Mitos sobre la pasta
Camilo Andrade Nutricionista La pasta es un imprescindible de todas las cocinas del mundo. Un ingrediente al que recurrimos si queremos disfrutar de una comida rápida y deliciosa. Unos espaguetis con tomate y queso pueden estar listos en unos minutos, haciéndonos disfrutar de un plato...
Camilo Andrade Nutricionista
La pasta es un imprescindible de todas las cocinas del mundo. Un ingrediente al que recurrimos si queremos disfrutar de una comida rápida y deliciosa. Unos espaguetis con tomate y queso pueden estar listos en unos minutos, haciéndonos disfrutar de un plato sencillo y delicioso. Sobre la pasta se han escrito ríos de tinta, especialistas en nutrición y cocineros de todo el mundo se han puesto de acuerdo para descubrir los mitos que rodean este ingrediente.
Conociendo más
Nunca se cuece con aceite. Por mucho aceite que le pongas al agua de la cocción no sirve de nada. La pasta solo necesita agua y sal. El aceite se quedará en la superficie y no cambiará la cocción. Lo único que marcará la diferencia es que removamos bien la pasta hasta que esté en su punto. Aprovechar el agua de su cocción para la salsa le dará un sabor mucho más uniforme a cualquier receta. Ponerla bajo el grifo con un chorrito de agua fría no hará que esté mejor, al contrario. Eliminará el gluten que le da un sabor y una textura de lo más necesaria.
Cada pasta tiene su salsa. Elegir la salsa es casi tan importante como el tipo de pasta. No solo a nivel de sabor, también en cuanto a calorías. Hay salsas mucho más grasas y menos, en función de lo que necesitemos en ese momento o de la ocasión podremos elegir. La pasta no lleva grasa, pero sí la salsa. El problema principal de un plato de pasta es la cantidad de grasa que le añadiremos a la preparación. No usar queso, un ingrediente muy graso y combinarla con verduras puede ser la solución ideal para disfrutar de un plato de pasta especial.
La salsa integral es más fácil de digerir y aporta la fibra necesaria para hacerlo
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La pasta es un imprescindible de todas las cocinas del mundo. Un ingrediente al que recurrimos si queremos disfrutar de una comida rápida y deliciosa. Unos espaguetis con tomate y queso pueden estar listos en unos minutos, haciéndonos disfrutar de un plato sencillo y delicioso. Sobre la pasta se han escrito ríos de tinta, especialistas en nutrición y cocineros de todo el mundo se han puesto de acuerdo para descubrir los mitos que rodean este ingrediente.
Conociendo más
Nunca se cuece con aceite. Por mucho aceite que le pongas al agua de la cocción no sirve de nada. La pasta solo necesita agua y sal. El aceite se quedará en la superficie y no cambiará la cocción. Lo único que marcará la diferencia es que removamos bien la pasta hasta que esté en su punto. Aprovechar el agua de su cocción para la salsa le dará un sabor mucho más uniforme a cualquier receta. Ponerla bajo el grifo con un chorrito de agua fría no hará que esté mejor, al contrario. Eliminará el gluten que le da un sabor y una textura de lo más necesaria.
Cada pasta tiene su salsa. Elegir la salsa es casi tan importante como el tipo de pasta. No solo a nivel de sabor, también en cuanto a calorías. Hay salsas mucho más grasas y menos, en función de lo que necesitemos en ese momento o de la ocasión podremos elegir. La pasta no lleva grasa, pero sí la salsa. El problema principal de un plato de pasta es la cantidad de grasa que le añadiremos a la preparación. No usar queso, un ingrediente muy graso y combinarla con verduras puede ser la solución ideal para disfrutar de un plato de pasta especial.
La salsa integral es más fácil de digerir y aporta la fibra necesaria para hacerlo
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