La falta de dólares amenaza la industria vitivinícola en Bolivia
La cadena de vinos y singanis en Bolivia, por falta de divisas en el país y por el incremento en el costo de las importaciones hasta un 40%, no puede adquirir maquinaria, insumos, materiales y envases
La Asociación Nacional de Industriales Vitivinícolas (ANIV) y la Cámara Departamental de Exportadores del Sur Tarija (CADEXST) registran problemas para producir vinos y singanis está gestión, a consecuencia de la escasez de dólares para la compra de materias primas, equipos y maquinaria de importación, que permiten la producción, embotellado y etiquetado de vinos industriales en Bolivia.
El presidente de ANIV, Fernando Galarza, confirmó que la cadena industrial de vinos y singanis bajó su producción entre un 40% y 50%, a consecuencia que la mayoría de las bodegas industriales dependen de materias primas y otros productos de importación para elaborar vinos y singanis, sin embargo, no pueden adquirir estos materiales, porque la compra y venta se realiza en dólares.
Aseguró que el sector industrial vitivinícola de Tarija y otras regiones como Cochabamba, Santa Cruz y Chuquisaca no puede adquirir productos y maquinaria de importación como corchos, capuchones, envases de vidrio, tanques inoxidables, medidores de grados de dulce, moledoras, despalilladoras, limpiadores, cubas de madera, sulfitos, conservantes, capuchones, tapones, ácido cítrico y otros.
Asimismo, la cadena industrial vitivinícola a nivel nacional reportó que bajó casi en su totalidad las exportaciones de vinos y singanis al exterior, por la falta de moneda extranjera para el pago y las transacciones económicas que hacen los empresarios con empresas del extranjero, que demandan bebidas tarijeñas y de otras regiones del país.
La presidente de la Cámara Departamental de Exportadores del Sur Tarija (CADEXST), Ingrid Kohlberg, confirmó también esta situación, que está generando problemas a las bodegas, que no están pudiendo sacar sus productos a mercados internacionales.
Ante esta situación, algunas bodegas y empresas a nivel nacional, para evitar desabastecimiento de materias primas del exterior, optaron está gestión por algunas alternativas económicas, como el pago o transacciones en moneda de euros e incluso el yuan, sin embargo, las altas comisiones de importación subieron hasta un 40%, lo que también imposibilita pagar los costos de importación.
El Comité de Competitividad Cadena, Uvas, Vinos y Singanis de Tarija, la Federación Departamental de Viticultores de Tarija y la Central Única de Comunidades Campesina de Uriondo, reportaron que en la vendimia 2023-2024, las bodegas de vinos y singanis bajaron la compra de uva en un 40% a comparación de pasadas gestiones, por las bajas ventas.
Por su parte el asambleísta departamental por el municipio de Uriondo, Eider Quiroga, reportó que los insumos, agroquímicos y fertilizantes, para el cultivo de los viñedos, se encarecieron hasta en un 200%, situación que eleva las hojas de costo para la producción de uva vinos y singanis en el departamento de Tarija.
Cultivos de uva bajaron un 30%
La Federación Departamental de Productores de Uva de Tarija reportó que la producción de vid esta gestión 2024 bajó un 30% en el valle central, por la falta de mercados para la comercialización del producto, el contrabando y la extrema sequía que afecta a varias zonas productoras de Uriondo, Cercado y San Lorenzo.
De acuerdo con los datos publicados por el Observatorio Vitivinícola de Bolivia, el país cuenta con más de 5.000 hectáreas de vid, siendo el departamento de Tarija el principal productor, con casi el 71% de las plantaciones y el mejor rendimiento por unidad de superficie después de Chuquisaca y Cochabamba.
Según los productores de uva de la región, pese a la reducción de los cultivos los productores mantienen aún la producción de variedades principales cepas están la Cabernet, Syrah, Tannat, Merlot, Malbec, Petit verdot, Sangiovese, Marselan, Cabernet Franc, Pinot Blanc, Ugni Blanc y Riesling, entre otras.
Según los productores, del total de la uva producida en Bolivia, el 52% se destina para el mercado de consumo (uva fresca) y el 48% restante tiene como destino las bodegas (industriales y artesanales) para la elaboración de vinos y singanis.