Kung-fu, el camino de Juan Pablo (I)
En esta nota especial, caminaremos con Juan Pablo por la vía del Kung-fu, conociendo lo que es, lo que ofrece y lo que exige de quien asume este arte marcial como estilo de vida.
Juan Pablo Lea Plaza Soruco tiene 36 años. Desde hace 12 practica Kung-fu. “Mi primer profesor fue Jorge Flores, que practicaba con el profesor Abraham. Con ellos he aprendido lo básico”. A través de Jorge, Juan Pablo conoció Lucas Quispe, que enseña Tai chi y Kung-fu en la cancha de la García Agreda. “Ahí he aprendido mucho, ha sido mi introducción al Kung-fu hasta que no tenía nada nuevo que enseñarme porque es maestro de Tai chi”, dice Juan Pablo.
Continuó su aprendizaje entrenando solo, consultando textos y videos, sin escuela hasta que “llegó la pandemia y mi actual maestro, Bruno Tombolato, abrió clases en línea. Él es discípulo de Shi De Yang, entonces sigo también su linaje. Llevo 2 años de aprendizaje, he progresado bastante rápido y por fin tengo escuela”. Bruno también es su Shifu, es decir, algo cercano a un padre en artes marciales. Con su permiso, Juan Pablo abrió su propia escuela de Kung-fu en Tarija.
“El objetivo que tengo es trazar un puente cultural, de salud y de conocimiento a través del Kung-fu entre los tres países: Bolivia, España y China”
“Puedes tener muchos maestros, pero Shifu solo hay uno”, observa Juan Pablo, quien se forma como instructor de Kung-fu en el “Shaolin Cultural Center Spain”. “Es más difícil, tienes que aprender y practicar el doble porque no hay quien te corrija de inmediato”. En “Shaolin Tarija”, su escuela, Juan Pablo enseña todo lo que aprende allá. “El objetivo que tengo es trazar un puente cultural, de salud y de conocimiento a través del Kung-fu entre los tres países: Bolivia, España y China”.
La escuela “Shaolin Tarija” tiene menos de un año de existencia, pero ya ganó un trofeo de cuarto lugar en el Torneo Nacional de Kung-Fu realizado en La Paz. “También ganamos dos medallas, una de bronce de Paola Suárez, muy buena alumna, y otra de plata en disciplina de palo que he ganado yo. Para ser nuestra primera vez, ha ido bastante bien”, valora Juan Pablo, quien hace poco ganó 3 días de estadía en el Templo Shaolin y un par de zapatillas especiales representando a su escuela española en un campeonato en línea. “Cuando pueda, iré a reclamar mi premio”, ríe el joven profesor.
En su escuela entran mujeres y hombres por igual. “Hay un concepto de la mujer como un ser débil y frágil. Yo veo que la mujer tiene fortaleza y es guerrera. Es cuestión de descubrir si esto les gusta”. Para Juan Pablo, el Kung-fu le ha dado la disciplina para salir de situaciones difíciles. “Yo tenía muchos problemas para dormir que han desencadenado en ansiedad y depresión. El Kung-fu me ha ayudado mucho y quiero compartirlo con los demás”.
La escuela de Kung-fu “Shaolin Tarija” se encuentra en la Av. La Paz entre Av. Potosí y Oruro, Edificio Blanco, primer piso. Contacto: 67395125.