El Colegio Jesuita de Tarija y las Misiones
Nos ha llamado la atención que los padres de la Compañía de Jesús
INTRODUCCIÓN
Nos ha llamado la atención que los padres de la Compañía de Jesús, desde la fundación de su Colegio en Tarija, en el año 1689, realizaron la construcción de algunas misiones en el Chaco Tarijeño, donde encontraron un sin número de dificultades, pero en la extensa región de la Chiquitanía en Santa Cruz, desarrollaron varias misiones con gran éxito. Los templos perduran hasta la fecha.
Todo este gran trabajo, desde la venida de los misioneros, la fundación del Colegio en la ciudad de Tarija, las pocas misiones en el Chaco Tarijeño y la mayoría de las misiones en la Chiquitanía, lo realizaron gracias a la contribución del pueblo tarijeño, que aportaba cada domingo con su colaboración en los templos, pero sustancialmente con la gran contribución del mecenas el marqués Campero.
Hemos consultado varios autores que describían esta obra, principalmente Page, quien transcribió las Cartas Anuas. Fueron los informes de los evangelizadores, que enviaban periódicamente a sus superiores, y que eran el instrumento oficial. Estas Cartas Anuas comprendían la parte misional y la educativa, los dos ejes centrales de acción, detallando los sucesos de cada misión, el desenvolvimiento económico, las características de la población, los viajes, la vivencia en la misión, con un contenido histórico.
LLEGADA DE LOS JESUITAS A TARIJA
LOS PRIMEROS JESUITAS
El año 1689, en la ciudad de Jujuy, los esposos Juan José Campero de Herrera, marqués de Tojo y su esposa doña Juana Clemencia Bermúdez de Ovando, muy devotos de la religión católica, confeccionaron un convenio con la Compañía de Jesús asentada en la ciudad de Córdoba, para auspiciar económicamente a la empresa de la fundación de un Colegio Jesuita en la ciudad de Tarija.
Después de tres meses de viaje en octubre de 1689, un grupo encabezado por el padre español Tomas Donvidas, y acompañado por los padres Antonio Ibáñez, cordobés, José de Arce, español, Juan Bautista Zea, español, Francisco Bazán, cordobés y el hermano Melchor Martínez, español, llegaron a Tarija con un caluroso recibimiento de la población y especialmente de las otras órdenes de sacerdotes que ya existían en la ciudad (Agustinos, Dominicos, Franciscanos y Juan de Diocesanos).
El 4 de marzo de 1690, se fundó el Colegio de la Compañía de Jesús de Tarija.
DONACIONES DEL MARQUES CAMPERO
El Marqués Campero donó dos solares en la villa, uno de ellos su propia casa, donde se construyó la primera iglesia jesuita.
Además, dispuso que se dieran las cosechas de vid con la producción de 2.000 botijas de vino anuales de su principal hacienda, La Angostura, durante ocho años. También contribuyó con otros productos de sus propiedades, como fanegas de trigo, sal y otros alimentos de origen agrícola. Además, facilitó la donación y compra de otras tierras de sembradíos en Chocloca, Saladillo y El Valle, donando cabezas de ganado e instrumentos de labranza.
De la misma manera dio dinero para la compra de las vestimentas de los indios y sus familias.
Queremos recalcar que el marqués Campero ayudaba permanentemente con dinero para el mantenimiento de las misiones en el Chaco, en la fundación de las primeras misiones de la Chiquitanía, y en el sostenimiento de éstas y otras más que luego fueron fundadas.
Es necesario explicar que fuera de la gran ayuda del mecenas Campero, toda la población de Tarija contribuyó aportando con limosnas domingo a domingo para colaborar a la gran labor emprendida por los Jesuitas.
En la casa de Campero abrieron una escuela básica de primeras letras y posteriormente un colegio donde se estudiaba gramática, latín, humanidades, ciencias, geografía, historia, matemáticas, filosofía y teología.
Al mismo tiempo los padres estudiaban la lengua guaraní.
Indudablemente la principal actividad de los padres era la misional (bautizos y otros sacramentos, catequesis), y la educativa. Es en este sentido que abrieron otras casas en poblaciones aledañas, como Padcaya, Concepción, Orozas, Santa Ana, Chiquiacá y Bermejo.
LLEGADA DE OTROS PADRES
Posteriormente llegaron otros padres: Miguel Valdeolivos, Diego de Centeno, Felipe Suarez, José Pablo de Castañeda, españoles, Miguel de Yegros, paraguayo y Agustín Castañares, cordobés, José Coco, italiano.
PRIMEROS VIAJES AL CHACO TARIJEÑO.
MISIONES
En 1690, se designó al padre José de Arce para ir a la región de los Chiriguanos, con guías indios Chiriguanos que trajeron de las misiones de Paraná y Paraguay.
El padre Arce, junto con su compañero Francisco Bazán, realizaron varias entradas a la patria chiriguana, ayudados por el Maestre Mayor don Diego Porcel de Pineda y su hijo mayor que lleva el mismo nombre, quienes poseían su propiedad al comienzo de la región y que tenían mucho ascendiente con los indios chiriguanos.
La idea que traían los padres jesuitas, era demostrar una actitud diferente frente a la forma de actuar de los españoles que vinieron de Lima, y que, en varias entradas anteriores, solo querían utilizar a los indios chiriguanos para su beneficio personal.
Los misioneros pretendían reunir a los indígenas en poblaciones donde vivieran las familias una vida más humana, según su concepción religiosa.
Fueron muy bien recibidos por el cacique Chucari, a pesar que en varias aldeas a lo largo del rio Bermejo, encontraron mayor resistencia.
ETNIAS EN EL CHACO TARIJEÑO
En esta primera incursión pudieron identificar las siguientes etnias que vivían en la región: Chiriguanos, Mataguayos formados por los Chorotis y los Ashulay, Mocovíes, Tobas, Chanés (que son el grupo Arawak agricultor) y los Oyotaes (que portaban plumas de diferentes colores).
Los indios estaban en permanente guerras entre ellos. El padre Arce, logró gestionar la paz entre dos grupos de chiriguanos, uno de ellos apoyados por los Tobas.
PRIMERA MISIÓN EN EL CHACO TARIJEÑO
En el valle de Salinas, entre los ríos Bermejo y Pilcomayo, fundaron su primera misión, que la nominaron Nuestra Señora, el año 1690, donde se quedaron los padres Juan Bautista Zea, Diego de Centeno y Miguel Yegros.
SEGUNDA MISIÓN
Algunos meses después en ese mismo año, en la zona de Tariquea, fundaron la segunda misión, la de San Ignacio, donde quedaron los misioneros José Coco, Felipe Suarez y José de Castañeda.
Posteriormente el padre Arce con la ayuda del padre Miguel de Valdeolivos, que llegó de Salta, entraron a lo largo del rio Pilcomayo, donde en una primera instancia recibieron muy buena acogida por los indios chiriguanos de estas regiones.
Es de esta manera que el Colegio Jesuita de Tarija realizó esta primera entrada al Chaco tarijeño, la patria chiriguana tan temida por los españoles, e incluso muchos años antes de la llegada de estos, por los Incas.
CARTAS ANUAS CONSULTADAS
Como decíamos en la introducción, la principal fuente de este trabajo fueron las Cartas Anuas.
Las Cartas Anuas consultadas fueron:
Tomas Donvidas 1681 - 1692
Ignacio Frías 1689 - 1700
Provincia del Paraguay 1714 - 1762
Colegio de Tarija 1757 - 1761
Y posteriormente las de la Chiquitanía
San Rafael - San Javier - San José
Concepción - San Miguel - San Juan 1711 - 1761
Al entrar a la tierra de los Chiriguanos, una Carta Anua apreciaba lo siguiente: "Los Chiriguanos son la tribu de indios más feroces de todos los de Indo América, los enemigos más encarnizados de los españoles y el azote de todos los indios circunvecinos".
CARACTERÍSTICAS DE LOS CHIRIGUANOS, CHANES Y TOBAS
Muchos autores han estudiado la idiosincrasia de los Chiriguanos. Nosotros sintetizamos los siguientes conceptos:
1. - El Chiriguano hacia lo que quería.
2. - Los Chiriguanos rara vez lograron oponer un frente unificado. Siempre se peleaban entre ellos.
3. - La guerra era la esencia del Chiriguano.
4. - Eran famosas las fiestas y borracheras.
5. - El canibalismo estuvo vinculado al pensamiento del Chiriguano.
6. - Los Chiriguanos vivían en MALOCAS, casas tipo galpón, donde cabían doscientas a trescientas personas. Estas viviendas estaban dispuestas alrededor de una plaza central.
7. - Desde las primeras inmigraciones venidas del Paraguay, ellos buscaban "La tierra sin mal", y al llegar a la cordillera encontraron el frio. En guaraní la palabra chiriguano significa "que tiene frio".
Los Chanés que fueron amigos/esclavos de los Chiriguanos y en ocasiones el alimento de la antropofagía de estos, conservaban su idioma como lengua secreta. Fueron muy hábiles agricultores. Practicaban la irrigación por canales.
Los Tobas, grupo nómada de cazadores y recolectores, diestros jinetes y muy feroces, controlaban a los chiriguanos.
VIAJES MISIONALES
Los padres del Colegio de Tarija, después de realizar la fundación de las misiones, realizaron permanentemente viajes misionales a diferentes localidades próximas a la ciudad:
Rio Bermejo - Charapa - Rosillas - Padcaya - Tolomosa y sus alrededores - Tucuchipa - Concepción - Pilaya - Charaña - Cinti.
OTRAS MISIONES EN OTROS LUGARES
Después de la entrada a la región Chiriguana, el Colegio Jesuita de Tarija, envió una expedición a la zona minera de los Lipes, y allí fundó otra misión. Fueron destinados a quedarse en esa misión los padres Antonio Ibáñez y Juan Bautista Zea. Posteriormente, los padres José Páez y Joaquín García.
Llegaron también a la región de Tipa Tacuara, en Chile. Muchos años después fundaron allí la misión de Pica Tarapacá, cerca de Iquique, perteneciendo al Corregimiento de Arica.
Aprovecharon la ayuda del benefactor minero de la región, don José Basilio de la Fuente. Allí se quedaron los padres Tomas Figueroa y Francisco Miguel.
Los padres José de Arce y Juan Bautista Zea, realizaron posteriormente una expedición por el río Parapiti, donde encontraron varias poblaciones de indios Chanés; pasaron por Guacaya y en la región del río Guapay (actualmente río Grande), fundaron en 1690 la misión de la Presentación de nuestra Señora.
Allí los destinaron a los padres Diego Centeno, Felipe Suarez, Lucas Caballero y Bautista Zea. Esta misión años después fue destruida por los Chiriguanos.
VIAJE A LA CHIQUITANÍA
Los padres Arce y Zea continuaron su camino, pasaron por las colinas de Charagua, y finalmente llegaron a Santa Cruz. Allí vieron que muchos españoles traficaban vendiendo esclavos de la Chiquitania a los Malocas portugueses.
Los vecinos de la ciudad de Santa Cruz y especialmente el Gobernador don Agustín Arce de la Concha, veían con mucho agrado que los Jesuitas venidos de Tarija, organizaran misiones en la región de Chiquitos.
El padre José de Arce, después de aceptar esta petición y acompañado en esta oportunidad por el padre Diego Zenteno, consiguió la liberación del cacique Tambacura, quien era injustamente juzgado en esta ciudad. Este hecho les facilitó el contacto. Llegaron a la tierra de los Piñocas y los Borillos, quienes, en este momento, padecían una peste de viruela.
PRIMERA MISIÓN EN LA CHIQUITANÍA
En esta región de las tribus Piñocas y Borillos, los padres José de Arce y Diego Zenteno fundaron el primero de enero de 1691 la primera misión en la Chiquitanía, llamada SAN JAVIER.
El padre José de Arce describía que estos indios eran pacíficos, ingenuos, dóciles e inclinados a las costumbres cristianas. Acostumbrados a los convites.
Infelizmente, el padre José de Arce enfermó, regresó a Tarija, quedando en la misión de San Javier el padre Diego Zenteno.
SEGUNDA MISION EN LA CHIQUITANIA
En 1695, el padre José de Arce, regresó a la Chiquitania, y en la zona de los Tabicas y Gibones en Capoco, fundó la misión de SAN RAFAEL, el año 1696.
LUEGO VIENEN OTRAS MISIONES
Ese mismo año 1696, el padre José de Arce en la región de los indios Parabatan, fundó la misión de Santa Rosa.
LLEGAN NUEVOS PADRES
Llegaron pues nuevos padres para atender las diferentes misiones de la Chiriguanía y de la Chiquitanía:
José Páez, Joaquín García, Francisco Guevara, Juan de Lizardi, José Pons, españoles, Rafael Jiménez, paraguayo, Ignacio Chomé, belga.
Al organizar las nuevas misiones de la Chiquitanía, llegaron nuevos misioneros.
Lucas Caballero, Francisco Herbas, Castell Buenaventura, Juan Valdez, José Ignacio de Mata, españoles, Juan Montenegro, Martin Bravo cordobeses.
1698: se fundó la misión de San José, que fue construida con piedra diferente de las otras. Fueron los padres Felipe Suarez y Dionisio Ávila que la fundaron.
En 1699: la misión de San Juan Bautista, con los padres Bautista Zea y Patricio Fernández.
En 1709: la misión de Concepción, con los padres Lucas Caballero y Francisco Herbas.
En 1722: La misión de San Miguel, con los padres Felipe Suarez y Francisco Herbas.
En 1724: la misión de San Ignacio, con el padre Ignacio de la Mata.
En 1754: la misión de Santiago, con los padres Gaspar Troncoso y Gaspar Campos.
En 1755: la misión de Santa Ana, con el padre Julián Nogler.
En 1760: Misión Corazón de Jesús, con los padres Antonio Guasp y José Chueca.
ETNIAS CHIQUITANAS
En la Chiquitanía existían las siguientes etnias:
Zamucos - Piñocas - Ugareoños - Borillos - Soyares - Tabicas - Boros - Penotos - Caipotorades - Samanas - Chamoros - Tañipicas - Taotos - Cósicas.
NUEVOS MISIONEROS LLEGARON
Después llegaron otros padres misioneros para cubrir todas las numerosas misiones que se desarrollaron en esta región: Gaspar Troncoso, cordobés, Gaspar Campos, Antonio Guasp, José Chueca, Patricio Fernández y Juan de Benavente, españoles, Julián Knogler, alemán.
CARACTERÍSTICAS DE LOS INDIOS CHQUITANOS
En diferentes Cartas Anuas, se expresó lo siguiente sobre la Chiquitanía: "Esta nación es una de las más buenas y modestas de la raza americana, teniendo una natural inclinación a la justicia, bondad y castidad. Ambos sexos son muy laboriosos. Se contentan los hombres con una sola mujer. Sus casas son pequeñas y su tierra muy fértil".
LISTA COMPLETA DE LOS PADRES JESUITAS MISIONEROS
Finalmente presentamos la lista completa de todos los padres que trabajaron en las distintas misiones de la Chiquitanía:
José Ignacio de Mata, Gaspar Campos, Antonio Guasp, José Chueca, Patricio Fernández, Juan de Benavente, Lucas Caballero, Francisco Herbas, Castell Buenaventura, Juan Valdez, Francisco Vila, José Rodríguez, Tomás Reboredo, Francisco Lardin, Antonio Almoguera, Dionicio de Avila, y Bartolomé de Mora, españoles.
Gaspar Troncoso, Cristóbal Rodríguez, Juan Montenegro, Martin Bravo, Joaquín Caamaño, Agustín Castañares, Javier Guevara, Luis Toledo y Cayetano Torres, cordobeses.
Julián Knogler, Miguel Streicher, alemanes.
Juan José Messner, austriaco.
Antonio Betschon, Martin Schmidt, suizos.
Domingo Bandiera, italiano.
Miguel de Yegros, Miguel de Benavides y Juan Días, paraguayos.
Además, vinieron los Hermanos Coadjutores:
Melchor Martínez, Alberto Romero, Pedro García, José Gómez y Pedro Haro, españoles.
PADRES JESUITAS ASESINADOS:
Francisco Lucas Caballero en 1711, Bartolomé de Blende en 1715, José de Arce en 1715, Alberto Romero en 1719, Juan Lizardi en 1735, Agustín Castañares en 1744 y Antonio Guasp en 1763.
ENFERMEDADES DE LOS INDIOS
En ambas regiones: Chiriguanía y Chiquitanía, eran muy frecuentes las epidemias, como la viruela que del año 1726 y 1736, causaron varias muertes. Los padres ayudaban a los enfermos asistiéndolos.
Muy probable que quienes trajeron las epidemias fueron los españoles. Los indios no tenían defensas inmunológicas.
ACONTECIMIENTOS EN LA CHIRIGUANÍA
La primera misión del valle de Salinas, fue destruida por los Chiriguanos en el año 1715. Financiada nuevamente por el marqués Campero, fundaron una nueva misión nominada Santa María de la Inmaculada Concepción; otros también la llamaban Santa Ana.
En la misma región de la Chiriguanía, fundaron una nueva misión llamada Virgen del Rosario.
El año 1727, se produjo la gran rebelión chiriguana. Se calculó que unos 14.000 guerreros que vinieron de las poblaciones de Chimeo, Caiza e Itau, destruyeron la misión de Santa María de la Inmaculada Concepción.
Destruyeron también varias misiones de los padres Agustinos y de los padres Dominicos. El ejército español intervino y logró someterlos a los indígenas.
Se invitó a los capitanes chiriguanos a que acudieran a la misión y también a dos compañías de soldados españoles para que se iniciara el diálogo. Este fue dirigido por los padres Pons y Lizardi, para que llegaran a un tratado de paz. Posteriormente los padres Pons, Lizardi y Chomé, viajaron por varios pueblos: Itau, Parapeti, Guacaya, Almorí, Rio Bermejo, Caruruti, Calapari, Caysa, Tareyri y Suynandithi, para explicar el diálogo de paz.
El año 1735, los Chiriguanos en la misión del Ingre, en el valle de Salinas, asaltaron la reducción y asesinaron al padre Julián Lizardi, que estaba celebrando una misa.
VIAJES
Es admirable el sacrificio que significaba para los padres, que después de un largo trayecto en barco, que venían desde Europa al puerto de Buenos Aires, tenían que continuar por tierra con el siguiente recorrido:
Buenos Aires - Córdoba 120 leguas en carreta.
Córdoba - Tucumán 115 leguas en carreta.
Tucumán - Tarija 110 leguas a lomo de mula.
Desde Tarija, independientemente de la organización de las misiones, los padres realizaron diferentes viajes con fines misionales a los siguientes lugares de la Chiriguanía:
Itau, Parapetí, Guacaya, Almorí, Caraparí, Rio Bermejo, Carurutí, Caysa, Tareyrí. Suynandithi, Chimeo, Zapatera, Kujambujo, Emborozú, Yti, Karaparí, Sinandití, Guapay, Iñakague, Saipuru, Guarrikaja y Yuirapukuti.
Posteriormente todos los padres, que fueron a las misiones de la Chiquitanía, realizaron el siguiente recorrido:
Tarija - Santa Ana - La Palca - Narváez - San Diego - Fuerte San Carlos - San Simón - Saladillo (rio Pilcomayo), Itonay - La Angostura - Itacaray Abatiri - Caraparí - Parapití - Sapinangui - Torumba - Aquigua - La Peña - Ibibobo - Ipita - Abapo - Florida - Piray - Santa Cruz.
El total son 141 leguas donde solo había sendas.
Después de Santa Cruz tenían que ir a los diferentes lugares de la Chiquitanía.
VIAJES A ASUNCIÓN
Los Jesuitas como muchos de ellos vinieron de la Provincia del Paraguay, permanentemente tenían en mente trazar una ruta que uniera la Chiquitanía a Asunción, y en este afán realizaron varios intentos, que desgraciadamente fracasaron todos.
Cronológicamente los describimos:
1691.- Planificaron realizar un encuentro saliendo José de Arce de la misión de San Javier y Pedro Lescamburu de Asunción.
1702. - Los padres Francisco Herbas y Miguel Yegros salieron de la misión de San Rafael.
1703. - Bartolomé Jiménez y Francisco Herbas salieron de Asunción y los padres José de Arce, Bautista Zea y Bautista Neuman salieron de la Chiquitanía.
1704. - Los padres Patricio Fernández y Bautista Xandra salieron de la misión de San Rafael.
1705. - Los misioneros Patricio Fernández, Bautista Fernández y Bautista Xandra salieron directamente del rio Paraguay.
1715.- Los padres José de Arce y Bartolomé Blende salieron de Asunción. El misionero Blende fue asesinado y solo el padre Arce llegó a San Javier.
1717.- La Real Audiencia de Charcas ordenó el cierre del camino y prohibió las expediciones.
1720.- Posteriormente y ante el permiso de la Real Audiencia de Charcas se reanudaron los intentos:
1720.- Los padres Agustín Castañares y Felipe Suarez salieron de San Ignacio.
1731.- El padre Agustín Castañares nuevamente salió de San Ignacio.
1738. - El padre belga, Ignacio Chomé, salió de San Ignacio.
1739. - Ignacio Chomé y Agustín Castañares nuevamente salieron de San Ignacio.
1740. - Otra vez Ignacio Chomé y Agustín Castañares salieron de San Ignacio.
1741. - Esta vez Ignacio Chomé salió de Asunción.
Todos estos viajes no tuvieron éxito, excepto en el año 1715, el padre José de Arce saliendo de Asunción llegó a San Javier.
LA VIDA EN LAS MISIONES CHIQUITANAS
De la misma manera que en el Chaco Tarijeño, los padres de la Chiquitanía desarrollaron la actividad misional y la educativa en forma paralela. Estas reducciones se transformaron en verdaderos pueblos autónomos, con actividad agrícola ganadera realizando intercambio comercial con Santa Cruz.
También realizaban una actividad artesanal con tallados de madera para la construcción de sus templos y esculturas.
Los Chiquitanos eran muy aficionados al arte y especialmente a la música. Escuchaban extasiados cuando los padres interpretaban algún instrumento musical que trajeron como flauta o violín. Es por esta razón que años después el padre jesuita de origen suizo Martín Schmidt, que era experto en música, realizó un notable trabajo de enseñanza musical e inclusive en la confección de sus propios instrumentos musicales.
El año 1730, el padre Schmidt creó la primera escuela de música en la Chiquitanía, formando grupos corales y orquestas con los instrumentos que él dirigió para la fabricación.
También les enseñaron teatro y danza, siendo realmente muy dotados para todos estos artes. De la misma manera trabajaban muy bien con la madera de árboles de la región y construyeron sus propias iglesias, que actualmente son muy apreciadas a nivel internacional.
En los trabajos actuales de restauración se encontraron muchas partituras de música sacra (16.000) y muchas de ellas no estaban registradas a nivel mundial.
Las piezas de teatro y las danzas eran adaptadas a sus costumbres primarias.
Las mujeres en particular, trabajaban en telares confeccionando hermosos tejidos.
FLAGELOS EN LAS MISIONES
Los portugueses que venían de Brasil, los MAMELUCOS o BANDEIRANTES, eran una verdadera plaga. Asaltaban las misiones portando armas, robaban lo que podían y se llevaban indios jóvenes para ser vendidos como esclavos en las minas de plata en Brasil.
El nuevo Superior de las misiones chiquitanas, José de Castañeda, tramitó ante las autoridades en Santa Cruz, que se enviara a las poblaciones misionales, soldados para evitar las incursiones malocas. De esta manera se produjeron varias batallas.
Otro flagelo fueron los indios chiriguanos que atacaban permanentemente la misión de Presentación en el rio Guapay. El año 1726, destruyeron la iglesia y quemaron la casa de los misioneros. Los padres Felipe Suarez y Lucas Caballero llegaron a escaparse a tiempo.
Los años 1728, 1729 y 1735, se relataron tres guerras entre los Chiriguanos y los soldados españoles, ayudados por los indios chiquitanos.
El padre Lucas Caballero, en la región de Puy Zocas fue asesinado.
POBLACION EN LAS MISIONES
En 1730, el padre Lozano relataba que en las siete misiones fundadas en la Chiquitanía, había una población de aproximadamente 20.000 indios, y eran 17 los misioneros.
Los padres realizaban una acción extraordinaria de evangelización, con expediciones por la selva a partir de las reducciones, para incorporar nuevas familias de indios que fueran a vivir a las misiones.
Estas expediciones llegaron inclusive hasta la región del Mato Groso, actualmente territorio brasilero.
En el censo del año 1756, las siete reducciones de la Chiquitanía tenían 83.000 indios; los padres no se daban abasto.
CREACIÓN DE NUEVAS MISIONES EN LA CHIRIGUANIA
En 1745, el Colegio Jesuita de Tarija, en el Chaco tarijeño, restauró la misión del Rosario, ubicada en el valle de Salinas. Fue la única misión jesuita que quedó en la Chiriguanía.
En el año de 1758, en la región del rio Acero, crearon la misión de San Francisco, dejando a cargo a los padres Tomas Amaya y Francisco del Picar.
En 1761, los jesuitas organizaron una nueva misión en el valle de Chiquiacá, que no duró mucho tiempo.
EXPULSION DE LOS JESUITAS
En el año 1767, llegó la orden, desde España, de expulsar a todos los padres de la Compañía de Jesús de América.
En una primera instancia todas las misiones fueron administradas por civiles. Ellos, al no poder encaminarlas convenientemente, solicitaron a los Corregidores que se encomendaran a los Franciscanos, quienes tomaron todas las reducciones en el Chaco de la Chiriguanía y en la Chiquitanía el año 1769.
LAS MISIONES, HOY EN DIA
Actualmente, todos los templos y las casas parroquiales han sido restaurados, gracias a un hermano Jesuita, arquitecto, Hans Roth, que vino de visita en 1970. Se quedó encantado de las iglesias construidas en madera por un padre suizo Martín Schmidt, a fines del siglo XVll. Al retornar a su patria creó la Fundación Schmidt para sustentar los trabajos de restauración. Regresó a la Chiquitania en 1972 y comenzó con sus trabajos; luego se casó y se quedó definitivamente hasta su muerte en 1999. Está enterrado en la Chiquitanía, junto a su esposa.
Fue precisamente en este momento que se descubrieron las diferentes partituras de la música sacra.
Ahora, se realizan cada 2 años, festivales famosos de esa música renacentista y barroca, donde participan orquestas autóctonas y muchas otras orquestas invitadas de países de América Latina, así como de Europa. Vienen periodistas de todas partes. Es un acontecimiento de nivel mundial.
La Unesco ha declarado estas iglesias Patrimonio de la Humanidad.