¿Alguna vez te quedaste sin voz?
Elías Vidaurre Médico A veces sales con tus amigos, vas a un bar con la música muy alta y apenas podéis intercambiar tres palabras sin poner las clásicas muecas de “no puedo escuchar nada de lo que me dices”. Como resultado terminas hablando a gritos o en el peor de los casos, no...
Elías Vidaurre Médico
A veces sales con tus amigos, vas a un bar con la música muy alta y apenas podéis intercambiar tres palabras sin poner las clásicas muecas de “no puedo escuchar nada de lo que me dices”. Como resultado terminas hablando a gritos o en el peor de los casos, no puedes emitir sonido alguno. Hoy hablaremos sobre la disfonía y la afonía, patologías pasajeras pero latentes en fechas de festividades.
Conociendo más
Ronquera y algún que otro ridículo gallo que puede llevar a muchos a requerir de la ayuda de una pequeña pizarra portátil para poder comunicarse con los de alrededor sin tener que forzar la voz. Pero ésta no tiene por qué ser la única causa de que apenas te salga un hilo de voz. Forzar la voz o hacer un mal uso puede provocar la aparición de nódulos o pólipos en las cuerdas vocales.
Antes de nada, debemos saber que lo que produce la voz es el movimiento de la mucosa de las cuerdas vocales ante el paso del aire. Esta vibración unida al contacto entre las cuerdas vocales, las cuales se separan para respirar y se juntan al hablar, producen el sonido.
Y por otro lado, aquello a lo que solemos llamar una clásica ronquera es una “disfonía” y no “afonía”, como comúnmente se suele decir, que es quedarse sin voz por completo. La aparición de nódulos son la causa más frecuente y se trata de “callos en las cuerdas vocales” -al igual que los que se producen en las manos al escribir- debido a un mal uso de la voz.
Suelen aparecer uno en cada cuerda vocal de forma simétrica, de manera que cuando se cierran las cuerdas, se tocan el uno con el otro. No debemos temer ya que siempre son benignos y aparecen por un abuso de la voz. Por ello, profesiones como cantantes, locutores de radio y televisión, maestros y otras profesiones donde el instrumento principal es la voz, están más expuestos a sufrirlos.
También suele ser habitual en niños, ya que al jugar suelen gritar más. En su caso, nunca deben ser operados porque en la pubertad y con los cambios hormonales desaparecen. En adultos, si no son muy grandes, se pueden tratar con logopedia o tratamiento foniátrico para enseñarnos a cómo usar la voz de manera correcta.
Si los problemas persisten, se requiere de una fibroendoscopia de cuerdas vocales
El cigarro el peor enemigo de nuestra voz, evita su consumo
En el peor de los casos, es necesaria una cirugía de cuerdas vocales
[gallery type="slideshow" size="full" ids="33888"]
A veces sales con tus amigos, vas a un bar con la música muy alta y apenas podéis intercambiar tres palabras sin poner las clásicas muecas de “no puedo escuchar nada de lo que me dices”. Como resultado terminas hablando a gritos o en el peor de los casos, no puedes emitir sonido alguno. Hoy hablaremos sobre la disfonía y la afonía, patologías pasajeras pero latentes en fechas de festividades.
Conociendo más
Ronquera y algún que otro ridículo gallo que puede llevar a muchos a requerir de la ayuda de una pequeña pizarra portátil para poder comunicarse con los de alrededor sin tener que forzar la voz. Pero ésta no tiene por qué ser la única causa de que apenas te salga un hilo de voz. Forzar la voz o hacer un mal uso puede provocar la aparición de nódulos o pólipos en las cuerdas vocales.
Antes de nada, debemos saber que lo que produce la voz es el movimiento de la mucosa de las cuerdas vocales ante el paso del aire. Esta vibración unida al contacto entre las cuerdas vocales, las cuales se separan para respirar y se juntan al hablar, producen el sonido.
Y por otro lado, aquello a lo que solemos llamar una clásica ronquera es una “disfonía” y no “afonía”, como comúnmente se suele decir, que es quedarse sin voz por completo. La aparición de nódulos son la causa más frecuente y se trata de “callos en las cuerdas vocales” -al igual que los que se producen en las manos al escribir- debido a un mal uso de la voz.
Suelen aparecer uno en cada cuerda vocal de forma simétrica, de manera que cuando se cierran las cuerdas, se tocan el uno con el otro. No debemos temer ya que siempre son benignos y aparecen por un abuso de la voz. Por ello, profesiones como cantantes, locutores de radio y televisión, maestros y otras profesiones donde el instrumento principal es la voz, están más expuestos a sufrirlos.
También suele ser habitual en niños, ya que al jugar suelen gritar más. En su caso, nunca deben ser operados porque en la pubertad y con los cambios hormonales desaparecen. En adultos, si no son muy grandes, se pueden tratar con logopedia o tratamiento foniátrico para enseñarnos a cómo usar la voz de manera correcta.
Si los problemas persisten, se requiere de una fibroendoscopia de cuerdas vocales
El cigarro el peor enemigo de nuestra voz, evita su consumo
En el peor de los casos, es necesaria una cirugía de cuerdas vocales
[gallery type="slideshow" size="full" ids="33888"]