Los sueños del Guadalquivir
La carretilla de comadres
Ahora que ya ha terminado Carnaval tal vez podamos hablar de algunas cosas complicadas, como que nuestras comadres puedan festejar tranquilas en su día
Un día antes del Jueves de Comadres Yesica, una amiga mía, me mandó un link del último spot publicitario-humorístico de Vinos Aranjuez. En él, siguiendo la línea humorística de Hans y Chivo se empieza haciendo una presentación del Jueves de Comadres como la continuación y la venganza de las mujeres luego de que los hombres hayan salido a tomar el anterior Jueves de Compadres. Se las ve a las mujeres con todas las ansias de festejar y de tomar alcohol sin medida, obligando a los hombres a quedarse en casa.
En las últimas escenas el diablo (el esposo de una de las comadres, que está condenado a quedarse encerrado en la casa, esperando el retorno de su esposa) se escapa y se encuentra con sus cumpas, quienes llevan una carretilla para recoger comadres. “Yo tengo mi emprendimiento para Comadres: radiotaxi la carretilla”, dice uno. Entonces el diablo se roba la carretilla y se va por su cuenta a buscar comadres borrachas. Se cruza con una campesina durmiendo borracha en una banca en la calle, a la cual la sube a la carretilla para llevársela. El diablo observa su edad avanzada y concluye con la broma de que “Está mayorcita, pero una planchadita y queda”.
Esta última broma desató especial rechazo entre las mujeres que conozco, incluyendo a mi amiga. “Qué horror. Cómo naturalizan la violencia sexual. El tipo está anunciando que violará a la cuma.” Pero no dije nada. No creo que hubiera servido de nada y necesitaba tiempo para pensarlo bien antes de opinar.
Es bien conocido que en Tarija los compadres y las comadres se molestan a brazo partido. Es un acto ritual en forma de competencia para realzar la propia fiesta y hacer quedar mal al otro. A mí me sorprende la animosidad con la que se tiran piedras con temas tan triviales como quién es más llorón o llorona, basados en la presencia o ausencia de lluvia en el respectivo jueves.
Es dentro de esta antipatía mutua que entra la historia de la carretilla. Los hombres no son permitidos dentro de las fiestas de comadres; tanto por seguridad como por tranquilidad. Ninguna mujer quiere que aparezca un esposo celoso a molestar a su comadre. Entonces los hombres no están presentes, pero no es raro verlos en las calles, esperando que salgan las comadres borrachas. Entonces de ahí la imagen: recoger una comadre en carretilla. Las connotaciones sexuales son evidentes.
Es esta connotación sexual la que genera tanto rechazo, porque equivale a una violación sexual, solo o en grupo, de una o más mujeres borrachas. Todo el mundo conoce la imagen, sea hombre o mujer. Los hombres bromean entre sí y las molestan a las comadres. Pero hay más de esto de lo que se puede observar a simple vista.
Es bien conocido que en Tarija los compadres y las comadres se molestan a brazo partido. Es un acto ritual en forma de competencia para realzar la propia fiesta
Para comenzar: yo no sé cuanta verdad tiene esta historia. Todo el mundo la conoce, pero yo no conozco de ningún hombre ni de ninguna mujer que se vanaglorie o lamente haber pasado por esta situación.
En segundo lugar: la energía sexual de Comadres en particular y de Carnavales en general no se presenta solo con los hombres. Conozco de varias mujeres tarijeñas que en pleno festejo alcoholizado hacen uso del imaginario sexual típico de la época para insinuar enfáticamente que van a agarrar a cuanto hombre se les cruce por el camino.
Entonces, yo no sé qué pasa. Es evidente de que hay todo un mundo de vivencias clandestinas articuladas al imaginario sexual de la fiesta de Comadres. Pero no sé cómo viene la mano.
Yo lo que quiero es llamar la atención sobre el punto para que no idealicemos Comadres. Pero me resulta difícil hablarlo como varón. Este es uno de esos temas donde deberían hablar las mujeres. Porque mientras siga siendo un tabú del que nadie habla se va a mantener en la clandestinidad, y es en la clandestinidad donde pasan las peores cosas. Por eso yo no estoy tan seguro qué opinar sobre el spot publicitario: no sé si están consolidando un estereotipo machista o si por el contrario están colocando el tema sobre la mesa. Me temo más lo primero que lo segundo, pero no estoy seguro.
La investigadora y teórica feminista Rita Segato señala que la violación es un mecanismo de disciplinamiento social donde el cuerpo masculino se impone sobre el cuerpo femenino con violencia, miedo o coacción como consolidación de la masculinidad. La idea de la violación luego de una fiesta de Comadres es demasiado perturbadora como broma ritual. Pero la acusación simplista de macho violador tampoco sirve, pues se articula a la lógica discursiva de la competencia ritual. Van a seguir mentando lo de la carretilla solo para molestarlas, aunque les duela, “porque de eso se trata”.
Yo sé que hay de todo en la viña del Señor y que Carnaval es la fiesta del desenfreno. Por eso no quiero juzgar. El tema merece una reflexión profunda. Recordemos que es tanto una práctica ritualizada como una estructura sociocultural de la diferencia sexual. Mi amiga Alba Gareca hizo un post que me pareció muy interesante: en él decía que “las comadres salimos juntas y regresamos a casa juntas”, como protección mutua. A mí me parece el mejor consejo que les puedan dar.