Abril, expectativas mil

Pero parodiando digamos “abril, expectativas mil”, porque sí hay muchas para este mes. Que es también el mes de aniversario de Tarija, aunque no nos hagamos ilusiones con los regalos, porque ya el presidente Morales nos aguó el festejo diciendo, en Monteagudo que “la industrialización demanda tiempo, estudios y profesionales científicos para darle valor agregado a la explotación de los recursos naturales y para desarrollar las industrial en el país”.Mejor dicho, según el presidente, esa industrialización del gas es un anhelo  irrealizable a corto ni a mediano plazo. Claro que del potencial petroquímico de Bolivia ya hablábamos en los años 70, cuando nacía el Grupo Andino y aunque Evo Morales ya había nacido, no soñaba siquiera con ser dirigente campesino, y mucho menos ser presidente.Pero volviendo a las expectativas de abril, reiteremos que la Cumbre de las Américas, el 15, en Cartagena, es una de las mayores y nos inquieta, sobretodo, por la posición que asumirá allá Brasil, que está todavía sin definir si se le medirá a articular la integración latinoamericana, por la vía Unasur, en un rescate del anhelo bolivariano, o se dejará llevar por su vocación subimperialista, que es también muy fuerte y que ya lo tiene hasta con problemas macroeconómicos.No lo decimos por el reiterado reclamo de la presidente Rousseff contra las manipulaciones monetarias de los países “ricos” que están ahora casi todos en quiebra, sino porque el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística decidió este año adecuar el cálculo de la inflación oficial, medida por el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA), a los nuevo hábitos de su población. De esa forma, la entidad oficial acordó retirar 48 productos e incluir otros 32 a fin de hacer más exacta su medición del IPCA mensual.Así, el IPCA decidió retirar de la lista productos como cerveza de barril, bacalao, y máquina de coser, entre otros, y a la vez incluir salmón, fresa, ducha eléctrica, teléfono con internet y televisión por cable.Pero no son esos cambios los que nos preocupan, sino, esa tendencia subimperialista que viene expresándose en los últimos años  y que se manifiesta en el alza coyuntural de los precios de las materias primas que cambió los términos de intercambio en favor de las exportaciones de los países dependientes, sobre todo por la demanda de China, que acompaña al Brasil en el BRIC.Por eso, aunque para muchos lo único que les llama la atención del Brasil es el mundial de futbol del 2014, lo que a nosotros nos inquieta tiene otros nombres, principalmente Vale do Rio por “nuestro hierro” y Petrobras por “nuestro gas”Esperaremos, sin embargo, la reunión en Cartagena (si finalmente se realiza) y ya veremos en qué lado se sitúa Brasil.