruedas, lo que le hizo quedarse encallado en la arena varias veces, y también con la rotura de una rueda en la tercera etapa, que le dejó casi sin opción de repetir el triunfo del año pasado.
La etapa se disputó con niebla, que obligó a retrasar su inicio una hora y a cancelar un tramo en el que se encontraba el español Gerard Farrés, que tuvo problemas al quedarse encallado en la arena y probablemente pierda el liderato en la categoría de los coches ligeros UTV (vehículos utilitarios todoterreno).
El panorama en autos si bien es favorable a Nasser, esto es Dakar y no se gana una competencia hasta que se llega a la meta, algún problema de navegación o algún desperfecto técnico lo podrían alejar de la corona y asumir el mandato el inmediato perseguidor. A este rally le quedan tres etapas las cuales entre Toyota y Mini pelearán palmo a palmo hasta el final por quedarse con el primer lugar.
La ruta de 323 kilómetros que partía y terminaba en la localidad costera de San Juan de Marcona (Perú) fue una de las más complicadas de esta edición del rally, con casi cien kilómetros sobre dunas y otros doscientos sobre terrenos muy pedregosos.
En coches el rally quedó prácticamente decidido a favor de Al-Attiyah, que lleva al frente de la carrera con su Toyota desde la tercera etapa.
El francés Sébastien Loeb, que comenzaba el día como el principal perseguidor del árabe, le dejó casi servida en bandeja la carrera a al quedarse su coche detenido en un par de ocasiones por unos fallos eléctricos que le hicieron perder media hora.
El ganador de la etapa fue el también francés Stéphane Peterhansel, seguido de los españoles Joan Roma (Mini) y Carlos Sainz (Mini), que fueron segundo y tercero, respectivamente.
Peterhansel sumó su segundo triunfo de etapa en este Dakar y el número 76 en toda su trayectoria en el rally, lo que le sirvió para recuperar la segunda posición de la general y quedarse a media hora de Al-Attiyah.
El francés considera que esa distancia es demasiado grande como para recuperarla en tres días, a no ser que el árabe cometa algún fallo o tenga alguna avería que le haga perder mucho tiempo, algo que hasta ahora no le ha pasado en este año.
"Nunca se sabe, pero es difícil", reconoció Peterhansel, el piloto más laureado de la historia del Dakar con trece títulos (seis en moto y siete en coche).
Gracias a los problemas de Loeb, Nani Roma también pudo recuperar la tercera plaza de la general y se queda a 38 minutos de Al-Attiyah, consciente de que su coche no es tan rápido como los de delante, pero atento por si puede 'pescar en río revuelto'.
Sainz ejerció este lunes de escolta de Peterhansel para auxiliarle en caso de que el francés tuviese algún problema, y lo que destacó es que por primera vez en este Dakar ha tenido un día sin percances ni grandes problemas.
El madrileño tuvo que lidiar casi todos los días con los fallos del sistema de hinchado y deshinchado automáticos de las ruedas, lo que le hizo quedarse encallado en la arena varias veces, y también con la rotura de una rueda en la tercera etapa, que le dejó casi sin opción de repetir el triunfo del año pasado.
La etapa se disputó con niebla, que obligó a retrasar su inicio una hora y a cancelar un tramo en el que se encontraba el español Gerard Farrés, que tuvo problemas al quedarse encallado en la arena y probablemente pierda el liderato en la categoría de los coches ligeros UTV (vehículos utilitarios todoterreno).
El panorama en autos si bien es favorable a Nasser, esto es Dakar y no se gana una competencia hasta que se llega a la meta, algún problema de navegación o algún desperfecto técnico lo podrían alejar de la corona y asumir el mandato el inmediato perseguidor. A este rally le quedan tres etapas las cuales entre Toyota y Mini pelearán palmo a palmo hasta el final por quedarse con el primer lugar.