Variaciones en la rutina
José Arciénaga Preparador físico Siempre tenemos que tener en cuenta que cada cierto tiempo debemos variar nuestra rutina, es una forma de revitalizar el entrenamiento y no bajar el rendimiento, pues antes o después nuestro cuerpo se acostumbra a los ejercicios e intensidad. No se trata...
José Arciénaga Preparador físico
Siempre tenemos que tener en cuenta que cada cierto tiempo debemos variar nuestra rutina, es una forma de revitalizar el entrenamiento y no bajar el rendimiento, pues antes o después nuestro cuerpo se acostumbra a los ejercicios e intensidad. No se trata solo del momento en que nos aburrimos de hacer ejercicio o buscamos mil excusas para no entrenar, sino que los músculos se acostumbran y no trabajan como deberían.
Cuando vamos al gimnasio el entrenador nos diagrama una rutina con todos los ejercicios que debemos realizar cada jornada. Es muy importante que la tabla de entrenamiento varíe de vez en cuando, porque de esa manera los músculos dejan de lado la costumbre y pueden desarrollarse aún más. Si todos los días realizan el mismo movimiento o tensión, es como si no tuviesen la posibilidad de evolucionar. Lo mismo sucede si siempre ejercitamos con el mismo peso o a igual intensidad.
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Evitar la aclimatación de los grupos musculares es todo un desafío para los que entrenan (y para los que arman la rutina). Cada persona necesita más o menos tiempo para conseguir resultados y mantenerlos y además no podemos olvidar el factor aburrimiento o cansancio, que muchas veces nos puede jugar en contra. Por otra parte, cambiar de rutina permite trabajar áreas que hasta el momento habían quedado ‘olvidadas’ o ‘rezagadas’. Por eso, los ejercicios deberían ser cada vez más complejos para abarcar una región más extensa del cuerpo.
Siempre tenemos que tener en cuenta que cada cierto tiempo debemos variar nuestra rutina, es una forma de revitalizar el entrenamiento y no bajar el rendimiento, pues antes o después nuestro cuerpo se acostumbra a los ejercicios e intensidad. No se trata solo del momento en que nos aburrimos de hacer ejercicio o buscamos mil excusas para no entrenar, sino que los músculos se acostumbran y no trabajan como deberían.
Cuando vamos al gimnasio el entrenador nos diagrama una rutina con todos los ejercicios que debemos realizar cada jornada. Es muy importante que la tabla de entrenamiento varíe de vez en cuando, porque de esa manera los músculos dejan de lado la costumbre y pueden desarrollarse aún más. Si todos los días realizan el mismo movimiento o tensión, es como si no tuviesen la posibilidad de evolucionar. Lo mismo sucede si siempre ejercitamos con el mismo peso o a igual intensidad.
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Evitar la aclimatación de los grupos musculares es todo un desafío para los que entrenan (y para los que arman la rutina). Cada persona necesita más o menos tiempo para conseguir resultados y mantenerlos y además no podemos olvidar el factor aburrimiento o cansancio, que muchas veces nos puede jugar en contra. Por otra parte, cambiar de rutina permite trabajar áreas que hasta el momento habían quedado ‘olvidadas’ o ‘rezagadas’. Por eso, los ejercicios deberían ser cada vez más complejos para abarcar una región más extensa del cuerpo.