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India desafía sanciones de Estados Unidos a Irán

Organizada por la Federación de Asociaciones de Exportadores de la India, y con la venia y participación del gobierno, la gira -en principio programada del 10 al 14 de marzo- involucra a directivos de 30 de las más importantes empresas del giro en la tercera mayor economía de...

Organizada por la Federación de Asociaciones de Exportadores de la India, y con la venia y participación del gobierno, la gira -en principio programada del 10 al 14 de marzo- involucra a directivos de 30 de las más importantes empresas del giro en la tercera mayor economía de Asia.Pragmática, la decisión fue de alguna forma inducida por las propias penalizaciones acordadas por Washington y Bruselas para estrangular económicamente a Irán mediante un embargo petrolero al que la India, por elementales razones de seguridad energética, no puede plegarse.En ese contexto, la semana pasada Nueva Delhi y Teherán acordaron que la primera salde en rupias el 45 por ciento de sus importaciones de crudo iraní, un sistema de pago que pretende evadir las sanciones occidentales sobre el tópico.Bajo esas condiciones, aún quedaba pendiente cómo pagaría la India el 55 por ciento restante. La idea de crear un mecanismo de compensación era esperada y fue entonces cuando comenzaron las negociaciones para aumentar las exportaciones a Irán.Adicionalmente, se maneja la posibilidad de realizar inversiones indias en proyectos iraníes relacionados con la industria petrolera, la minería y la construcción de carreteras y vías férreas.El gigante asiático considera que, a diferencia de las medidas aprobadas contra Irán en el seno de la ONU, las impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea son unilaterales, con lo que no violaría ninguna norma internacional si fomenta su comercio con el Estado persa.Honramos las disposiciones de las Naciones Unidas, pero estas no cubren una amplia gama de artículos susceptibles de ser exportados a Irán, comentaron funcionarios de las carteras de Comercio y Asuntos Exteriores.Visto gráficamente el asunto, al menos en el caso particular de la India el embargo petrolero a Irán se ha convertido en una suerte de boomerang (efecto) que regresó a golpear las narices de sus promotores, y en una bolsa de ingresos que de repente se abrió para la nación surasiática.Esta calcula en unos ocho mil millones de dólares las eventuales nuevas ventas a Teherán, algo más que lo necesario para pagar el mencionado faltante del 55 por ciento, y casi lo mismo que dejarán de vender a Irán otros países que sí acatarán la política de ventas restrictivas decidida por Occidente.De concretarse, la decisión ayudará además a equilibrar la balanza comercial bilateral, marcadamente favorable a Irán: solo por concepto de petróleo, la India paga unos 12 mil millones de dólares anuales a Irán, mientras sus ventas de diversos productos a ese país apenas llegan a los tres mil millones y medio.De momento, los sectores identificados para impulsar las exportaciones indias incluyen autopartes, maquinaria para las industrias textil, azucarera y siderúrgica, lingotes de acero, productos farmacéuticos, neumáticos, arroz, azúcar, soja, cebada, mantequilla, trigo y carnes rojas.Uno de los más prometedores es el de los autopartes, pues las importaciones iraníes de esos renglones rondan los dos mil millones de dólares anuales, el grueso, procedente de Estados Unidos y Europa.La India, casi es ocioso decirlo, está resistiendo fuertes presiones para hacer valer su derecho y aprovechar una coyuntura que se percibe ideal para revigorizar su economía, cuyo crecimiento en el presente año fiscal ha sido inferior al de los ejercicios precedentes.A fines del pasado mes, al término de una visita de dos días a Estados Unidos, el ministro de Finanzas, Pranab Mukherjee, dijo que para la India es imposible reducir y mucho menos renunciar a las importaciones de crudo iraní y reiteró que los nexos energéticos entre ambos países no se cortarán.También en Washington, el Congreso Judío Americano le expresó a la embajadora india, Nirupama Rao, su “profunda preocupación” por los esfuerzos de su país para estrechar relaciones comerciales con Irán “en momentos en que Estados Unidos y otras democracias están solicitando nuevas presiones económicas” contra Teherán.Hace cinco días, al celebrarse la cumbre India-UE, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, falló en el intento de sumar a Nueva Delhi al embargo petrolero y las sanciones a Irán, y se conformó con pedirle que usara su influencia para llevar a la nación persa a la mesa de negociaciones.El primer ministro Manmohan Singh convino en que el asunto debe resolverse por la vía diplomática, pero reiteró que su país seguirá comprando petróleo iraní. “Irán es un vecino cercano. Es una fuente importante de nuestra energía”, recalcó.

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