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Tener o no tener prensa

Y los que emigran no son un puñado como los dueños de la petrolera, sino varios cientos de miles. Sin contar, además, con los latinoamericanos que habían emigrado a España, que eran otros miles y ahora están masivamente huyendo de ese país quebrado.Para que no vayan a creer que decimos...

Y los que emigran no son un puñado como los dueños de la petrolera, sino varios cientos de miles. Sin contar, además, con los latinoamericanos que habían emigrado a España, que eran otros miles y ahora están masivamente huyendo de ese país quebrado.Para que no vayan a creer que decimos esto sólo porque no compartimos la confianza de Evo Morales en Repsol, expresada públicamente y en forma espontánea, precisemos que quien dijo que en España actualmente “la pobreza es más extensa, más intensa, más crónica y crea una sociedad dual y polarizada, en la que la distancia entre ricos y pobres es cada vez mayor”, fue el secretario general de Cáritas española, Sebastián Mora, en una declaración reciente, también espontánea. Y por si quedaba alguna duda sobre el alcance de su denuncia, agregó: “Hay más pobres y son más pobres que el año pasado”.Todo eso, además está en un informe formal de la fundación española Foessa, titulado “Exclusión y desarrollo social” y que seguramente no leyeron ni el rey ni el presidente de España, porque si lo hubieran hecho no estaría el uno defendiendo a Repsol (en lo que parece que solo coincide con el presidente boliviano), ni estaría el otro matando elefantes en el África.Volviendo a Cáritas, esa institución calcula que actualmente existen en España por lo menos 11 millones 600.mil personas en situación de riesgo de pobreza y 30.mil personas sin hogar, viviendo en la calle. “La proporción de hogares por debajo del umbral de la pobreza es cercana al 22% y ya hay 580.000 hogares sin ningún tipo de ingresos”, puntualizó la institución benéfica.Y eso nos lleva a pensar en que la decisión soberana del gobierno argentino de recuperar el control de su empresa petrolera estatal, YPF, en mala hora vendida a la transnacional Repsol, se consolidó cuando se supo que los accionistas de la transnacional recibieron multimillonarias utilidades, pero Repsol incumplió sus compromisos de explorar y encontrar más petróleo, en vez de succionar ávidamente el que recibió del irresponsable presidente argentino Carlos Saúl Menem.Estamos seguros que esos miles de españoles que están sobreviviendo con dificultad en su país o emigrando forzosamente  a cualquier parte (menos a Grecia, porque está igual o peor) no le tienen ninguna confianza a Repsol, y sería peligroso inclusive preguntárselo, porque responderían indignados.Pero, como es obvio, esos indignados no reciben tanta atención mediática como el rey cazador, el presidente Rajoy o el presidente Morales.Eso no es raro, también están recibiendo mucha cobertura los agentes secretos que en Cartagena se dedicaban a frecuentar prostitutas y no a proteger a su jefe, Barak Obama. De este último escándalo se seguirá hablando profusamente, tanto que ya algunos estamos sospechando si no se tratará de otro de esos manidos “sofismas de distracción”.Amanecerá y veremos.

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