Ana Gabriela Copa, entre los estudios y el emprendimiento
La emprendedora y estudiante cuenta la historia de Honey Shop, su emprendimiento.



Ana Gabriela Copa Irusta es una joven emprendedora tarijeña de 20 años. Junto a su socia Claudia Fernández crearon hace 2 años su marca de ropa Honey Shop, ropa y accesorios. A la par ambas son estudiantes, Ana cursa la carrera de Ingeniería Comercial, y Claudia, Ingeniería Financiera. Por lo que deben equilibrar su vida de estudiantes con su emprendimiento.
Todo inició hace poco más de 2 años. Ana explica que entonces había un boom por la llamada “ropa americana”. Ambas identificaron que esta estaba limitada a tallas para mujeres delgadas por lo general y, si había tallas grandes, solían tener precios más elevados. Entonces vieron la oportunidad de emprender una tienda virtual e importar aquella ropa que hacía falta en el mercado.
Con un capital prestado crearon la marca Honey Shop y empezaron con la importación un 12 de mayo de 2019, bajo la idea de abarcar todas las tallas y ofrecerlas a precios justos. Ana cuenta que al inicio les fue muy bien. Ambas aplicaban lo aprendido en la universidad. Mientras Ana se centraba en la parte del marketing, Claudia lo hacía en los números, pero sin dejar de trabajar juntas.
“Cada uno debe medirse con su propia regla. La competencia o los resultados lentos no deben limitarnos”.
Sin embargo, y a pesar de lo bien que les iba, casi a finales de 2019 tuvieron que hacer una pausa, pues las exigencias del estudio las obligaba a ello. Fueron casi 8 meses sin actividad para Honey Shop. Hasta que decidieron retomar el ritmo los primeros meses del 2020.
Sin embargo, dejaron de importar ropa, ya que decidieron empezar a producirla en el departamento. Además, modificaron el concepto del emprendimiento y se orientaron a garantizar siempre la variedad de tallas en la ropa que ahora es producida por las costureras con las que trabajan. También decidieron potenciar la oferta de accesorios haciéndolos ellas mismas. Cambiaron a un logo acorde al nuevo concepto y, más que un cambio de norte, fue como empezar de cero.
Actualmente Ana y Claudia han aprendido a equilibrar los estudios y el trabajo, por lo que Honey Shop se mantiene firme en el mercado local y nacional, pues sus productos llegan a los otros departamentos también.
Para el futuro, Ana espera poder abrir una tienda física para Honey Shop, dice que es un objetivo principal. Además, asegura que el crecimiento es lento y hay mucha competencia, pero no se limitan por ello y siguen adelante.