La leche en los adultos
Camilo Andrade Nutricionista Algunos científicos sostienen que tomar leche en la edad adulta puede ser perjudicial, pues este hábito dietético, muy arraigado en Occidente pero no en otras partes del mundo, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Sin embargo,...
Camilo Andrade Nutricionista
Algunos científicos sostienen que tomar leche en la edad adulta puede ser perjudicial, pues este hábito dietético, muy arraigado en Occidente pero no en otras partes del mundo, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Sin embargo, otros especialistas consideran que todavía no hay pruebas suficientes.
A tomar en cuenta
Algunos científicos sugieren que los productos lácteos son efectivamente un alimento casi sagrado durante la infancia, pero cuando se consume en la edad adulta sus bondades se pueden convertir en trampas capaces de desencadenar patologías como el cáncer de mama en las mujeres y los tumores de próstata en los varones. Otros especialistas consideran, por el contrario, que todavía no hay suficientes pruebas.
El ser humano es el único mamífero que después de la lactancia materna continúa consumiendo derivados de la leche. Esta práctica es especialmente frecuente entre los individuos de raza caucásica (la predominante en Europa), mientras que la mayoría de la población del mundo (incluidos China y Japón) consume ninguno o muy pocos lácteos.
Un alimento imprescindible para el crecimiento entre el nacimiento y la maduración del sistema digestivo
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Algunos científicos sostienen que tomar leche en la edad adulta puede ser perjudicial, pues este hábito dietético, muy arraigado en Occidente pero no en otras partes del mundo, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Sin embargo, otros especialistas consideran que todavía no hay pruebas suficientes.
A tomar en cuenta
Algunos científicos sugieren que los productos lácteos son efectivamente un alimento casi sagrado durante la infancia, pero cuando se consume en la edad adulta sus bondades se pueden convertir en trampas capaces de desencadenar patologías como el cáncer de mama en las mujeres y los tumores de próstata en los varones. Otros especialistas consideran, por el contrario, que todavía no hay suficientes pruebas.
El ser humano es el único mamífero que después de la lactancia materna continúa consumiendo derivados de la leche. Esta práctica es especialmente frecuente entre los individuos de raza caucásica (la predominante en Europa), mientras que la mayoría de la población del mundo (incluidos China y Japón) consume ninguno o muy pocos lácteos.
Un alimento imprescindible para el crecimiento entre el nacimiento y la maduración del sistema digestivo
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