Roger Poma: “Munay busca mostrar una identidad boliviana”
Munay es la marca de ropa que Roger posee hace 6 años.



Roger Poma Blanco nació en la ciudad de La Paz hace 31 años y fue hace 9 que empezó a desempeñarse en el rubro del que hoy vive: la moda y los textiles. Roger se dedica a la producción y comercialización de ropa con sello boliviano.
Él, que estudió gastronomía, tuvo la idea de crear poleras plasmadas con identidad boliviana para ofrecerlas en el mercado del turismo. Empezó a hacerlas junto a su socio Miguel Sánchez Gómez. Fue entonces cuando empezó una historia en un mundo del que no conocía prácticamente nada. Cosas como corte y confección, materiales o diseño, eran totalmente ajenas a su conocimiento. Por lo que tuvo que aprenderlas mediante la experiencia.
Al inicio cortaba la tela en el suelo, con las tijeras y el molde, mientras que Miguel se encargaba de la parte visual. Pero con el tiempo Roger fue interiorizando los procedimientos y conociendo aspectos inesperados para alguien que no está familiarizado con los textiles, como que es necesario dejar reposar la tela, por ejemplo.
Los primeros 3 a 4 años, ambos socios se encargaban solo de la producción de la ropa, y un tercero la comercializaba. Sin embargo, este se retiró de la ecuación y Roger y Miguel aceptaron el nuevo desafío de encargarse de todo.
“Muchas veces se confunde elementos culturales con cuestiones políticas, es un error, la cultura no le pertenece a nadie”.
Eligieron a “Munay” como el nombre de la marca. Este es el equivalente a “querer” en quechua y para ellos representa muy bien el concepto detrás de su trabajo. La primera tienda fue un puesto callejero en la calle Sagarnaga de La Paz, por esta una locación con gran afluencia de turistas.
Actualmente tiene 3 tiendas físicas en la ciudad andina. Antes de la pandemia existía una cuarta tienda ubicada en Uyuni, pero por la diminución del tráfico turístico decidieron que cerrarla era la mejor opción. Por el mismo motivo tuvieron que redirección su público objetivo también.
Si antes el cliente meta era un turista, ahora lo es la población boliviana. Más allá del cambio por la necesidad, Roger considera esto como algo muy bueno, pues dice que es una oportunidad para que los propios bolivianos conozcan la cultura de los textiles más a fondo y se animen a lucirla.
Dice que para él es común escuchar en su tienda comentarios que asocian a tejidos como el awayo a causas políticas o determinados segmentos de la población, pero Roger no está de acuerdo con esa idea. El afirma que la cultura es de todos y lamenta que por esas asociaciones se dejen de consumir algunos textiles con identidad boliviana.