El sonido fuente de vida Mis vivencias en Musicoterapia
Libro escrito y publicado por la conocidísima pianista boliviana Teresa Laredo, que hoy gratamente nos sorprende con sus elevados conocimientos de musicoterapia, psicoacústica y el empleo adecuado de los instrumentos musicales tanto ancestrales como contemporáneos, aplicados a la terapia de la...



Libro escrito y publicado por la conocidísima pianista boliviana Teresa Laredo, que hoy gratamente nos sorprende con sus elevados conocimientos de musicoterapia, psicoacústica y el empleo adecuado de los instrumentos musicales tanto ancestrales como contemporáneos, aplicados a la terapia de la sanación de diversas enfermedades del espíritu y del organismo humano; hoy por hoy, saturados de inexplicables problemas socio-ambientales, socio-económicos y antropológicos.
Desde el punto de vista educativo sostiene una simbiosis de relevancia entre la pedagogía de la escucha con la praxis de la terapia que incluye imaginación, intuición y sobre todo mucho amor y deseo de servir, de darse y creer en el poder de la belleza que cura y el ser músico en el alma.
Volviendo a la pedagogía de la Escuela, término introducido por la autora que en muchas partes del mundo utilizan los profesionales de la comunicación, como ser psicólogos, pedagogos, ortofonistas, médicos, músicos y profesores de idiomas. Escuchar la música de Mozart, Vivaldi, Pergolesi y otros que han dejado armonías celestiales que tocan las fibras más íntimas del ser, con el propósito de construir la felicidad total y completa del hombre.
Aunque esto parezca una utopía, no lo será tanto, si conocemos y practicamos los relatos de vivencias en Musicoterapia de la artista, musicóloga y escritora doña Teresa Laredo Aguayo. A quien agradecemos muchísimo su presencia y su arte, nunca desmedido y siempre valorado a través de sus conciertos de piano, conferencias y programas de radio y televisión en Suiza donde radica y en otros continentes que ha visitado, actuando como una verdadera embajadora de la música universal, representando a Bolivia, y a su tierra natal: COCHABAMBA.
LA MUSICOTERAPIA
En primer término, algunas consideraciones sobre el tema.
“La musicoterapia es una interdisciplina paramédica y musical que se preocupa principalmente del uso terapéutico de la música o sea del tratamiento de las enfermedades por medio de la música” (Lacroix, 1962). Al abordar tanto patologías físicas psíquicas como psicosomáticas, contribuye a recuperar el equilibrio integral del individuo.
Otra definición que integra y resume diversos conceptos preexistentes: “La musicoterapia es el uso dosificado de la música en el tratamiento, la rehabilitación, la educación y el adiestramiento de adultos y niños que padecen trastornos físicos, mentales o emocionales” (Alvin, 1967). (La aplicación de cualquier elemento sonoro, musical o no, con el objeto de producir estados regresivos y abertura de canales, a esos niveles, en los pacientes, emprendiendo por medio de los nuevos canales de comunicación el proceso de reaprendizaje y recuperación del individuo para la sociedad).
Aunque en la actualidad sus principales campos de aplicación son la rehabilitación y la psiquiatría, la musicoterapia ha incursionado y colaborado en diversas otras especialidades de la medicina y de las disciplinas paramédicas. Tres principios activos de la musicoterapia favorecen dicho enlace:
El restablecimiento de las relaciones interpersonales, mediante el proceso de la comunicación no verbal.
El logro de la autoestima mediante la autorrealización, a través de la incentivación de habilidades, capacidades y confianza en sí mismo.
El empleo del poder singular del ritmo para dotar de energía y organizar, mediante la motivación y estímulo a la acción. (María Esther Grebe)
Desde el punto de vista educativo sostiene una simbiosis de relevancia entre la pedagogía de la escucha con la praxis de la terapia que incluye imaginación, intuición y sobre todo mucho amor y deseo de servir, de darse y creer en el poder de la belleza que cura y el ser músico en el alma.
Volviendo a la pedagogía de la Escuela, término introducido por la autora que en muchas partes del mundo utilizan los profesionales de la comunicación, como ser psicólogos, pedagogos, ortofonistas, médicos, músicos y profesores de idiomas. Escuchar la música de Mozart, Vivaldi, Pergolesi y otros que han dejado armonías celestiales que tocan las fibras más íntimas del ser, con el propósito de construir la felicidad total y completa del hombre.
Aunque esto parezca una utopía, no lo será tanto, si conocemos y practicamos los relatos de vivencias en Musicoterapia de la artista, musicóloga y escritora doña Teresa Laredo Aguayo. A quien agradecemos muchísimo su presencia y su arte, nunca desmedido y siempre valorado a través de sus conciertos de piano, conferencias y programas de radio y televisión en Suiza donde radica y en otros continentes que ha visitado, actuando como una verdadera embajadora de la música universal, representando a Bolivia, y a su tierra natal: COCHABAMBA.
LA MUSICOTERAPIA
En primer término, algunas consideraciones sobre el tema.
“La musicoterapia es una interdisciplina paramédica y musical que se preocupa principalmente del uso terapéutico de la música o sea del tratamiento de las enfermedades por medio de la música” (Lacroix, 1962). Al abordar tanto patologías físicas psíquicas como psicosomáticas, contribuye a recuperar el equilibrio integral del individuo.
Otra definición que integra y resume diversos conceptos preexistentes: “La musicoterapia es el uso dosificado de la música en el tratamiento, la rehabilitación, la educación y el adiestramiento de adultos y niños que padecen trastornos físicos, mentales o emocionales” (Alvin, 1967). (La aplicación de cualquier elemento sonoro, musical o no, con el objeto de producir estados regresivos y abertura de canales, a esos niveles, en los pacientes, emprendiendo por medio de los nuevos canales de comunicación el proceso de reaprendizaje y recuperación del individuo para la sociedad).
Aunque en la actualidad sus principales campos de aplicación son la rehabilitación y la psiquiatría, la musicoterapia ha incursionado y colaborado en diversas otras especialidades de la medicina y de las disciplinas paramédicas. Tres principios activos de la musicoterapia favorecen dicho enlace:
El restablecimiento de las relaciones interpersonales, mediante el proceso de la comunicación no verbal.
El logro de la autoestima mediante la autorrealización, a través de la incentivación de habilidades, capacidades y confianza en sí mismo.
El empleo del poder singular del ritmo para dotar de energía y organizar, mediante la motivación y estímulo a la acción. (María Esther Grebe)