Mario, el comunario experto en levantar pequeños templos
Experimentado en construcciones grandes, oriundo de San Mateo, Mario Morales Centeno es un constructor civil, más comúnmente conocido como albañil y que actualmente erige un templo en La Victoria con materiales que son tramitados por los mismos comunarios y donaciones realizadas por empresas...
Experimentado en construcciones grandes, oriundo de San Mateo, Mario Morales Centeno es un constructor civil, más comúnmente conocido como albañil y que actualmente erige un templo en La Victoria con materiales que son tramitados por los mismos comunarios y donaciones realizadas por empresas solidarias.
Morales, de baja estatura, pero de contextura recia, subrayó que siempre realizó construcciones religiosas y sociales. Por ejemplo, levantó el hogar Santa Rita, que actualmente alberga a alcohólicos anónimos y donde se rehabilita mucha gente, “lo hacemos con la fe y el cariño que uno tiene, con la experiencia y el amor al prójimo y al trabajo que se debe tener”, sostuvo.
Las obras
Contó que las obras iniciaron más o menos hace cuatro meses, se la adjudicó a través de la Asociación de Constructores Civiles que lo acoge, presentó su presupuesto y logró calificar para ofrecer sus servicios y de esta manera hacerse cargo de levantar el templo. Empezó con la instalación de las zapatas, las obras estructurales y “los fierros”.
Al momento está por establecer la estructura metálica para sostener el techo, al mismo ya construye los altares y las torres para el campanario, el atrio y toda la obra gruesa está terminada, luego será el turno de la obra fina no sin antes colocar la estructura para sostener las tejas.
¿Cuánto costó la obra?, no puede decirlo al momento porque primero debe culminarla ya que no existe un presupuesto público específico para levantar templos, entonces todo el material se lo consigue con el esfuerzo de la comunidad. Ellos tienen una comisión que recauda los fondos, además reciben el apoyo y la buena voluntad de personas católicas que permiten llevar a cabo este trabajo.
También existen empresas que desinteresadamente aportan, como la compañía Cerámica Guadalquivir que colaboró con el ladrillo y las tejas. Existen entidades similares que brindan su ayuda y “mucho depende de eso para que se termine la iglesia”.
Agregó que los planos fueron elaborados por un arquitecto, pero no tienen un ingeniero que dirija y supervise la obra porque sus honorarios son caros y solo se pudo cancelar el cálculo estructural.
“Con la experiencia que tenemos en la construcción nosotros la dirigimos, siempre consultando a los profesionales y más es la experiencia que se tiene en el rubro”, sostuvo a tiempo de recordar que ya realizó construcciones grandes y que en base a los planos suele orientarse, avanza de acuerdo a lo que observa.
Trabaja con tres ayudantes, personalmente dirige la obra, son alrededor de 267 metros cuadrados bajo techo y unos 280 en la parte externa. Agregó que se avanza de acuerdo a la disponibilidad de material mientras que ellos cobran lo básico.
Demandó a las autoridades que colaboren con este tipo de construcciones porque son los comunarios los que se mueven y tocan las puertas de las instituciones para recibir alguna ayuda. Demandó la colaboración de la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cossaalt) porque La Victoria brinda agua a la ciudad y se trata de una obra de bien social.
Uno de los primeros en recibir una certificación
La responsable de comunicación de la organización no gubernamental Mujeres en Acción, Celina Tavera, contó que Mario Morales Centeno fue uno de los primeros que participó de los procesos de fortalecimiento de competencias técnicas y humanas, por lo tanto, accedió a la certificación de competencias laborales.
Sostuvo que colaboraron con él para que sea formalmente reconocido por el Ministerio de Educación a través del Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias en el área de construcción civil.
Mujeres en Acción apoyó a la Asociación de Constructores Civiles Tarija, del cual él fue presidente en dos oportunidades, en su gestión se avaló a esta entidad para la presentación de un proyecto a UNITAS con la finalidad de ofertar los servicios certificados, además que los ayudó a adquirir los equipos e instrumentos para su trabajo.
Tavera indicó que el programa está dirigido a personas que no tuvieron la posibilidad de acceder a procesos a formales de capacitación, pero que desarrollaron competencias laborales por cuenta propia y cuentan con la experiencia, habilidades y condiciones para catalogarse como profesionales empíricos.
Morales, de baja estatura, pero de contextura recia, subrayó que siempre realizó construcciones religiosas y sociales. Por ejemplo, levantó el hogar Santa Rita, que actualmente alberga a alcohólicos anónimos y donde se rehabilita mucha gente, “lo hacemos con la fe y el cariño que uno tiene, con la experiencia y el amor al prójimo y al trabajo que se debe tener”, sostuvo.
Las obras
Contó que las obras iniciaron más o menos hace cuatro meses, se la adjudicó a través de la Asociación de Constructores Civiles que lo acoge, presentó su presupuesto y logró calificar para ofrecer sus servicios y de esta manera hacerse cargo de levantar el templo. Empezó con la instalación de las zapatas, las obras estructurales y “los fierros”.
Al momento está por establecer la estructura metálica para sostener el techo, al mismo ya construye los altares y las torres para el campanario, el atrio y toda la obra gruesa está terminada, luego será el turno de la obra fina no sin antes colocar la estructura para sostener las tejas.
¿Cuánto costó la obra?, no puede decirlo al momento porque primero debe culminarla ya que no existe un presupuesto público específico para levantar templos, entonces todo el material se lo consigue con el esfuerzo de la comunidad. Ellos tienen una comisión que recauda los fondos, además reciben el apoyo y la buena voluntad de personas católicas que permiten llevar a cabo este trabajo.
También existen empresas que desinteresadamente aportan, como la compañía Cerámica Guadalquivir que colaboró con el ladrillo y las tejas. Existen entidades similares que brindan su ayuda y “mucho depende de eso para que se termine la iglesia”.
Agregó que los planos fueron elaborados por un arquitecto, pero no tienen un ingeniero que dirija y supervise la obra porque sus honorarios son caros y solo se pudo cancelar el cálculo estructural.
“Con la experiencia que tenemos en la construcción nosotros la dirigimos, siempre consultando a los profesionales y más es la experiencia que se tiene en el rubro”, sostuvo a tiempo de recordar que ya realizó construcciones grandes y que en base a los planos suele orientarse, avanza de acuerdo a lo que observa.
Trabaja con tres ayudantes, personalmente dirige la obra, son alrededor de 267 metros cuadrados bajo techo y unos 280 en la parte externa. Agregó que se avanza de acuerdo a la disponibilidad de material mientras que ellos cobran lo básico.
Demandó a las autoridades que colaboren con este tipo de construcciones porque son los comunarios los que se mueven y tocan las puertas de las instituciones para recibir alguna ayuda. Demandó la colaboración de la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cossaalt) porque La Victoria brinda agua a la ciudad y se trata de una obra de bien social.
Uno de los primeros en recibir una certificación
La responsable de comunicación de la organización no gubernamental Mujeres en Acción, Celina Tavera, contó que Mario Morales Centeno fue uno de los primeros que participó de los procesos de fortalecimiento de competencias técnicas y humanas, por lo tanto, accedió a la certificación de competencias laborales.
Sostuvo que colaboraron con él para que sea formalmente reconocido por el Ministerio de Educación a través del Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias en el área de construcción civil.
Mujeres en Acción apoyó a la Asociación de Constructores Civiles Tarija, del cual él fue presidente en dos oportunidades, en su gestión se avaló a esta entidad para la presentación de un proyecto a UNITAS con la finalidad de ofertar los servicios certificados, además que los ayudó a adquirir los equipos e instrumentos para su trabajo.
Tavera indicó que el programa está dirigido a personas que no tuvieron la posibilidad de acceder a procesos a formales de capacitación, pero que desarrollaron competencias laborales por cuenta propia y cuentan con la experiencia, habilidades y condiciones para catalogarse como profesionales empíricos.