Noelia Vargas y su reencuentro con una pasión
Concentrarse en sus estudios alejó temporalmente a Noelia de la creación de accesorios.



Un viejo pasatiempo resurgió en la vida de Noelia Cecilia Vargas Gamboa para quedarse como emprendimiento. Con los accesorios que aprendió a fabricar en su infancia hoy sienta los pilares de algo que espera nunca termine. Se trata de su marca Aesthetic Accesorios by Noelia Vargas, labor que retomó luego de abandonarla por años.
Todo empezó en el año 2012, cuando Noelia cursaba la secundaria. Entonces era una aficionada a los artículos de belleza y a los programas de televisión relacionados. Recuerda uno en específico que trataba sobre los procesos de elaboración de dichos productos. Por ello pensaba que no era algo tan complicado y que podría diseñar sus propios accesorios.
El punto que terminó de motivarla fue un viaje a Europa, donde conoció tiendas y joyería que la deslumbró y que no encontraba en Bolivia. Cuando regresó a Tarija, su ciudad natal, se inscribió a cursos de bisutería para aprender lo básico.
“Nadie debe dejar sus pasiones”.
Con ese conocimiento pudo elaborar accesorios para sí misma y poco tardó en empezar venderlos. Los primeros clientes fueron las personas más cercanas a ella. Sus compañeras del colegio o colegas de su mamá le hacían saber que su trabajo era bueno. Sin embargo, y a pesar de la aceptación que tenía, tuvo que dejar el negocio para concentrarse en la universidad.
Durante toda la carrera de Derecho solo fabricaba accesorios para su uso personal, pues creía que no le alcanzaría el tiempo para estudiar y emprender. Hoy, ya abogada, siente que quizás hubiese podido. Con la llegada del 2022 y la carrera terminada retomó su pasión.
Esta vez decidió poner una marca en frente de sus accesorios, por ello la nombró: Aesthetic Accesorios by Noelia Vargas. A los collares, gargantillas y manillas que ya vendía, añadió accesorios para zapatillas y colgantes para el celular.
Reencontrarse con su labor y con los pedidos de clientes es motivo de sentirse realizada para Noelia, pues afirma que ese trabajo le da paz. Si bien aún no ejerce su carrera, sabe que esta vez no dejará su emprendimiento. Para ello definirá días de pedidos y entregas y tendrá un stock permanente en la tienda colaborativa que próximamente inaugurará junto a tres amigas.
Finalmente, Noelia lanza un mensaje: “Nadie debe dejar de hacer lo que le gusta. Nunca es tarde y todo se puede con voluntad”.