Alimentos con más grasas
Camilo Andrade Nutricionista No todas las grasas son iguales. Por su estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares, el consumo de grasas saturadas y grasas trans debería ser lo más bajo posible. En cambio, las grasas mono y poliinsaturadas pueden reducir el colesterol LDL...
Camilo Andrade Nutricionista
No todas las grasas son iguales. Por su estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares, el consumo de grasas saturadas y grasas trans debería ser lo más bajo posible. En cambio, las grasas mono y poliinsaturadas pueden reducir el colesterol LDL (“malo”) y el riesgo de enfermedad coronaria. Conocer en qué alimentos se encuentran uno y otro tipo de grasas es transcendental para llevar a cabo una dieta cardiosaludable.
A tomar en cuenta
Los alimentos son un conjunto de múltiples componentes. Entre ellos, los nutrientes. En la mayoría de alimentos, hay un nutriente predominante: a veces, son los hidratos de carbono -como ocurre en el pan, las frutas o el arroz-, otras veces son las proteínas -como es el caso de los huevos o las carnes- y, en ocasiones, el nutriente mayoritario son las grasas -es el caso de los aceites-. El papel de estas últimas en el organismo es muy importante: abarca desde la obtención de energía hasta el aislamiento y protección de los órganos, sin olvidar que también forman parte de las membranas celulares, las hormonas y muchas otras sustancias.
Las grasas o lípidos contribuyen al sabor y a la textura de los alimentos y, cuando son mayoría en el producto, se denominan aceites o grasas. Estas últimas son sólidas a temperatura ambiente (como la mantequilla o la manteca de cerdo), mientras que los aceites (como el de oliva o el de girasol) son líquidos. Sin embargo, otros alimentos también suponen un aporte considerable de lípidos. Estas son las diferencias en cantidad, y sobre todo en calidad, de los alimentos más ricos en grasas:
Los consejos que te damos deberían contribuir a moderar el consumo de grasas
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No todas las grasas son iguales. Por su estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares, el consumo de grasas saturadas y grasas trans debería ser lo más bajo posible. En cambio, las grasas mono y poliinsaturadas pueden reducir el colesterol LDL (“malo”) y el riesgo de enfermedad coronaria. Conocer en qué alimentos se encuentran uno y otro tipo de grasas es transcendental para llevar a cabo una dieta cardiosaludable.
A tomar en cuenta
Los alimentos son un conjunto de múltiples componentes. Entre ellos, los nutrientes. En la mayoría de alimentos, hay un nutriente predominante: a veces, son los hidratos de carbono -como ocurre en el pan, las frutas o el arroz-, otras veces son las proteínas -como es el caso de los huevos o las carnes- y, en ocasiones, el nutriente mayoritario son las grasas -es el caso de los aceites-. El papel de estas últimas en el organismo es muy importante: abarca desde la obtención de energía hasta el aislamiento y protección de los órganos, sin olvidar que también forman parte de las membranas celulares, las hormonas y muchas otras sustancias.
Las grasas o lípidos contribuyen al sabor y a la textura de los alimentos y, cuando son mayoría en el producto, se denominan aceites o grasas. Estas últimas son sólidas a temperatura ambiente (como la mantequilla o la manteca de cerdo), mientras que los aceites (como el de oliva o el de girasol) son líquidos. Sin embargo, otros alimentos también suponen un aporte considerable de lípidos. Estas son las diferencias en cantidad, y sobre todo en calidad, de los alimentos más ricos en grasas:
Los consejos que te damos deberían contribuir a moderar el consumo de grasas
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