Bebidas alcohólicas en la escuela

En Tarija el alcohol está presente en muchas facetas de nuestra vida social, porque es parte de la cultura tarijeña. De hecho aquí se hacen unos de los mejores vinos del mundo. Sin embargo, como dice un dicho casero “Todo en exageración hace daño”, sobre todo cuando la iniciación en...

OPINIÓN
OPINIÓN
En Tarija el alcohol está presente en muchas facetas de nuestra vida social, porque es parte de la cultura tarijeña. De hecho aquí se hacen unos de los mejores vinos del mundo. Sin embargo, como dice un dicho casero “Todo en exageración hace daño”, sobre todo cuando la iniciación en este consumo es a temprana edad. El consumo suele ser en Tarija entre los 15 a 17 años.

Está demostrado que el alcohol produce graves efectos físicos, psíquicos y sociales. Recordemos, además, que es ilegal consumirlo antes de los 18 años. Sin embargo, todo el mundo sabe que si un joven menor de edad desea beber alcohol, consigue hacerlo por mucho que esté prohibido su consumo.

Esto fue demostrado en un último suceso ocurrido en un colegio del cual nos reservamos el nombre para no dañar a toda su comunidad estudiantil. El hecho se produjo el pasado jueves en la mañana y fue registrado en un video que se difundió por las redes sociales.

El director del colegio sostuvo que a su Dirección llegó la denuncia sobre una muchacha desmayada. Inmediatamente ordenó ubicar a la menor; sin embargo, algunos compañeros intentaron ocultarla.

Luego de haberla encontrado fue expulsada y se convocó a la madre de la estudiante a esa Unidad Educativa. Esta rogó porque su hija no fuese expulsada definitivamente. La menor estará fuera del colegio temporalmente y recibirá ayuda para salir de la situación que atraviesa.

Pero entre todo este escándalo las palabras del director departamental de Educación, Eudal Tejerina, sorprendieron aunque no dejan de ser una gran verdad. “Se trata de una cuestión novedosa. Hay que ir tomando acciones para que esto vaya tratándose en el marco que corresponda”, dijo.

Pero ¿qué hemos hecho mal como sociedad para que la edad media de consumo de alcohol siga bajando? Nos pasamos los años confeccionando parches y nada de esto cambia. Pareciera ser que a medida que pasan los años los niños, adolescentes y jóvenes están más expuestos a este tipo de riesgos.

Como todo problema estructural, éste se encuentra en la cabeza de la persona como un esquema mental creado e impulsado por la misma familia, los amigos y los medios de comunicación.

Por todo esto, lo racional es precisar el papel de las autoridades, maestros, padres y estudiantes frente al consumo y expendio y poner la pedagogía, la prevención y la autoridad donde cada cosa cabe.

Entre algunas de las estrategias que se podría aplicar está primero no estigmatizar a la escuela y más bien apoyarla en su difícil desafío. Segundo, educar para la ciudadanía y la convivencia. Para que niños, niñas y jóvenes aprendan a tomar decisiones y a vincular esas decisiones a un proyecto de vida sólido.

Tercero, identificar y atender riesgos. En particular, fortalecer los sistemas de alertas frente a situaciones concretas potencialmente dañinas, y trabajar en equipo entre familias, colegios y autoridades educativas en una estrategia pedagógica preventiva, ampliando el número de orientadores y profesionales de apoyo y multiplicando los recursos para identificar y atender casos cuya solución puede ser liderada desde el mundo escolar.

Por tanto, también se deberían focalizar los esfuerzos desde al área de la educación para potenciar en los colegios la formación en lo que respecta al alcohol, las drogas, la educación vial y la educación sexual.

Nuestros hijos necesitan tener una visión mucho más realista de todos estos factores ya que, para bien o para mal, marcarán buena parte de su adolescencia. Es difícil luchar contra costumbres profundamente arraigadas en lo social, y más si son exacerbadas por la moda imperante, pero ello no significa imposible.

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