Alejandra Machicado: “Aspiro a poder vivir de mis tejidos”
La joven paceña cuenta cómo nació su emprendimiento Punto Creativo



Alejandra Machicado es una joven de 24 años cuyo emprendimiento ofrece a la población paceña diversas bufandas que teje junto a su socia y amiga Valeria Linares. Punto Creativo es el nombre del emprendimiento.
Aunque Alejandra es psicóloga de profesión, hoy se dedica completamente a este negocio que nació en el 2019, cuando aún era estudiante universitaria. Sin embargo, su relación con los tejidos se remonta a su infancia. Fue su nana quien le enseñó entonces a tejer, Alejandra destaca que ella es una persona muy importante en su vida que hasta hoy la acompaña.
Aunque al inicio Alejandra solo tejía para ella misma, tomando inspiración de internet, la idea de crear un emprendimiento nació luego de que Alejandra tejiera unos regalos para el bebé de una amiga. Cuando esta vio los regalos, le sugirió inmediatamente empezar a vender productos similares, su entorno le aconsejaba lo mismo.
Punto Creativo fue creado el 2019, Alejandra cuenta que tuvo que batallar con algunas cosas relacionadas a la promoción de sus productos, como la creación de la marca, por ejemplo. Sin ningún conocimiento creó ella sola su logo y abrió páginas en redes sociales para empezar a captar clientes.
El éxito fue inmediato, algo que Alejandra no contemplaba en ese momento. La demanda de sus productos la vio incapaz de cubrirla, por lo que tuvo que pedir ayuda a Valeria, su mejor amiga. Pero Valeria no tenía ni idea de tejer. Alejandra le enseñó a hacer una bufanda en una sola tarde y desde entonces que llevan juntas el emprendimiento.
Punto Creativo tiene 2 principales productos: bufandas y peluches. Las bufandas fueron las que lograron que el negocio se consolide. Alejandra explica que, cuando empezaron a comercializaras, había un boom por las bufandas redondas, o infinitas, tejidas. Estas eran realmente difíciles de conseguir y Alejandra y Valeria llegaron para cubrir la demanda.
Sobre los peluches, las ventas son menos con estos, ya que tienen un elevado precio por el trabajo que conllevan. Alejandra explica que son 2 semanas de trabajo para un peluche de 20 cm.
Para el futuro, Alejandra espera poder dedicarse siempre a esta labor y, algún día, vivir de ella. De momento, han logrado expandir sus ventas a Oruro, Potosí y Santa Cruz, pero quieren llegar a todo el país.