El bienestar mental y físico
José Arciénaga Preparador físico ¿Cómo conseguir ese bienestar mental y físico que nos permita vivir la vida intensamente cada día y de forma plena? A menudo nos informamos acerca de nuevas formas de fomentar nuestra salud física y anímica; sin embargo, es mucha la información...
José Arciénaga Preparador físico
¿Cómo conseguir ese bienestar mental y físico que nos permita vivir la vida intensamente cada día y de forma plena? A menudo nos informamos acerca de nuevas formas de fomentar nuestra salud física y anímica; sin embargo, es mucha la información disponible, y tal vez no dispongamos de todo el tiempo que mereceríamos para informarnos acerca de nuestro bienestar.
Suena tópico, sin embargo nuestra forma de vida es excesivamente sedentaria. La falta de movimiento físico puede conducirnos, por increíble que parezca, a vivir en una sensación de estancamiento que podría llevarnos a una depresión (o, sin ir tan lejos, a procrastinar y malgastar nuestro tiempo libre, haciéndonos sentir que no rendimos ni aprovechamos el tiempo que se nos ha dado).
[gallery type="slideshow" size="full" ids="233480,5058"]
Una buena forma de romper con este círculo vicioso es salir al exterior. Un gesto tan sencillo puede suponer un gran cambio a nivel anímico, aparte de poner en movimiento nuestro cuerpo (algo que siempre produce una sensación de salud que sube nuestro estado anímico). Respirar aire puro, alejarse de la ciudad, hacer largas caminatas, o sencillamente salir a pasear por la calle una hora al día. Pasear es uno de los ejercicios más sanos que existen, y quema las mismas calorías que correr, si caminamos a un paso acelerado.
¿Cómo conseguir ese bienestar mental y físico que nos permita vivir la vida intensamente cada día y de forma plena? A menudo nos informamos acerca de nuevas formas de fomentar nuestra salud física y anímica; sin embargo, es mucha la información disponible, y tal vez no dispongamos de todo el tiempo que mereceríamos para informarnos acerca de nuestro bienestar.
Suena tópico, sin embargo nuestra forma de vida es excesivamente sedentaria. La falta de movimiento físico puede conducirnos, por increíble que parezca, a vivir en una sensación de estancamiento que podría llevarnos a una depresión (o, sin ir tan lejos, a procrastinar y malgastar nuestro tiempo libre, haciéndonos sentir que no rendimos ni aprovechamos el tiempo que se nos ha dado).
[gallery type="slideshow" size="full" ids="233480,5058"]
Una buena forma de romper con este círculo vicioso es salir al exterior. Un gesto tan sencillo puede suponer un gran cambio a nivel anímico, aparte de poner en movimiento nuestro cuerpo (algo que siempre produce una sensación de salud que sube nuestro estado anímico). Respirar aire puro, alejarse de la ciudad, hacer largas caminatas, o sencillamente salir a pasear por la calle una hora al día. Pasear es uno de los ejercicios más sanos que existen, y quema las mismas calorías que correr, si caminamos a un paso acelerado.