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¿Ley Corta, Ley Trucha?

Si bien la aplicación correcta de la Ley siempre ha representado una debilidad para nuestros gobernantes, ahora nos enfrentamos a una figura mucho más compleja, problemática y que puede traer una serie de complicaciones y consecuencias inimaginables.La promulgación de Leyes “truchas” como...

Si bien la aplicación correcta de la Ley siempre ha representado una debilidad para nuestros gobernantes, ahora nos enfrentamos a una figura mucho más compleja, problemática y que puede traer una serie de complicaciones y consecuencias inimaginables.La promulgación de Leyes “truchas” como ha denominado el senador Isaac Ávalos a la Ley corta del TIPNIS, nos muestra que la Asamblea Nacional Plurinacional ha encontrado una innovadora forma de evadir conflictos y responsabilidades, aprobar leyes “truchas”. Nada más ingenioso podíamos esperar, ahora resulta que los padres de la patria, asambleistas que supuestamente deberían defender a sus electores y regiones con convicción, argumentos firmes, irrefutables, estudiados y válidos, ahora aprueban leyes según la coyuntura y/o presión que puedan ejercer sobre ellos los movimientos sociales. La aprobación de leyes o normas no es un juego y los instrumentos más importantes de nuestra legislación, no se pueden hacer y deshacer como si fueran una partida de naipes, existen códigos, jueces, fiscales, causas y toda una población que debe regirse sobre la base de esas Leyes. Por tanto, parece una aberración pensar que nuestros representantes puedan aprobar una y otra norma según su conveniencia, por que hay que aclarar que escapar de un conflicto aprobando algo con lo que no se está de acuerdo es por irresponsabilidad, para evitarse conflictos, por conveniencia y más aún por cobardía. Que talla moral pueden demostrar representantes que aprueban una Ley de la Nación sin tener conformidad con lo que estipula y después desconocerla, usando la excusa de que la aprobaron bajo presión y que es trucha, que podemos esperar? Cuantas leyes habrán sido aprobadas bajo presión de grupos sociales, sin importar los intereses del Estado? Entonces las Leyes pueden ser clasificadas en “truchas” y “no truchas”; y cuales son truchas? Pero debemos ser justos y reconocer que no todos los asambleistas tienen convicciones e ideales tan frágiles, convenencieros y pueden cambiar de opinión o bando de la noche a la mañana, borrando con el codo lo que escribieron o aprobaron con la mano. Afortunadamente aún existen algunos que defienden y mantienen lo que firman o aprueban por que lo hacen pensando en el bien común y no al calor del momento. Sin embargo, la mayor parte de los diputados y senadores, aquellos que logran reunir los dos tercios necesarios para la aprobación de las leyes, solo saben levantar la mano sin siquiera leer concienzudamente el contenido de lo que aprueban.Son innumerables las denuncias sobre la inconstitucionalidad de varias de las leyes y normas aprobadas por el actual gobierno, solo el futuro nos dirá si las mismas cumplieron y se enmarcaron en lo que reglamenta la Nueva Constitución. Pero no deja de sorprender el evidente desconocimiento de algunos asambleistas, acerca de las Leyes que aprueban. Este panorama es desolador para un país que no logra estructurar su institucionalidad y se rehace una y otra vez.En consecuencia nuestros administradores de justicia  deberán ser meticulosos con la aplicación de la Ley, no vaya a ser que apliquen una Ley “trucha” y luego ésta sea revertida. ¡Vaya a saberse que pueda pasar!; pero la Ley es la Ley sea “trucha” o no.Sin embargo, el daño y descrédito que causan al país este tipo de representantes con un accionar sumamente reprochable, es irreversible y deja en evidencia el poco compromiso con el país, sus regiones y sus electores.

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