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¡Buen apetito..!

Y disfrute a conciencia esa nuestra comida típica, con el tan americano rey de los cereales, el maíz. Pero mientras lo hace, sin ánimo de amargarle el bocado, le sugerimos pensar un poco en el privilegio de estarlo haciendo, y el cual está negado a casi mil millones de seres humanos, en este...

Y disfrute a conciencia esa nuestra comida típica, con el tan americano rey de los cereales, el maíz. Pero mientras lo hace, sin ánimo de amargarle el bocado, le sugerimos pensar un poco en el privilegio de estarlo haciendo, y el cual está negado a casi mil millones de seres humanos, en este vapuleado planeta.Porque esos millones pasan hambre crónica. Son protagonistas de lo que ya técnicamente se llama “hambruna” y víctimas nítidas de lo que también técnicamente se debería llamar “inseguridad alimentaria”.Y de eso no nos ocupamos solamente nosotros. Organismos internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, políticos de todos los matices posibles,  fundaciones de toda clase tamaño y denominación, hablan de los alimentos, de la seguridad alimentaria, hablan  y hablan. Pero día a día el problema crece. Cada día hay más seres humanos con hambre. Y eso duele, principalmente porque la mayoría de quienes padecen esa hambre son niños.No podemos negarlo. Cada rato nos están mostrando fotografías, principalmente tomadas en el África, para testimoniar esa información, que ya no necesita ser testimoniada. Pero más cerca aún de nosotros, cada rato, en cualquier ciudad nuestra, sin necesidad de fotografías, nos tropezamos con esas denuncias palpitantes de nuestra incapacidad para evitar el hambre. Que para nosotros con cruel ironía, está muy relacionada con Potosí.Por eso, con inocultable vergüenza,  repitamos una vez más lo que la más famosa de esas organizaciones internacionales, la FAO, dice sobre la tal seguridad alimentaria: * La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico, social, y económico a alimento suficiente, seguro y nutritivo para cubrir las necesidades dietéticas y las preferencias alimenticias para una vida activa y saludable. * La seguridad alimentaria de un hogar significa que todos sus miembros tienen acceso en todo momento a suficiente alimento para una vida activa y saludable. La seguridad alimentaria incluye al menos: la inmediata disponibilidad de alimento nutritivamente adecuado y seguro, y la habilidad asegurada para adquirir comida aceptable de manera socialmente aceptable (esto es, sin necesidad de acudir a suministros alimenticios de emergencia, hurgando en la basura, robando o mendigando”Como definición, impecable. Como objetivo muy incierto, por mucho que sea el que protocolariamente fue declarado el primero entre los rimbombantes Objetivos del Milenio. De este milenio parece que no será.Mientras tanto, “nuestro” viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Victor Hugo Vásquez, atendiendo a las preocupaciones de los exportadores de alimentos (porque Bolivia sí exporta alimentos) asegura que “No hay ninguna restricción en este momento, todos (los productos) están liberados, el azúcar está liberado absolutamente. No hay ninguna restricción a ningún producto, por tanto creemos que las empresas que están empeñadas en la exportación de productos tienen toda la libertad para hacerlo”.Es decir, en Bolivia, que tiene licencia para exportar alimentos, nadie debería sufrir hambre. Pero miles la sufren, porque la seguridad alimentaria es, en la práctica un “asunto de mercado”.Esa es la realidad. Y la realidad es terca

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