La Sociedad de Etnografía e Historia de Tarija registra las ruinas del posible Fuerte Inca de Esquile en la localidad de “El Tunal”, en Chocloca



El día 3 de agosto pasado, la Directiva de la Sociedad de Etnografía e Historia de Tarija (SOETHIS) presentó ante la Dirección de Cultura y Patrimonio de la Gobernación del Departamento de Tarija la denuncia de un sitio arqueológico descubierto siguiendo los datos de una merced de tierras expedida por don Luis de Fuentes en 1583, desconocida hasta el presente, que podrían corresponder a la antigua fortaleza Inca llamada de Esquile, en la localidad llamada de El Tunal, en el camino de Tolomosa a Chocloca. El documento de referencia se encontraba en las Temporalidades Jesuíticas de Tarija que se conservan en el Archivo de la Casa de la Moneda, en Potosí, con la sigla: RdeT243 y contiene la descripción no solamente de las tierras concedidas en merced sino también una descripción detallada del lugar donde se encontraba lo que el documento califica como: “Fuerte Inca de Esquile”, con puntos referenciales que pueden ser identificados en la geografía de la zona. En la actualidad, estas tierras constituyen parte de la finca rústica que comprende los terrenos de Chocloca y El Rujero, obtenidos en remate por La Compañía de Jesús, probablemente por donación del marqués de Tojo los primeros años del siglo XVIII.
Aparte de diversos detalles de orden administrativo, el documento mencionado contiene la descripción de la ubicación geográfica de lo que denomina: “Fuerte de Esquile” el cual constituyó, en tiempo de los Incas, la fortaleza en la cual se alojaba una guarnición Inca constituida, en esos momentos, por mitmaqkunas provenientes de un poblado llamado Paiquito, que se encontraba en los alrededores de Mizque, en Cochabamba, según datos contenidos en el Juicio que sostuvieron, Juan Ortiz de Zárate, encomendero de Tarija, y Cristóbal Barba, encomendero de Charcas en los estrados judiciales de esta última ciudad (AGI Justicia 1125).
Entre 1471 y 1539, tiempo en el cual los Incas dominaron Tarija, este fuerte estuvo destinado a precautelar tanto la defensa del territorio correspondiente a Tarija contra posibles incursiones de los chiriguanaes como al control de la población local en previsión de cualquier revuelta o alzamiento que hubiera puesto en riesgo la integridad de este enclave imperial.
El documento mencionado indica textualmente lo siguiente en relación a este punto:
(f. 51) “El benefiçiado Alonso Péres de Çedulio Velasco, capellán de la capellanía que ynsituyó e mandó instituir Juan Montaño, difunto, fundador que fue de los desta Villa, paresco ante vuestra merced y digo que al susodicho le fue echa merçed de pedaços de tierras y estancias en este valle y su juridiçión, como consta de los títulos que ante vuestra merced hago demostración para que se me vuelvan o su traslado, y pido vuestra merced se sirva de componerme las dichas tierras y estancias como a los demás beçinos como son las que en este título pareçen fuera de las treinta hanegadas de Chocloca que van al Fuerte de Esquile…”
(f. 52) Ytem: Las tierras nuevamente fuera de la merçed que os tenía fecha de algunos pedaços de tierra como son treinta fanegadas que eran a las espaldas de la Abra de Cháves yendo al fuerte de Chocloca, las quales se entiendan desde las dichas dos abras hasta pasados los bados todos de la quebrada que baxa de las dichas abras al fuerte de Esquila por junto a unas peñas coloradas que desde ay se en /pag 52/ pieçan a subir la cuesta y se dexa el arroyo desde ese paraje hasta la cordillera donde ay otra abra para baxar a Tolomosa, de ay hasta las dichas dos abras de que hace merçed dellas para una estançia y desde el dicho guayco hasta el fuerte de Esquila le hace merçed dos guaycos adelante más que el uno es el primero que baxa la cuesta antes de llegar al fuerte de Chocloca que suele llebar un poco de agua que ba a salir al río a unos paredones, y el otro es el arroyo que sale al fuerte de Chocloca, todos desde su naçimiento hasta el río de La Conçepçión con sus lomas, altos y baxos y manantiales hasta la asomada y altos del río de los Armados.
La importancia que reviste la constatación de la existencia de este Fuerte es muy grande porque permitiría certificar la presencia Inca en nuestro territorio y la forma en que los Incas actuaron durante la misma. Esto, a su vez, nos hace ver la necesidad de estudiar y preservar sus actuales, “posibles”, estructuras remanentes con criterios y actitudes que contribuyan a reconocer, estudiar y difundir sus características y significación, tanto en lo que se refiere al establecimiento de que lo que se ha encontrado corresponde a lo que se describe en la documentación citada o a otro tipo de estructura. En todo caso, obliga a las autoridades provinciales, departamentales y nacionales, a tomar recaudos y adoptar medidas que precautelen su adecuada preservación, conservación para su estudio y difusión de los conocimientos que de él se desprendieran.
Los datos consignados en esta merced corresponden a los que fueron transmitidos por los propios “carangas” de la guarnición de Esquile, quienes se encontraban todavía en Tarija en 1539 negociando diversos términos con Diego de Rojas, poco tiempo antes de que Pedro de Candia abandonara el pueblo que fundara en el “balle de Tarija”, es decir, 35 años antes de la fundación de la Villa de San Bernardo de la Frontera y 44 antes de la otorgación de la merced al capitán Juan Montaño.
Todo esto quiere decir que quienes describen dónde se encontraba ese Fuerte sabían de primera mano cuales eran sus características y su ubicación, describiéndolas con maestría y una abundancia tal de detalles que demuestran que solo pudieron ser hechas por personas que conocían el lugar, que sabían cuáles eran sus antecedentes y que conocían, por lo tanto, que esas estructuras pertenecieron a los Incas y tenían el nombre que se señala en el documento, algo de gran valor el momento en que se tenga que resolver el problema de su verdadera esencia.
El sitio fue localizado gracias a los conocimientos proporcionados por el Dr. Oscar Figueroa, conocedor de esos predios desde su juventud quien, interpretando los hitos referenciales proporcionados por ese documento juzgó que estas ruinas, conocidas por él desde su juventud durante sus excursiones de cacería por la zona, correspondían al lugar descrito por el documento de encomienda citado, lugar más probable de localización del sitio que investigábamos.
En el momento actual, según declaraciones del Corregidor del Cantón El Tunal, el Sr. Mario Caucota, no se tiene conocimiento de otras estructuras similares o parecidas en la zona que pudieran considerarse como posibles alternativas a la ubicación del sitio investigado.
En consecuencia, según la nota explicativa, la Directiva de SOETHIS pide a la Dirección de Cultura y Patrimonio de la Gobernación del departamento de Tarija. acepte la denuncia de este sitio como la probable ubicación del antiguo Fuerte denominado de ESQUILE que mantuvieron los Incas desde la conquista que realizaron de Tarija, el año 1471, hasta la llegada de los españoles, el año 1539, fecha en la cual los integrantes de la guarnición Inca de esa fortaleza abandonaron el establecimiento y el lugar para retornar a su población de origen según consta en los anales del Juicio sostenido en los estrados de Charcas entre don Juan Ortiz de Zárate y el encomendero Cristóbal Barba, de Cochabamba (AGI Justicia 1125).
Es necesario hacer notar que las estructuras encontradas son muy similares a las descritas hace algunos años por los arqueólogos finlandeses Martti Pärssinen y Ari Sirianen en la fortaleza Inca de Cuzcotoro, en Chuquisaca (Pärssinen, M., y Sirianen, A. .”Andes orientales y Amazonía Occidental”. Producciones CIMA, La Paz, 2003).
FOTOS DE LA FORTALEZA DE ESQUILE