¿De qué hablaron?

No fue, seguramente, del patológico erotismo del servicio “secreto” de Obama, con el cual ahora algunos medios de comunicación quieren marear la perdiz, ni de otros asuntos banales y hasta ridículos que se manosean para distraer la atención de la galería.Con seguridad que se habló de recursos naturales, de petróleo y de minerales, concretamente, porque no creemos que el presidente de YPFB, Carlos Villegas, por muy interino que sea, estuviera allí sólo por turismo ni porque le interesa la cumbia colombiana. Poco a poco se filtran las informaciones reales. Se habló de Malvinas, pero Canadá se opuso a que la Cumbre respaldara los derechos argentinos. Obvio, Canadá aún le rinde pleitesía a la reina de Inglaterra. Estados Unidos tampoco quiso tocar el tema “oficialmente”, pero no es difícil imaginarse lo que Obama piensa sobre el asunto.Es muy probable, también, que varios contactos se hayan realizado sobre el tema Repsol-Argentina, que ya estaba encendido. No todos los presidentes ni todos los empresarios, por supuesto, pero sí varios de ellos deben haberse ocupado de eso.Y por eso vamos a recordar que Repsol es transnacional y no “española” y que no solamente opera en Argentina y Bolivia, Ecuador y otros países, sino que está asociada desde 2010  con la petrolera china Sinopec y la brasilera Petrobras para trabajar en proyectos de exploración y producción de petróleo. Por cierto, ya encontraron algunos yacimientos.Hemos comentado antes que el presidente de la todavía boliviana YPFB adelantó gestiones formales en Colombia con la petrolera Ecopetrol, que es sociedad anónima y no empresa estatal y que inclusive Villegas habló de algunas zonas en Bolivia donde puede operar Ecopetrol, que ya tiene un filial ecuatoriana que trabaja asociada con Repsol allá, en el Ecuador. Si se sabe que blanco es y que gallina lo pone, no hace fala decir “huevo”.Y siempre, el petróleo que así moviliza a naciones y a corporaciones transnacionales, es lo que verdaderamente les interesa, especialmente a las corporaciones, que no dudarán un instante en provocar inclusive guerras, tradicionales, internas, civiles o internacionales, cuando a sus intereses convenga. Lo han hecho muchas veces antes y lo seguirán haciendo.Sólo para rematar: a esas Malvinas sobre las cuales no se quiso hacer un documento en la última cumbre se menciona generalmente por sus connotaciones colonialistas, pero muy poco por el petróleo que ya están allí buscando corporaciones británicas, concretamente las firmas británicas Desire Petroleum y Rockhopper Exploration en la cuenca Malvinas Norte, donde han estimulado los planes de explotar crudo y ya lo anunciaron desde enero.De las corporaciones mineras, también transnacionales aunque usualmente se las mencione como canadienses o estadounidenses, y de sus intereses en nuestra América, la latina, también hay mucho que decir y podríamos apostar que ese fue otro tema en Cartagena.Los guardaespaldas de Obama estaban en lo suyo, por supuesto, pero eso no nos interesa ahora.