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The Beatles, Now and Then

Esta banda musical británica tiene sus primeros éxitos en 1963 —antes de mi nacimiento—, y en solo siete años grabó más de 200 canciones y lanzó 13 discos de estudio. Se disolvió en 1970 —cuando yo era apenas un niño— y es considerada como la banda de rock más importante en la historia porque generó todo un cambio cultural debido a sus innovaciones sonoras, a la calidad de sus interpretaciones, a sus inéditas presentaciones al vivo, a las repercusiones sociales por las posturas políticas de sus integrantes y por haberse convertido en un fenómeno social planetario que no tenía precedentes.

A inicios de los 80, cuando aspiraba pulir mi inglés para un viaje de intercambio hacia el Norte del continente, un profesor del CBA —muy hábil con la guitarra—, nos asignaba algunas canciones de The Beatles para que intentáramos descifrar las letras, y después él, con nosotros en el coro, las cantáramos durante todo el bimestre.

Los cuatro muchachos de Liverpool, que conformaban The Beatles, trascendieron su tiempo y muchas de sus composiciones musicales se han convertido en clásicos eternos: Let it be, Here comes the sun, Hey jude, Yesterday, Help, All you need is love, Yellow submarine, Lucy in the sky with diamonds, Come together, Love me do… son una pequeña muestra de ese acompañamiento musical —todavía en cassettes, un formato de grabación en cinta magnética inexistente en la actualidad— que se escuchaba en nuestro automóvil cuando, a finales de los 90 y principios de los 2000, llevaba a mis niños al colegio.

Dos décadas después de la separación del grupo, las melodías que retumbaban en nuestro recorrido diario —entre medio de otros sones—, eran los acordes de los dos cassettes que contenían una compilación de The Beatles: 1962-1966, el álbum rojo; y 1967-1970, el álbum azul; ambos con una fotografía a contrapicado, tomada con seis años de diferencia, que muestra el sorprendente cambio físico de Ringo Starr (83), Paul McCartney (81), George Harrison (+) y John Lennon (+), apoyados en una baranda del balcón de la sede londinense de la compañía discográfica Emi.

A principios del nuevo milenio, en unas circunstancias azarosas, tuvimos la oportunidad de visitar The Cavern Club en Liverpool, local donde The Beatles tocaron en sus primeros años. En 2016, para una ocasión familiar especial, en el Desert Trip, un festival de rock clásico, vimos a Paul McCartney al vivo.

Mi hijo, treintañero, me confiesa que, si tiene que reconstruir la banda sonora de sus años escolares en los trayectos de casa al colegio, las canciones de The Beatles estarían presentes en los primeros lugares de la lista. Quizás él no pueda nombrarlos ni reconocer sus rasgos físicos de primera —salvo al de “los lentecitos, que mataron”—, pero sus canciones hacen parte de una indeleble memoria familiar.

Con esos antecedentes, es comprensible la emoción que nos embargó cuando supimos de, Now and Then, un tema reconstruido por Inteligencia Artificial (IA). La propia historia es novelesca y parece ciencia ficción: Yoko Ono, viuda de Lennon, le entrega a McCartney una grabación casera de 1977 con una canción inconclusa tocada al piano por John y archivada por casi tres décadas, debido a que sobre la cinta decía “to Paul”. Sobre esa pista original deconstruida, se incorporan letras adicionales de McCartney, la voz de Lennon extraída del demo original mediante tecnología de restauración de audio con soporte de IA, se incluye una pista de guitarra del otro Beatle muerto, Harrison; y los dos supervivientes de la banda, Paul y Ringo, resucitan a The Beatles con un tema que jamás tocaron ni grabaron juntos.

Restaurando —sin IA—, el famoso microrrelato de Monterroso:

Cuando desperté, The Beatles todavía estaban allí.


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