El presupuesto se termina en octubre
Autoridades universitarias dejan la UAJMS con déficit de BS 62 MM
El ex rector de la universidad, Gonzalo Gandarillas, en cuatro años de gestión no logró sanear la economía de la institución y ahora el ex rector interino, Henry Valdez, deja la casa de estudios en crisis económica



Las nuevas autoridades de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho de Tarija (UAJMS) que asumirán sus funciones este jueves 4 de agosto, reciben a la superior casa de estudios con un déficit económico de 62 millones de bolivianos y en medio de una crisis institucional, académica y deudas por pagar de algunos proyectos ejecutados en las provincias.
El nuevo rector, Eduardo Cortez, y su vicerrector, Jaime Condori, que asumen el mando de la universidad estatal de Tarija para el período 2022-2026, tienen varios desafíos y retos que deben encarar a corto, mediano y largo plazo, para solucionar la crisis económica que atraviesa la institución académica desde el año 2015 y que las autoridades salientes en los últimos años no lograron reducir la deuda de la superior casa de estudios.
El nuevo Rector, Eduardo Cortez, lamentó que las autoridades interinas dejen un déficit económico de 62 millones de bolivianos y un presupuesto reducido para gastos de funcionamiento, que según cálculos financieros solo permitirá pagar sueldos y salarios a docentes y administrativos hasta el mes de octubre.
Antes está situación las nuevas autoridades adelantaron que aplicarán tres medidas de manera inmediata para salvar de la crisis económica a la universidad, la primera gestión de mayor presupuesto al Tesoro General de la Nación (TGN), la segunda un ajuste a los gastos elevados en temas de funcionamiento, y la tercera, reactivar la generación de ingresos propios a través del fortalecimiento de los posgrados.
La nueva autoridad universitaria, tras haber sido en dos ocasiones la máxima autoridad de la UAJMS (entre 2003 y 2007 y durante una breve estancia en 2015) y tras un intento fallido en la gestión 2021, ahora asumirá su tercer mandato con una institución sumida a la crisis, supernumerario de funcionarios, denuncias de corrupción por falta de cogobierno y con más del 70% de docentes en edad de jubilación.
Modificaciones Estudiantes exigen modificar escala salarial a docentes y administrativos para salvar de la crisis a la universidad
El ejecutivo de la Confederación Universitaria de Docentes (CUD) de las universidades públicas de Bolivia, Carlos Salinas, señaló que las nuevas autoridades además de resolver la crisis económica deberán trabajar en un plan a corto plazo para actualizar el escalafón docente, solucionar las clases virtuales y presenciales, reducir el supernumerario de funcionarios y realizar una mejor distribución del presupuesto en los programas académicos.
Además recordó a las autoridades universitarias que dentro la institución existe un grupo mayoritario de docentes en edad de jubilación, al igual que en todas las universidades públicas de Bolivia, quienes plantean al Gobierno Nacional una jubilación con el 60% de sus aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), y no con el actual sistema de jubilaciones que apenas reconoce una renta sobre el 40% de sus salarios.
Otro tema que aún está pendiente de resolver en las universidades públicas del país y que fue muy cuestionado por diferentes sectores y estudiantes, son los estudiantes antiguos que están por más de 8 años en sus carreras y significan un gatos para el estado sostuvo en sus momento el presidente de la carrera de Derecho de la UAJMS, Nilson Valdez.
En el caso de la universidad estatal de Tarija se detectaron este gestión 2022 más de 2.500 estudiantes con más de 9 años que continúan pasando clases en varias facultades académicas, la mayoría registrados en las carreras de Ingeniería Civil y Arquitectura.
Sectores piden restructurar autonomía universitaria
Diferentes instituciones y sectores a nivel nacional plantearon a las autoridades universitarias trabajar en la restructuración de la autonomía universitaria, con el objetivo de terminar con la sobredosis del cogobierno, mal uso de la autonomía universitaria, realizar un ajuste curricular, evitar el funcionamiento de la universidad a espaldas de la realidad del mercado laboral y terminar con la concepción de la universidad como una rosca que cuida los cargos de los docentes.