La carne sigue cara en Tarija a pesar de las medidas del Gobierno
Contrabando: Éxodo de alimentos encarece los productos en Tarija
Con anterioridad la demanda de carne en Bermejo era de 100 cabezas de ganado por semana, pero ahora advierten que es de 500, lo que deja entrever que existe fuga del producto cárnico



El contrabando de productos alimenticios se ha convertido en un problema para Tarija, impactando directamente en el costo de la canasta básica y provocando desabastecimiento en los mercados locales. A pesar de las medidas implementadas por el Gobierno, como la prohibición de exportación de carne y mayor control en fronteras, la fuga de alimentos hacia Argentina sigue en aumento, especialmente por regiones como Yacuiba y Bermejo.
El fenómeno se ha intensificado debido a la devaluación de la moneda boliviana y la relativa estabilidad de la moneda argentina, lo que ha convertido a Bolivia en un destino atractivo para ciudadanos argentinos que buscan adquirir productos a precios considerablemente más bajos.
De acuerdo con un reportaje del medio argentino TN, los compradores pueden ahorrar hasta un 75% en comparación con los precios de su país, generando una alta demanda de productos bolivianos en la frontera.
El impacto en la oferta local
La creciente demanda de productos por parte de compradores argentinos, además del incremento del contrabando, ha generado una disminución de la oferta en los mercados de Tarija, lo que a su vez ha derivado en un alza de precios en los productos de la canasta básica.
El presidente de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve), Celestino Barro, confirmó que la carne es uno de los productos más afectados, siendo Bermejo el principal destino de la mercadería que luego cruza la frontera.
Contrabando La falta de controles eficientes ha permitido que el contrabando continúe sin freno, afectando la economía local
Según explicó, los comerciantes de carne en la avenida Belgrano de Tarija indicaron que anteriormente se enviaban alrededor de 100 cabezas de ganado por semana a Bermejo, mientras que ahora la demanda ha aumentado a 500 cabezas, lo que está contribuyendo a la elevación de precios en la capital.
“Hay un contrabando de carne que no está siendo controlado en la tranca. Senasag tiene que hacer su trabajo para evitar la salida ilegal de este producto,” manifestó Barro, señalando que la Fedjuve está dispuesta a colaborar en los controles.
No obstante, denunció que los operativos de fiscalización solo se centran en los vehículos que retornan a Tarija, mientras que los camiones que salen con mercadería hacia Bermejo no son sometidos a inspecciones rigurosas.
“Los carniceros están a punto de cerrar sus negocios porque la carne ya no se vende como antes. Con los precios actuales, comer una sopa con puchero se ha vuelto un lujo,” agregó.
Bermejo sin control
La situación en Bermejo no es diferente. La vicepresidenta del Comité Cívico de ese municipio, Nathalie Gálvez, confirmó que los controles son insuficientes y que, si bien hay operativos dirigidos a los comerciantes informales o bagayeros, los grandes camiones con productos de contrabando continúan saliendo sin restricciones hacia Argentina.
“La carne escasea, el aceite está carísimo, y el transporte ha incrementado sus tarifas por la falta de combustible. Las autoridades no hacen nada al respecto”, criticó.
Según la dirigente, es inusual escuchar sobre el decomiso de grandes cargamentos de productos, salvo casos esporádicos, como la reciente incautación de un camión con tomate que se ejecutó la semana pasada.
Gálvez denunció que la corrupción en las instituciones encargadas del control fronterizo es un factor que incide en el crecimiento del contrabando. Dejó entrever que los contrabandistas pagan coimas y logran pasar mercadería sin ningún problema.
Asimismo, identificó como uno de los puntos críticos del contrabando, a la comunidad de Naranjitos, en donde existe un puerto clandestino, en donde diariamente se hace pasar mercadería hacia el vecino país.
La dirigente también comparó los precios de los productos en Bermejo con los de Tarija. Un ramo de perejil o apio que en la capital cuesta 2 bolivianos, en Bermejo se vende a 6. El precio del kilo de carne para asado oscila en 55 bolivianos en Tarija, mientras que en Bermejo cuesta 65 y, cruzando la frontera, sube a 150 bolivianos en Argentina.
“No se ve que los funcionarios municipales vayan por los mercados haciendo este control, haciendo esta fiscalización a los carniceros”, relató.
Además, denunció que los camiones frigoríficos ya se niegan a entrar hasta la ciudad de Bermejo para dejar el producto, sino que apenas llegan hasta el puente Internacional, por lo que los carniceros deben ir hasta ese punto para “pelear” un cupo. Enfatizó que no solamente sucede con la carne de res, sino también con el pollo, que en días pasados llegó a costar hasta 30 bolivianos el kilo.
34 mil kilos de carne destinada al contrabando
Hace un par de días atrás, el Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) comisó más de 34.000 kilos de carne destinada al contrabando.
“Estamos hablando de 34.000 kilos de carne secuestrada en seis furgones. Hemos realizado una operación en el sector de Machareti, el sector que utilizan estos vehículos para llevar la carne a varios puntos, especialmente Tarija, Bermejo, Villazón, Tupiza, Uyuni, Oruro y Potosí”, dijo el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Velásquez.
Según la autoridad, tras una denuncia, el CEO hizo un seguimiento y durante la noche comprobó que pasaban entre seis a siete furgones con carne.
“Hemos hecho un seguimiento durante 15 días y esta carne está saliendo a la frontera, está saliendo, en este caso, a Argentina”, señaló.