Papá hizo lápida en forma de Iphone a hija
Como cualquier joven de 25 años, Rita Shameeva vivía pendiente de su teléfono inteligente. Pero la mujer rusa seguramente nunca imaginó que su padre la honraría, luego de fallecer, bajo circunstancias no detalladas, con una curiosa lápida inspirada en su afición por todo lo...



Como cualquier joven de 25 años, Rita Shameeva vivía pendiente de su teléfono inteligente. Pero la mujer rusa seguramente nunca imaginó que su padre la honraría, luego de fallecer, bajo circunstancias no detalladas, con una curiosa lápida inspirada en su afición por todo lo “online”.
Oriundo de la ciudad de Ufa, Rais Shameeva decidió encargar una réplica de un iPhone gigante para que acompañe los restos de su adorada hija en el cementerio donde se encuentra su tumba, tras abandonar el mundo en 2016.
Una fotografía de Shameeva decora el área frontal del curioso monumento, en la zona donde se ubica la “pantalla” de basalto. El revés está pulido para imitar el acabado de vidrio de los modelos de Apple. Incluso cuenta con las mismas inscripciones que lleva el codiciado objeto electrónico.
Pero más allá de lo cuidado de su atención al detalle, los residentes de la zona todavía luchan por aceptar el curioso recordatorio de la difunta. “Pensé que estaba alucinando” dijo Nikolav Yevdokimov, uno de los dolientes de visita en el memorial, en diálogo con el periódico ruso ProUral.
Con un metro cincuenta de alto, la escultura se destaca entre otras tumbas más modestas. El enorme símbolo de la manzana se presenta como una incómoda ostentación en el sitio de descanso de centenares de almas.
Oriundo de la ciudad de Ufa, Rais Shameeva decidió encargar una réplica de un iPhone gigante para que acompañe los restos de su adorada hija en el cementerio donde se encuentra su tumba, tras abandonar el mundo en 2016.
Una fotografía de Shameeva decora el área frontal del curioso monumento, en la zona donde se ubica la “pantalla” de basalto. El revés está pulido para imitar el acabado de vidrio de los modelos de Apple. Incluso cuenta con las mismas inscripciones que lleva el codiciado objeto electrónico.
Pero más allá de lo cuidado de su atención al detalle, los residentes de la zona todavía luchan por aceptar el curioso recordatorio de la difunta. “Pensé que estaba alucinando” dijo Nikolav Yevdokimov, uno de los dolientes de visita en el memorial, en diálogo con el periódico ruso ProUral.
Con un metro cincuenta de alto, la escultura se destaca entre otras tumbas más modestas. El enorme símbolo de la manzana se presenta como una incómoda ostentación en el sitio de descanso de centenares de almas.