El mercado es amplio
La “moda Covid” en Tarija, un toque de color en tiempos grises
Muchos diseñadores se dieron cuenta de que el mercado de los barbijos es amplio y que muchas personas querían tapabocas personalizados y hermosos, que además de protegerlos sean una pieza de moda



La industria de la moda es un negocio que se reinventa constantemente, que genera nuevas tendencias por sí sola y que cambia la forma en que la gente se ve de manera constante. Es la industria más permeable a los cambios de la sociedad en estilo, así también provoca los cambios de estilo de la sociedad.
Sin embargo, ¿cuáles son las claves de la rentabilidad del sector? En un mundo donde la reinvención es constante y en un contexto donde la pandemia ha cambiado totalmente los paradigmas de consumo, la moda ha tenido que hacer lo que mejor hace: Actualizarse.
Así ha aprovechado que la nueva normalidad nos ha exigido varias indumentarias. Una de ellas es el barbijo que se ha convertido en una constante. De esta manera, éste fue el primer accesorio que se diversificó. En pocos días los vimos de todos colores, de diversas telas y para diferentes gustos.
La moda no solo se queda en el mundo adulto, pues para los niños también se ha creado una infinidad de diseños
Andrea Durán ha compartido en la Inmobiliaria Tarija varios diseños y nos cuenta que ha logrado vender muchos de ellos. Detalla que ha hecho barbijos floreados, con diseños geométricos e incluso utilizando personajes icónicos como Frida Kahlo.
Pero también revela que tiene a la oferta otros tantos para hombres con estampados de calaveras con superhéroes o simplemente con nombres de grupos musicales.
Más aún, Andrea no es la única que ha incursionado en la moda de los barbijos, también está Sebastián Téllez, quien con su fábrica de ropa deportiva ha incursionado en esto. Él los ha confeccionado con bordados al más puro estilo tarijeño. Señala que su creación ha tenido mucha demanda.
Otra oferta similar de barbijos con personalidad chapaca y que destaca en las redes sociales es la de bordados “Negrita”, que los ofrece de doble tela para colocar filtros y con una variedad de bordados en fondo negro y jean.
Sumado a esto están los barbijos tejidos y los que llevan los símbolos de diversos clubes deportivos. Entre toda esta oferta resaltan además los barbijos que combinan con bufandas, los hay en todos los colores y con diferentes estampados.
La moda para los niños
Sin embargo, la moda no solo se queda en el mundo adulto, pues para los niños también se ha creado una infinidad de diseños. Así los personajes de Disney como los protagonistas de diversas series infantiles han tomado relevancia.
De esta manera, encontramos una infinidad de barbijos sublimados con Frozen, la princesa Sofía, Pokemón y otros. Pero también están los tejidos para poner filtro, éstos poseen diseños mucho más infantiles como pollitos y conejitos.
Las máscaras protectoras faciales
Un paso más allá de los barbijos están las máscaras protectoras faciales. De esta manera, las hay con gorras, sombreros, con cascos o simplemente con sujetadores, algunos llevan el nombre de la empresa o de la persona que lo porta, por lo que estos últimos se hacen a pedido.
En el caso de los niños los personajes infantiles nuevamente han hecho de las suyas y así la Mujer Maravilla, Los Simpson, el hombre araña, Minnie Mouse y Frozén se han distinguido como los diseños favoritos.
Los trajes de bioseguridad
Otro gran mercado que se ha impuesto con la pandemia es el de los trajes de bioseguridad, pues fue en las pasadas dos semanas en las que los modelos comenzaron a tomar un giro más fashionista. En las redes sociales se ofertan trajes chilenos como también brasileros.
Sin embargo, es la industria textil tarijeña la que ha dado el salto y los ha ofertado en diversos modelos, de esta manera están los de dos piezas, con capucha y sin capucha; con protector facial incluido o sin él. Las gabardinas hasta la rodilla o el tobillo, los trajes de bioseguridad entallados con cinturón para destacar la figura femenina y los rectos.
La oferta de colores es variada y va desde los tonos pasteles hasta los camuflados, también están los que poseen diseños infantiles para los niños.
Pero este fenómeno de la “moda covid” no solo se da en Tarija, pues cuando empezó la crisis sanitaria del coronavirus un grupo de diseñadores nacionales, entre ellos Papingo Maminga, Irene Pessoa, María Luisina Maldonado, Éricka Suárez Weise y Carla Quiroga elaboraron 6.000 barbijos que fueron donados a hospitales y hogares de acogida en Santa Cruz y Cochabamba.
Luego de esa actitud solidaria se dieron cuenta de que el mercado de los barbijos es amplio y que muchas personas querían tapabocas hermosos, que además de protegerlos de un posible contagio sea una pieza de moda.
Los precios de las principales indumentarias
Como en todo, los precios están sujetos al material y al vendedor, pero a continuación les anotamos algunos parámetros.
Los barbijos: Los bordados con diseños chapacos se los encuentra en Bs. 30, los sublimados con estampas deportivas a Bs. 10, los artesanales a Bs. 10 y 15, los tejidos infantiles a Bs. 15, los barbijos con purificador de carbón activo a Bs. 15, los infantiles sublimados a Bs. 10, los tipo bufanda a Bs. 30, los que incluyen bufanda y barbijo que combinan a Bs. 30.
Las máscaras protectoras: Las máscaras protectoras de acetato se encuentran a Bs. 15 y 20 las estándar, con diseño ergonómico a Bs. 40, con sombrero o gorra a Bs. 40, con diseños infantiles a Bs. 15, 20 y 35 las que incluyen impresión en el acetato.
Los trajes de bioseguridad: En cuanto a los trajes, al existir diversos materiales el precio varía. Pero los estándares los puede encontrar a Bs. 90, 100, 130 y 150, los entallados para las mujeres desde Bs. 150 a 200, los de dos piezas desde Bs. 80 a 150. Los infantiles desde Bs. 70 a 150.
¿Una salida a la crisis?
Muchas de las personas que antes se dedicaban al comercio de ropa deportiva y otros productos optaron ahora por dedicarse al comercio de este tipo de indumentaria, pues según aseguran es una manera de sobrevivir a la crisis económica.
“Hay que buscar hacer lo que más se vende”, asegura Beatriz Reyes, quien se ha dedicado a la confección de trajes.
De la misma manera Mónica Castillo cuenta que solía vender ropa en las afueras del mercado Central, pero ahora se dedica a confeccionar barbijos. “En la confección de barbijos hemos encontrado una oportunidad para ganar el dinero que no podemos ganar haciendo nuestros anteriores oficios. Yo he desempolvado mi máquina de coser, me he comprado unas cuantas telas con diseño y adelante”, concluye.
La moda no solo se queda en el mundo adulto, pues para los niños también se ha creado una infinidad de diseños.