Muerte de una niña revela torturas del padre y su madrastra

Un caso de infanticidio se registró en Santa Ana de Yacuma, departamento del Beni, por el deceso de dos menores. Una niña agonizó por dos semanas antes de morir, mientras que su hermano de tres años fue torturado y presentaba quemaduras en los genitales.

La Fiscalía pedirá la pena máxima para el padre que mató a golpes a su hija de 8 años y la madrastra de la pequeña, que admitieron el delito. El informe médico forense señala que la causa del deceso fue shock séptico, a través de una laceración del lóbulo inferior del pulmón izquierdo.

Gracias a la colaboración del corregidor y habitantes de la comunidad Perú Río Apere, se rescató al hermanito de la niña, que tiene lesiones y se encuentra en el Hospital del Niño, en la ciudad de Trinidad. Se le hizo la valoración médico forense, además de acompañamiento psicológico y social. El menor de tres años presentaba lesiones en la espalda y quemaduras en los genitales. Producto de las agresiones perdió la vista y presenta un cuadro de malnutrición.

"La comisión de fiscales y el médico forense se desplazaron a realizar la exhumación y posterior necropsia de la menor. Se procedió con la aprehensión del padre de la víctima y de la madrastra", informó Gerardo Balderas, fiscal departamental del Beni, en El Mañanero.

"Ayer fue la audiencia cautelar (del padre y la madrastra). El Ministerio Público demostró la probabilidad de autoría en el presente hecho y los riesgos procesales. Por lo tanto, se ha ordenado la detención preventiva y ellos ya están cumpliendo en diferentes cárceles. Ambos manifestaron la intención de someterse a un procedimiento abreviado", agregó.

La pareja tenía cinco hijos, dos del hombre y su anterior pareja. Los otros tres los tenía con la madrastra. Aún no se definió a cargo de quiénes estarán.

"Dos de ellos están en Trinidad, recibiendo la valoración psicológica y se les realizó la cámara Gesell, con una finalidad de tener los suficientes indicios para, en lo posterior, ir a un juicio oral, público y contradictorio", detalló.

A pesar que ambos aceptaron el delito, no firmaron el acuerdo.

"En el momento de las preguntas de rigor que realiza el juez, ellos no las aceptan, es decir, que ellos no renunciaban al juicio público, oral y contradictorio. El Ministerio Público está recabando todos los indicios para lograr la sentencia máxima en contra de estas personas en grados de coautoría o autores", indicó el fiscal.