Semillas y toxinas
Camilo Andrade Nutricionista Todo en la naturaleza tiene su razón de ser y en este caso las semillas han evolucionado para sobrevivir el paso por el sistema digestivo, entonces no existe problema con que sean consumidas en su estado natural (de forma entera sin tritutar). Existen algunas...
Camilo Andrade Nutricionista
Todo en la naturaleza tiene su razón de ser y en este caso las semillas han evolucionado para sobrevivir el paso por el sistema digestivo, entonces no existe problema con que sean consumidas en su estado natural (de forma entera sin tritutar). Existen algunas frutas que tienen semillas pequeñas como las fresas, guayabas, tuna, kiwi, granada china, por mencionar algunas e incluso de algunos vegetales como la calabaza, pepino, algunas clases de ají, tomate, jitomate, etc., y las deglutimos “accidentalmente” porque quitarlas implicaría tirar la mitad de la fruta o del vegetal, y esto no implica ningún problema.
Conociendo más
Las semillas son una excelente fuente de fibra, son ricas en vitaminas, incluidas las del grupo B-17, en especial las semillas de la manzana, cereza, ciruela, chabacano y durazno pueden tener propiedades para combatir el cáncer. Este mito popular deriva de que las semillas de damasco, manzana, uva, sandía, ciertas nueces y en especial las almendras, contienen amigdalina, también conocida como laetril o nitrilosida, denominada como vitamina B17, una sustancia que cuando es ingerida produce cianuro en nuestro organismo. La cantidad que contienen las semillas de las frutas, son mínimas y nuestro cuerpo puede asimilar sin problema esta “toxina”.
En todo caso, los beneficios que encierran las semillas de las frutas y los frutos secos son muchísimo más positivos que la pequeña cantidad de “toxinas” que contienen; toxinas que, al final, han resultado no sólo no ser toxinas sino precursoras de esta vitamina B12, imprescindible para nuestra salud. Un verdadero antídoto natural al alcance de todos por el cual no es necesario ir a la farmacia ni pagar por ello.
Te recomendamos no abusar del consumo de semillas
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Todo en la naturaleza tiene su razón de ser y en este caso las semillas han evolucionado para sobrevivir el paso por el sistema digestivo, entonces no existe problema con que sean consumidas en su estado natural (de forma entera sin tritutar). Existen algunas frutas que tienen semillas pequeñas como las fresas, guayabas, tuna, kiwi, granada china, por mencionar algunas e incluso de algunos vegetales como la calabaza, pepino, algunas clases de ají, tomate, jitomate, etc., y las deglutimos “accidentalmente” porque quitarlas implicaría tirar la mitad de la fruta o del vegetal, y esto no implica ningún problema.
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Las semillas son una excelente fuente de fibra, son ricas en vitaminas, incluidas las del grupo B-17, en especial las semillas de la manzana, cereza, ciruela, chabacano y durazno pueden tener propiedades para combatir el cáncer. Este mito popular deriva de que las semillas de damasco, manzana, uva, sandía, ciertas nueces y en especial las almendras, contienen amigdalina, también conocida como laetril o nitrilosida, denominada como vitamina B17, una sustancia que cuando es ingerida produce cianuro en nuestro organismo. La cantidad que contienen las semillas de las frutas, son mínimas y nuestro cuerpo puede asimilar sin problema esta “toxina”.
En todo caso, los beneficios que encierran las semillas de las frutas y los frutos secos son muchísimo más positivos que la pequeña cantidad de “toxinas” que contienen; toxinas que, al final, han resultado no sólo no ser toxinas sino precursoras de esta vitamina B12, imprescindible para nuestra salud. Un verdadero antídoto natural al alcance de todos por el cual no es necesario ir a la farmacia ni pagar por ello.
Te recomendamos no abusar del consumo de semillas
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