Un libro nuevo de ensayos

Imagen y sentido es el título de un libro que verá la luz pública mediante presentación virtual, debido a la pesada atmósfera del virus que aflige a la humanidad y la postra de rodillas, para orar por la salud de la familia y el mal se esfume.

El autor es padre por vez primera de un hijo del alma, hecho que debiera alegrarnos, como toda buena acción, en callado silencio. Máxime en este tiempo cruel, aunque, a decir verdad, el festejo o celebración se cumple en mayor o menor medida en todos los tiempos y edades desde el primigenio papiro hasta la invención de la imprenta, que a decir del escritor paceño “cambió el modo de entender el mundo”.

En un planeta problematizado y complejo, las ansias de comunicarse no cesan ni un instante, y la tecnología en la actualidad brinda un real aporte. El libro impreso tiene su imperio y un poder inigualable, en la avidez de las personas cultas que lo buscan. Todo lo virtual reviste apoyo invalorable debido a la inmediatez de la cadena de transmisión de datos.

A modo de prólogo, en esta obra que trata ensayos críticos sobre la posmodernidad, que Harold sitúa a ésta en el primer tercio del siglo veinte hasta nuestros días, el autor ilustra al lector sobre el término ‘prefacio’ a partir de la mitología romana. En lo personal, habría preferido consignar contadas palabras sencillas y, tal vez, reservar para otra oportunidad las consideraciones respecto a la palabra prólogo.

Vayamos al fondo del asunto. El autor se propone “vislumbrar los problemas a los que nos arrastra el nihilismo actual, la caída de los valores, la desorientación y el estado de crisis psicológico en el que nos encontramos”. Formula referencias al estado evolutivo de la vida en sociedad, mediante paradigmas que van cambiando a lo largo del tiempo. Son cuatro ensayos temáticos bajo la óptica filosófica. El nudo gordiano descansa en estas aseveraciones: “El mundo es la imagen que tenemos de él y hacemos un mundo de acuerdo a nuestras imágenes”.

En el desarrollo del libro las páginas se encuentran cuajadas por nombres de pensadores de fuste, plenamente consagrados, y de algunas personas de otra índole como el cantautor y roquero argentino Charly García, no ignorado en esferas juveniles.

En todo caso, se advierte que el novísimo autor tiene a su favor numerosas lecturas y el trato con los libros lo apasiona, de ahí su excelente redacción y contenido que debe ser asimilado por los lectores, a efecto de formar criterio en torno a aspectos filosóficos del orbe actual y a las interpretaciones consiguientes para poderlo entender, y, si se quiere, no justificarlo. Bienvenido al extenso territorio del libro en sus diversas modalidades, y pleno éxito Harold Kurt, ya que las actividades culturales son destacables.