La OPS advirtió que 2021 puede ser mucho peor que 2020
El 2021 y la pandemia de Covid-19 en América Latina
En América Latina y el Caribe hasta ahora casi 16 millones de personas contrajeron la enfermedad y más de 500.000 han muerto, a pesar de medidas como fuertes cuarentenas, campañas de información y esfuerzos redoblados
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que 2021 puede ser mucho peor que 2020 si se relajan las medidas de salud pública contra la covid-19, ya que las vacunas no estarán disponibles masivamente al menos hasta el segundo semestre.
Carissa Etienne, directora de la OPS, afirmó este miércoles 13 que “si seguimos siendo diligentes, tenemos el poder de controlar este virus, pero si nos relajamos, que nadie se equivoque, 2021 puede ser mucho peor que 2020”.
En América Latina y el Caribe hasta ahora casi 16 millones de personas contrajeron la enfermedad y más de 500.000 han muerto, a pesar de medidas como fuertes cuarentenas, campañas de información y esfuerzos redoblados para atender a las víctimas del coronavirus.
Una variante más agresiva de ese virus, detectada a finales de 2020 en Reino Unido, ya está presente en seis países de la región, Brasil, Chile, Ecuador, Jamaica, México y Perú, y otra variante, identificada en Sudáfrica, apareció en Brasil.
La OPS dijo que, de momento, no hay pruebas de que esas variantes causen una enfermedad más grave “pero tienen el potencial de colapsar los hospitales con más enfermos”.
Las vacunas que han surgido para contrarrestar la covid solo han comenzado a aplicarse en cuatro países de la región (Argentina, Chile, Costa Rica y México), y en ninguno se ha vacunado siquiera a uno por ciento de la población, pues se dispone de cantidades muy limitadas de dosis.
La iniciativa Covax, un mecanismo de la mayoría de Estados del mundo para obtener y distribuir equitativamente 2.000 millones de dosis este año, no comenzará a distribuir vacunas hasta marzo y en la región cabe esperar el arribo de los mayores lotes en el segundo semestre.
Etienne insistió, durante una conferencia de prensa en esta capital, en que mientras la cantidad de vacunas siga siendo pequeña, no se puede depender de ellas para aplanar la curva que muestra en alza los casos de covid en todo el hemisferio.
También la OPS llamó a los gobernantes a actuar de manera transparente y con base científica para controlar la pandemia, pues colocar la política por encima del interés público en salud puede costar vidas.
“Politizar las vacunas y otras medidas de control no solo es inútil, sino que podría avivar el virus y costar vidas”, comentó Etienne.
Por otra parte, la organización informó que recibió compromisos por más de 263 millones de dólares desde 2020 para ofrecer apoyo técnico y suministros como parte de la lucha contra la covid.
Allí se incluyen el apoyo financiero directo, contribuciones canalizadas a través de la Organización Mundial de la Salud y acuerdos negociados con los Estados miembros de la OPS, respaldados por varias instituciones financieras internacionales.
Socios que donaron una suma combinada de 91 millones de dólares incluyen a los gobiernos de Belice, Canadá, Colombia, Corea, España, Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Suecia, Suiza, Reino Unido y la Comisión Europea.
La OMS canalizó aportes por 101 millones de dólares y el resto correspondió a entregas que hicieron los Estados miembros para apuntalar iniciativas de salud ante la covid en sus propios territorios.
Ciro Ugarte, director de Emergencias de Salud de la OPS, dijo que “aunque hemos podido ofrecer suministros e impartir capacitación que han sido fundamentales para reducir la incidencia de casos y tratar pacientes, tenemos enormes desafíos, que requerirán apoyo continuo”.
“Precisamos de recursos para ayudar a los Estados a vacunar a más de 465 millones de personas en 39 países y territorios en 2021. Y, mientras se distribuye la vacuna, tendremos que mantener la ayuda para limitar la transmisión de la covid-19, reducir la mortalidad y proveer servicios esenciales de salud”, expuso Ugarte.
OMS pide paciencia y continuar con medidas de bioseguridad
La científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, le pide a la gente que tenga un poco de paciencia. "No vamos a lograr ningún nivel de inmunidad colectiva en 2021" debido a que el despliegue de las vacunas "toma tiempo", dijo la científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, en una conferencia de prensa virtual desde Ginebra,
"Se necesita tiempo para escalar la producción de dosis, no solo en millones, sino que aquí estamos hablando de miles de millones", dijo también, y pidió a la gente que tenga "un poco de paciencia".
Swaminathan señaló que al final "las vacunas van a llegar" y que "van a ir a todos los países". Pero recordó que mientras tanto "hay medidas que funcionan".
La científica pidió a la gente que siga tomando precauciones como el distanciamiento físico, el lavado de manos y el uso de mascarillas para combatir la pandemia, precauciones que serán necesarias durante "al menos el resto de este año".
Las adquisiciones de vacunas
En adquisiciones por acuerdos bilaterales con las farmacéuticas productoras, Chile destaca muy por encima del resto de países de la región. Sin embargo, es notable también la diferencia que existe entre, por ejemplo, México y Venezuela o El Salvador. Por no mencionar países donde no hay registro de compras específicas: en algunos, como Uruguay o Paraguay, porque todavía no se han concretado negociaciones bilaterales que sí se insinúan desde los gobiernos; en otros, como Cuba, porque están desarrollando iniciativas propias. Y en otros más, por aparente falta de recursos. En ellos, a falta de confirmaciones de adquisición, el acceso a las vacunas depende por ahora de mecanismos supranacionales de compra, particularmente de uno: COVAX.
COVAX, un acuerdo auspiciado por la OMS para garantizar el acceso de todos los países del mundo a la vacuna, será en cualquier caso empleado probablemente por todos los países de la región. Las autoridades en Colombia o Perú, por ejemplo, han remarcado su intención de completar los programas de cobertura de sus poblaciones gracias a vacunas llegadas a través de este mecanismo. Las autoridades peruanas esperan que parte de los 13,2 millones de dosis adquiridas por esta vía empiecen a llegar en el primer trimestre del año. En Colombia, los planes de COVAX alcanzan los 20 millones de dosis. En Guatemala, se esperan 6,7 millones de dosis (las únicas confirmadas por ahora) por esta vía; 1,9 a Honduras, que sí planea adquisiciones bilaterales (otros casi 2 millones a AstraZeneca). En ambos países centroamericanos, de los más pobres de la región, la inmunización dependerá del sostenimiento del acuerdo, y llegará en cualquier caso con retraso respecto a sus vecinos.
La mayoría de gobiernos están, por tanto, desarrollando una estrategia mixta en la que las vacunas que han adquirido por su cuenta en negociaciones directas con farmacéuticas representarán solo una parte de la inmunización. Pero esa fracción es, por ahora, para la que existen datos disponibles y programas en marcha en los cuatro países mencionados. El origen de estas dosis es variado. Argentina está empleando la vacuna desarrollada por AstraZeneca con la Universidad de Oxford (de doble dosis, y con una efectividad estimada del 65% en probabilidades de reducción de enfermedad), pero también la Sputnik V, producida por Gamaleya bajo el paraguas del gobierno de Vladímir Putin. Según las autoridades rusas, su efectividad supera el 90%, similar a la de Pfizer (también de doble dosis, y la más habitual ahora mismo en el continente: Chile, Costa Rica y México la están empleando; Colombia espera comenzar con ella en febrero) o a la de Moderna (cuyo elevado costo por unidad parece haberla dejado fuera de los paquetes adquiridos en América Latina.
Aunque AstraZeneca y Pfizer dominan el mercado, las vacunas de origen chino también han contado con significativas compras en la región. Chile adquirió muy pronto hasta 60 millones de dosis de Sinovac, cuya efectividad el gobierno chino da por sentada (ya la está empleando), y que el Gobierno estatal de São Paulo ha anunciado hoy que llega al 78% en mitad de una disputa política con el Gobierno de Jair Bolsonaro. Colombia se adelantó en la desarrollada por Jannsen/Johnson & Johnson, cuyas pruebas se están practicando en los grandes países de América Latina, pero sin resultados públicos todavía (el Ministro de Salud colombiano, Fernando Ruiz, remarcó que la farmacéutica los revelaría en la segunda semana de enero, anunciándolos como “prometedores”).
La gestión de las vacunas en Bolivia
Bolivia inició negociaciones con Pfizer, Moderna, Sinovac, Sinopharm y AstraZeneca la adquisición de vacunas contra el coronavirus.
“Habrá novedades en los siguientes días”, ha asegurado el viceministro de Gestión del Sistema Sanitario, Álvaro Terrazas, en una entrevista radiofónica recogida por la agencia estatal ABI, en que aseguró que se estaba negociando con estas empresas de manera bilateral.
Según Terrazas, dos “seguras” entrarán en el país y posiblemente habrá una tercera más y “hasta una cuarta” si fuera necesaria para cubrir las necesidades de vacunación en Bolivia.
Bolivia tiene previsto comenzar la vacunación contra el coronavirus este enero cuando llegue el primer lote de 6.000 vacunas Sputnik V tras la adquisición de 5,2 millones de dosis que se anunció el pasado miércoles.
La compra de la vacuna rusa ha creado polémica en el país, lo que para el expresidente Evo Morales se trata de “una campaña de desinformación para desprestigiar a la vacuna”, según ha publicado en Twitter.
Pero dentro de todo esto, el Gobierno informó el pasado miércoles que firmó un contrato con el Instituto Serum indio para la provisión de 5 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la compañía AstraZeneza.
El presidente boliviano, Luis Arce, destacó el otro acuerdo reciente para adquirir dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus.